Foto: AECC ValenciaEl estudio que Ezequiel Monferrer desarrolla en el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva analiza la influencia del entorno del neuroblastoma en la progresión de la enfermedad
VALÈNCIA (VP). El joven investigador valenciano Ezequiel Monferrer ha dado un paso más para mejorar el abordaje de uno de los cánceres pediátricos más frecuente y agresivo como es el neuroblastoma. Este avance lo ha logrado durante la investigación llevada a cabo gracias a la beca predoctoral financiada por AECC Valencia con la recaudación de la edición de 2018 del Circuito RunCáncer.
En esta primera fase del estudio, el equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva que abandera Monferrer ha detectado que la rigidez del entorno que rodea a las células tumorales aumenta la agresividad del neuroblastoma en los niños. “Estamos muy contentos por este nuevo hallazgo de uno de nuestros becados, puesto que supone un avance significativo porque permitirá desarrollar ensayos terapéuticos que se centren en la rigidez del entorno, así como posibles tratamientos en esta línea”, señala el doctor Antonio Llombart, presidente del Comité Técnico de la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia.
Para analizar la relación entre el entorno y el comportamiento del tumor, los investigadores del Incliva han creado cultivos 3D basados en hidrogeles con distintos niveles de rigidez. Gracias a estos cultivos 3D y complejas imágenes digitales microscópicas, se ha comprobado que las células tumorales tienen un comportamiento más agresivo cuanto más rígido es el entorno que las rodea. Así, tal y como se recopila en las conclusiones de esta primera fase de la investigación recientemente publicadas en la revista Scientific Reports, el grupo de investigación propone modificar el entorno tumoral y disminuir su rigidez como una posible vía para reducir la agresividad de este tipo de cáncer.
Desde AECC se apuesta por el fomento de nuevas líneas de investigación sobre cáncer para avanzar hacia métodos diagnósticos más precisos, tratamientos más personalizados y, en definitiva, conseguir un mejor abordaje de la enfermedad. En este sentido, AECC organiza desde 2015 el Circuito RunCáner, el circuito de carreras y marchas 100% solidarias que ha destinado toda su recaudación de la venta de dorsales a financiar estas becas predoctorales, unas ayudas a jóvenes investigadores para que puedan desarrollar sus proyectos científicos en centros de referencia en este ámbito (Fundación para la Investigación del Hospital La Fe, Incliva y el IVO, entre otros).
Gracias a RunCáncer y a sus miles de participantes que se mueven contra la enfermedad ya se han financiado un total de 22 becas de investigación. Este año 2020 el circuito ha podido celebrar cuatro de sus más de cien pruebas programadas y que se encuentran aplazadas por la situación del Covid-19.
“Esperamos poder retomar nuestras marchas, pero mientras tanto seguiremos innovando con eventos como el celebrado este 1 de mayo de “RunCáncer en casa” que logró recaudar cerca de 26.000€. Y en breve tendremos más novedades”, ha explicado Javier Llombart, director del circuito.
