ALICANTE. La empresa ilicitana Greene, que nació hace once años como transformadora de residuos en gas para obtener energía a partir de los deshechos, ha evolucionado con la entrada de Moira Capital como inversor. Ahora el modelo de negocio es obtener nuevas materias primas a partir de los restos, en consonancia con la apuesta social por la economía circular, las directrices europeas para reducir el porcentaje de residuos que llega a vertedero y la necesidad de buscar fórmulas innovadoras para acceder a materias primas en plena escalada de costes. Su consejero delegado, Juan José Hernández, atiende a Alicante Plaza para analizar los proyectos y la marcha de la empresa en el presente y el futuro inmediato.
-Ahora mismo Greene tiene varios frentes abiertos, tanto con plantas de valorización de residuos sectoriales como con su participación en PERTEs. ¿Cómo avanzan los proyectos de innovación?
-Podemos distinguir entre los proyectos industriales, que son los que ya vamos a aplicar, y la I+D, como el caso de los PERTE. En este sentido, estamos involucrados en un proyecto para obtener hidrógeno a partir de residuos, que diría que es el único planteamiento ahora mismo para generar hidrógeno sin utilizar la hidrólisis. Ha tenido muchísima acogida, hasta el punto que han calificado al hidrógeno que obtendríamos como ámbar, que significa que se obtiene a partir de los residuos, evitando su incineración o depósito en vertedero, y contribuyendo a la economía circular. Estamos trabajando con el Instituto Tecnológico de la Energía y tiene visos de ser un gran proyecto, pero eso sí, a cuatro años vista. Y estamos en otro para convertir el gas de síntesis en biometano, que es interesante en la medida en que Europa se ha dado cuenta de que tiene una enorme dependencia de terceros países, con un incremento del 200% en el precio de las materias primas, y también en el caso del gas y la energía.
-¿Y en el caso de sus proyectos industriales, en qué estado se encuentran?
-En estos momentos tenemos cinco expedientes con la Autorización Ambiental Integrada en distintas comunidades autónomas, entre ellas el País Vasco y Galicia, que son los dos proyectos que ya hemos hecho públicos. En el caso del proyecto gallego, donde nos hemos asociado con Recinor para invertir 22 millones de euros en una planta de valorización que evitará la llegada al vertedero de 40.000 toneladas de residuos al año, la Xunta nos ha declarado Proyecto de Interés Industrial por el impacto ambiental, una fórmula que acorta los plazos, y esperamos construirla el año que viene. Nosotros nacimos hace once años como Greene Waste, y ahora hemos cambiado el nombre a Greene Enterprise, porque hemos evolucionado de la gasificación para obtener energía renovable, a la obtención de materias primas. Una evolución a la que nos ha llevado el mercado, y que ha conllevado una fuerte inversión en nuestras instalaciones, para poder analizar qué cantidad y de qué materia podemos obtener en función del residuo que tratemos. No usamos el residuo clasificado, sino el que está destinado a vertedero o incineración.
"de momento queremos posicionarnos en españa pero en tres años podríamos plantearnos salir fuera"
-¿Qué materias primas son las que podrán obtener en los proyectos que tienen en marcha?
-Pues desde aceites pirolíticos, en el caso de Galicia, que se usan como materia prima para nuevos plásticos, a carbones biogénicos en más del 50%, que a cualquiera que use carbón le permite reducir su huella de carbono con el cambio. También carbones activos, que se usan para desodorar las plantas depuradoras de aguas residuales, y cargas minerales, como el carbonato cálcico. Greene ya tiene once años de trayectoria, y todo evoluciona, en este caso, conforme a la directiva europea para poner en circulación nuevas materias primas, que es más interesante que nuestro planteamiento inicial de 'waste to energy'.
-¿Y estas nuevas plantas de conversión de residuos en materias primas, qué calendario manejan?
-Pues calculamos que durante el primer semestre de 2023 tendremos cuatro de ellas en construcción. Digo cuatro porque el proyecto del País Vasco está ahora un poco paralizado.
-En ese caso, tienen ustedes luz verde del Gobierno vasco pero se han topado con el Ayuntamiento, que les niega la compatibilidad urbanística. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
-Nosotros planteamos un proyecto para tratar residuos de la industria papelera, al que se han sumado siete empresas. La idea es reutilizar 122.000 toneladas entre el rechazo del papelote y los lodos de las papeleras. Y a partir de estos residuos, calculamos que podemos obtener 30.000 toneladas al año de carbonato cálcico. Obtuvimos la autorización del Gobierno vasco, y tras un estudio sobre dónde situar la planta, nos recomendaron Vergara, por la logística. Compramos la parcela, planteamos el proyecto al Ayuntamiento para obtener la compatibilidad y con todo esto nos pusimos a tramitar la Autorización Ambiental Integrada. Pero entonces se levantó una plataforma vecinal contraria al tratamiento de residuos. Nosotros, que entendemos que el grueso de la población no tiene por qué tener los conocimientos técnicos para entender el proceso que llevamos a cabo, hemos decidido seguir la vía legal, tramitando el proyecto.
-¿Y qué planes tienen si no llega la licencia municipal?
-Acabamos de obtener la Autorización Ambiental del Gobierno vasco, lo que significa que la tramitación del proyecto ha sido la correcta. Hemos solicitado la licencia de obra y el Ayuntamiento tiene tres meses de plazo para contestar, así que estamos a la espera de respuesta. El plazo vence en septiembre, y en función de lo que nos contesten, ya decidiremos cómo reaccionamos.
"tras la entrada de moira estamos en una fase de fuerte inversión con 125 millones de euros para las plantas proyectadas"
-El actual escenario inflacionista y de dificultad para obtener fuentes de energía y determinadas materias primas, ¿ha hecho de Greene una empresa más atractiva de lo que ya era?
-Absolutamente. Porque ahora, con los nuevos inversores, nos hemos enfocado realmente en poner en circulación materias primas que hacen falta, contribuyendo a la economía circular y cumpliendo la directiva de que, en 2030, no llegue más de un 10% de residuo clasificado al vertedero. Ahora mismo en España llega más del 50%. Nosotros proponemos la recirculación de las materias, lo que ahora mismo nos hace una empresa muy atractiva para los inversores.
-¿Tienen planes para expandirse fuera de España?
-De momento no. Queremos posicionarnos en España. Pero sí que es un escenario futuro, una vez que nos asentemos. Podemos estar hablando de tres años vista.
-Por último, resuma en cifras el momento de Greene.
-Estamos en un proceso de fuerte inversión tras la entrada de Moira Capital, hemos destinado 125 millones de euros a las plantas que tenemos en proyecto. Y es una fuerte inversión que va a dar una rentabilidad muy alta, así que la senda es positiva. En cuanto a la plantilla, en este instante somos 48 personas, tras experimentar un crecimiento muy importante, y el año que viene calculamos que superaremos las 60 personas.