José Luis Sastre presenta en València su primera novela

VALÈNCIA. El periodista valenciano José Luis Sastre, subdirector de Hoy por hoy y creador del podcast Sastre y Maldonado, inicia su gira de presentaciones este jueves en el Fórum Fnac de València. Será el jueves 12 de septiembre de 2024 a las 19:00. Las frases robadas es su primera incursión en la ficción.

Con esta primera novela, Sastre demuestra que su habilidad como periodista se traslada al terreno de la ficción con igual éxito. En sus páginas, presenta una historia profundamente emotiva que aborda la relación entre un padre y su hija en un contexto de despedida inminente.

El relato gira en torno a los últimos días de vida del padre, quien padece una enfermedad terminal. A través de conversaciones íntimas y silencios reveladores, la hija acompaña a su padre en un proceso cargado de reflexiones sobre la vida, la muerte y la memoria. La novela sumerge a lector en el universo emocional de estos dos personajes sin nombre, lo que permite que el lector se identifique más fácilmente con las experiencias y emociones universales que atraviesan.

La muerte como tema central

El tratamiento de la muerte en Las frases robadas se distingue por su delicadeza y profundidad. Sastre construye un espacio íntimo en el que padre e hija afrontan la mortalidad desde diferentes perspectivas: el padre, con una lucidez cruda y una aceptación casi serena de su destino, y la hija, quien se esfuerza por entender y aceptar esta despedida inminente.

El contraste entre la serenidad del padre y la resistencia de la hija resalta uno de los temas centrales de la obra: cómo las despedidas son un acto tanto de amor como de reconciliación. La hija, en su intento de otorgar a su padre un "verano invencible", tal como él desea, busca no solo hacer frente a la pérdida, sino también ofrecerle un final digno y pleno.

El papel de los libros y la radio

Uno de los elementos más conmovedores de la novela es la relación del padre con los libros. A lo largo de la obra, se revela que él era un lector apasionado, subrayando frases en sus lecturas que ahora, en su lecho de muerte, cobran un significado especial. Estas "frases robadas" actúan como un hilo conductor entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte, y permiten que la hija conozca mejor a su padre a través de las palabras que él valoraba.

La radio también juega un papel simbólico importante en la novela. El viejo transistor del padre, comprado en la Francia de la posguerra, es más que un simple aparato; es un puente que conecta al protagonista con el mundo exterior. En sus últimos días, el sonido de la radio llena los silencios incómodos y proporciona una sensación de continuidad, recordando que la vida sigue su curso a pesar de la enfermedad y la muerte inminente.

La ausencia de nombres y la universalidad del relato

Uno de los aspectos más destacados de Las frases robadas es la decisión de Sastre de no nombrar a sus protagonistas. Esta elección literaria le otorga a la novela una dimensión simbólica, centrando la atención del lector en las emociones, los diálogos y las experiencias compartidas. Al no conocer los nombres de los personajes, se refuerza la idea de que la historia que se narra no es solo la de un padre y una hija en particular, sino la de cualquier relación familiar que enfrenta la enfermedad y la muerte.

El resultado es una narración que, a pesar de su sencillez aparente, invita al lector a reflexionar sobre la universalidad del dolor, la pérdida y el amor. La prosa de Sastre, suave y envolvente, logra crear un vínculo de empatía entre los personajes y el lector, quienes encuentran en estas páginas un espejo de sus propias vivencias o temores.

Las frases robadas es una novela que, bajo la premisa de una despedida entre un padre y una hija, explora temas profundos y universales como la vida, la muerte, la memoria y el legado. José Luis Sastre logra transmitir una emoción contenida pero potente, reflejando la complejidad de las relaciones humanas y los sentimientos que surgen ante la inminencia de la muerte. La obra es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, las palabras y las conexiones humanas pueden ofrecer consuelo y sentido.