El jurado ha reconocido su trayectoria "con un alto nivel de experimentalidad, que ha conectado arte y ciencia, y en la que destaca su labor de investigación espacial y formal y su tarea docente en el campo de la investigación de los parámetros matemáticos, junto a los artísticos"
VALÈNCIA (EP). El jurado del Premio Nacional de Artes Plásticas correspondiente a 2020 ha propuesto la concesión de este galardón a José María Yturralde. El premio, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 30.000 euros.
El jurado ha reconocido su trayectoria "con un alto nivel de experimentalidad, que ha conectado arte y ciencia, y en la que destaca su labor de investigación espacial y formal y su tarea docente en el campo de la investigación de los parámetros matemáticos, junto a los artísticos".
Yturralde es director del Departamento de Pintura de la Universidad Politécnica de Valencia. Licenciado y Doctor en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.
Nació en Cuenca en 1942. A mediados de los años sesenta atravesó una etapa de experimentación en el "informalismo matérico", a partir del cual evolucionó hacia la abstracción geométrica y el "Op" que le caracteriza, en la que se detectan las influencias de Vasarely, los espacialistas italianos y el constructivismo.
En 1966 trabajó en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, fundado por el pintor Fernando Zóbel. En 1967 fue miembro fundador del Grupo Antes del Arte y empezó a hacer Arte Cinético; este interés por la tecnología se acentuó con su participación en los seminarios del centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid, que le introdujeron en el trabajo con ordenadores.
Su primera exposición fue Formas Computables, en 1969. Obtuvo el Premio Ibizagràfic 72 y 76. Fue galardonado en el 72 con el premio B.G. Salvi y el Premio Europa Ancona y becado por la Fundación Juan March en 1974 para la estancia como Research Fellow en el Center for Advanced Visual Studies, Massachusetts Institute of Technology.
Yturralde ha desarrollado un tipo de arte próximo a la ciencia, como son sus célebres Figuras Imposibles. Introdujo en España el arte cibernético, realizando además trabajos con láser y holografías. También es el creador de las Estructuras voladoras, obras tridimensionales capaces de volar con las que participó en la 38 Bienal de Venecia, celebrada en 1978 bajo el rótulo De la Naturaleza al arte y del arte a la Naturaleza.
En los ochenta, tras profundizar en la dirección cinética con sus 'estructuras volantes', volvió al plano con una actitud que, sin dejar de ser constructivamente rigurosa, es más poética, a causa de la interrelación de los colores y la inestabilidad de las composiciones.
El artista ha señalado que para representar esta pandemia de coronovirus con colores escogería el rojo, "que es algo de cierta lucha" y, sobre todo, el verde "por lo de esperanza".
En sus obras más recientes, el artista se ha centrado en el estudio del color y su influencia sobre las emociones y el estado de ánimo. "Esta pandemia me afecta emocionalmente, como a todos, y me ha hecho pensar y repensar la realidad en que vivimos y el tipo de transformaciones que deberíamos haber hecho. Parece que la humanidad no ha aprendido nada de otras pandemias de hace miles de años", ha lamentado en declaraciones a Europa Press el artista.
Yturralde ha afirmado estar "muy emocionado" por el reconocimiento a su trayectoria, marcada por la unión entre la ciencia y el arte. En cierta manera, ha reconocido sentirse "uno de los pioneros de los que utilizaron la computadora" en el arte en España, aunque reconoce que había precedentes. "Incluso Picasso con el cubismo tendía a experimentar la multidimensionalidad", ha destacado con humor.
Yturralde cree que su arte puede ser considerado experimental respecto a "intentar establecer un nuevo orden". "En el momento en que me decidí por mezclar ciencia y arte estaba viendo una época del abstracto y lo figurativo que se estaba agotando y era más pasional que otra cosa", ha indicado.
Por ello, decidía a trabajar con la ciencia, que ya "estaba dando lecciones de cómo era el mundo". Yturralde reconoce que no es casual que haya terminado dando clases, aunque ahora que está jubilado puede decir que "ha aprendido más de lo que podía enseñar" en las aulas