VALÈNCIA. El envejecimiento de la población es un hecho. Y es que según datos publicados, en pocas décadas más de un 30% de la población tendrá más de 65 años. En este contexto, cada vez serán más las personas mayores que necesiten asistencia en su día a día
El cuidado de las personas mayores requiere de la mayor profesionalidad y confianza, sin embargo es un sector en el que hay mucho intrusismo profesional y ocupa un amplísimo espacio en la economía sumergida, puesto que existen muchos profesionales que ejercen y no están titulados.
Frente a esta necesidad y buscando profesionalizar y desprecarizar este sector nace Joyners, esta multiplataforma que agrupa profesionales socio-sanitarios y los ofrece on-demand, en función de las necesidades de cada usuario. En tan solo un clic y también a través de la app móvil y el teléfono, un cuidador profesional (con experiencia, formado y vocacional) llega, en menos de una hora, al sitio en el que se ha requerido el servicio.
Y es que “la asistencia personal tiene mucho peso en la economía sumergida”, añade Oriol de Pablo, Co-Founder y CEO de Joyners. Para este emprendedor, Joyners ofrece la oportunidad de hacer aflorar esta actividad económica. Los profesionales socio-sanitarios, que en un 90% son mujeres, en la actualidad cobran un 30% por encima del mercado.
Con la atención en los domicilios consiguen ofrecer una mayor autonomía a los familiares del usuario. Igualmente, acompañan y velan las noches en el hospital y también sus convalecencias. De la misma manera, si la persona mayor se encuentra en un centro residencial, gracias a la plataforma puede recibir una atención extra.
Según explican desde la tecnológica, “nuestra plataforma está creando nuevas oportunidades de ingreso a profesionales socio-sanitarios que quieren rentabilizar su tiempo libre sin entrar en los circuitos de empleados del hogar. Asimismo, ponemos especial atención en contrastar cada una de las referencias y experiencias de los profesionales. Generamos así un ecosistema de valor para los diferentes implicados en la actividad: el usuario final, el centro residencial, fundación o bien hogar, la persona responsable del usuario (familiar o amigo), prescriptores y cuidadores”.
El algoritmo interno genera una oferta y envía un aviso a los cuidadores idóneos. El cuidador puede o no aceptar la oferta, de entre los idóneos el que antes lo acepte realizará el servicio. El profesional titulado tendrá acceso al perfil del usuario, su información asistencial y las tareas concretas a realizar, recibiendo al final una valoración por su trabajo.
La plataforma, que en su primer año de vida facturó 311.000 euros, y que prevé alcanzar a finales de año la cifra de 1,4 millones de euros, estudia acuerdos con clínicas y residencias para ofrecer su flota de cuidadores profesionales. Asimismo, la empresa que ya opera en Madrid y Barcelona, acaba de aterrizar en Valencia y Zaragoza para continuar con su estrategia de expansión nacional para implantarse en diferentes ciudades españolas.