José Moñú es reconocido por representar retratos en los que la abstracción y la figuración coexisten y se entrelazan de una manera dinámica. En sus representaciones trasciende el aspecto físico de los personajes para reflejar la actividad desenfrenada de sus pensamientos
VALÈNCIA (EP). La exposición SELFIE de José Moñú llenará desde este viernes hasta el 29 de abril las dos salas de la Galería Cuatro de València con la pincelada más representativa del artista. La muestra contará con más de una veintena de obras en papel y lienzo en varios tamaños. SELFIE, comisariada por Olga Julián Projects, se basa en el retrato como tema principal de la obra de Moñú. Sus personajes solitarios son un reflejo de la soledad del individuo frente a la sociedad. Figuras aisladas, deformadas, horrorizadas, que recuerdan los temas de las obras baconianas. Pertenecen a la sociedad de la información, la sociedad del cansancio donde todo es apresurado, donde se ha perdido la capacidad de demorarse en algo y solo importa el consumo, de lo que sea, explica la galería.
Los personajes de Moñú representan la crisis del tiempo de nuestra sociedad, la falta de vida contemplativa y la hiperactividad. Los rostros o partes orgánicas se desfiguran, desgarrados, por el flujo incesante de información; el tiempo se atomiza, no hay estabilidad, todo es movimiento. Esto contrasta con las zonas no orgánicas del cuadro, ropas, objetos o textos que el artista define con un dibujo perfecto. Sus acrílicos sobre lienzos investigan el potencial de los colores para expresar lo emocional, los estados de ánimo de los personajes representados: personas afectadas por el acelerado ritmo y las tensiones de la vida del siglo XXI. Los rostros se derriten, giran, gotean y se distorsionan, recordando tanto ilustraciones de estilo caricaturesco de los medios de comunicación de masas como las espeluznantes visiones que en generaciones anteriores habían tratado los expresionistas.
La utilización de colores fuertes y brillantes enfatiza aún más su energía. A través de numerosas capas de pintura, que en algunos segmentos logran las propiedades escultóricas de un relieve, la obra de Moñú "explota" desde la superficie del lienzo hacia el espacio que lo rodea. El pintor ha estado en Nueva York disfrutando de una beca de investigación de tres meses otorgada por la Fundación CAI y recientemente acaba de regresar de la feria Just Mad, en la que Fundación María Cristina Masaveu Peterson ha adquirido una de sus obras y la empresa Lexus le ha escogido para participar en la sexta edición de su concurso de diseño ArtCAr. Ahora se estrena en la capital del Turia con esta exposición.
Nacido en 1981, José Moñú es un artista plástico aragonés que destaca por su particular y genial universo. "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo, el arte es mi forma de vida", asegura. Sus obras, la mayoría lienzos de gran formato, son un reflejo de su singular personalidad y de su manera de entender el mundo que le rodea. Tiene un estilo propio y personal, ambiguo, crítico y ácido, a través del que abre inconscientemente las puertas de su universo, plagado de imágenes coloristas, sin definición, desdibujadas, pero con gran fuerza expresiva. Un discurso original y un estilo inconfundible.