Los Catedráticos en Derecho Internacional y Penal, Jorge Cardona y Javier Boix, han analizado las posibilidades de llevar a Putin ante la Corte Penal Internacional
VALÈNCIA. "L'amargor immensa que afligeix a Ucraïna en aquests moments és aterridora. No coneixem, d'entre les nacionalitats actualment oprimides, ni una sola que puga comparar-se en desventura a la Ucraïnesa". Con estas palabras iniciaba el abogado ucraniano Andreu Yakubub la mesa redonda titulada: "¿Es posible llevar a Putin ante la Corte Penal Internacional?", organizada este miércoles conjuntamente por Fundación por la Justicia, el ICAV y el Instituto 9 de Mayo, que preside Yakubub.
“Este fragmento corresponde al diario Acció de 1934, cuando ya en València se hablaba de la suerte del pueblo ucranio en referencia a Stalin. Pero estas palabras bien podrán referirse a la situación vivida en Ucrania estas dos últimas semanas”, señaló. “Hemos perdido el foco de la intencionalidad”, recalcaba Yakubub, en referencia a la terrible noticia del día del bombardeo al hospital infantil de Mariúpol durante un alto el fuego para evacuar a civiles, y que de momento deja tres personas muertas y 17 heridas, entre ellas mujeres embarazadas, niños y personal sanitario. “Estamos ante un crimen de guerra, sin lugar a dudas”. “¿Con qué intención se están lanzando misiles a hospitales o colegios cuando los primeros dos días solo se lanzaban contra objetivos estratégicos? ¿Qué ha cambiado? La hipótesis es que lo que se está intentando, con ataques intencionados contra la población civil, es presionar al jefe del Estado para que pida, por todos los medios, el alto el fuego como un mal menor al desangramiento del país. No deberíamos tolerar la impunidad”, concluyó Yakubub.
Ante este escenario, la pregunta a debate sobre la mesa era clara ¿Es posible juzgar a Putin? Luis Miguel Romero, Patrono de Fundación por la Justicia y cónsul honorario de Ucrania, sentó las bases del debate con una sentencia firme: “Es una necesidad”. “Ante la irracionalidad de las armas es necesario acogernos a la primacía del derecho. El derecho tiene que dar respuesta a estos crímenes de guerra, si no queremos volver a los actos de barbarie que desembocaron en dos guerras mundiales”. “El derecho está al servicio del ser humano y de su dignidad, sancionando vulneraciones como éstas. La invasión a un pueblo hermano y pacífico como el ucraniano, con ataques premeditados contra civiles, niños, mujeres embarazadas, profesionales sanitarios, no puede no ser juzgada. Sin derecho no hay justicia, y sin justicia no habrá verdadera paz”, ha concluido Romero, en su avance al inicio de la mesa.
A este papel del Derecho hacía mención también la decana del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia, Auxiliadora Borja. “Hoy estamos aquí para apoyar al pueblo ucraniano desde el Derecho. Como sabemos y como podemos hacer. Ahora es momento de buscar pruebas y acumularlas”.
“Sí se puede responsabilizar a personas que ejecutan acciones de esa naturaleza”, enfatizó Jorge Cardona, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universitat de València y miembro de Consejo Consultivo de Fundación por la Justicia. “Y quien ejecuta las acciones no es sólo Putin, sino también los mandos del ejército que están dando órdenes de bombardear hospitales y toda la cadena de mando. Sin descartar a las autoridades bielorrusas. El Derecho Internacional tipifica los crímenes que se pueden atribuir a una persona, entre ellos la agresión, el genocidio, los crímenes de guerra (como atacar hospitales, colegios, usar a la población civil como escudos, hacer que no tenga agua, alimento), y los crímenes de lesa humanidad”, especificó Cardona. “¿Parará la guerra abrir un proceso penal contra Putin? La respuesta por desgracia es no. Pero impartirá Justicia”.
Por su parte, el catedrático de Derecho Penal Javier Boix calificó el debate “como un acto de solidaridad con el pueblo ucraniano”. “Es de gran importancia visibilizar la Justicia y el respeto al derecho”, destacó Boix. Para este penalista, la realidad de sentar a Putin en el banquillo de los acusados es bastante improbable. “De abrirse un proceso contra él en la Corte Penal Internacional tendrían que apresar a Putin fuera de Rusia, o entregarle. Por otro lado, es un escándalo que pueda paralizarse la investigación por el Consejo de Seguridad de la ONU. Hace algunos años se intentó eliminar, pero no fue así. Pero no porque se pueda hacer poco, se debe hacer nada”, apuntó.
“Mesas de debate como ésta contribuyen a visibilizar estas cuestiones y las vías legítimas desde el derecho. No porque nunca haya una sentencia condenatoria quiere decir que el hecho de plantear la posibilidad no contribuya a una intimidación que pueda llevar al efecto de prevención”, sentenció Boix. A lo que Cardona apostilló: “La justicia va lenta. Pero va. Los juicios acaban llegando. Es importante iniciarlos. Pero a quien inicialmente le corresponde juzgarlos es a Ucrania. Y hay que alabar la serenidad con la que las autoridades de Ucrania están usando el derecho en medio del conflicto armado”. “¿Que el arresto de Putin es improbable, y que si iniciamos los trámites podamos estar ante otro Bashir? Es probable. Pero torres más altas hemos visto caer”, concluyó el catedrático Cardona.