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Kanzaman Dubai

7/05/2023 - 

Todo cuento infantil y muchas veces de hadas, arranca con el eterno y ensoñador "érase una vez". Kanzaman es la palabra árabe para esta expresión. Y, en este sentido, la reciente historia de Dubai tiene algo de cuento de hadas por cómo, mediante la combinación de factores que haremos referencia a continuación, un pequeño pueblo de pescadores de perlas se ha convertido en una ciudad global caracterizada por su ambición y su apertura en un entorno que no era precisamente propicio. Tuve la oportunidad hace dos meses escasos de visitar el país por razones profesionales y tengo que confesar que, si bien a priori, el viaje no había despertado especialmente mi interés, me quedé muy gratamente impresionado por lo que vi allí. Muchos amigos cuyo criterio tengo en consideración, me habían advertido que me iba a gustar. Y tengo que reconocer que ha superado ampliamente mis expectativas. Es bastante más que un Disneyworld para adultos como me habían anticipado los más bullangueros. Es el resultado de un plan y del sueño de una élite implementado con talento y acierto.

Aquí la pregunta del millón es ¿cómo un enclave sin petróleo en abundancia ni materias primas destacadas, donde las altísimas temperaturas en verano hacen la vida insufrible, sin, al menos al principio, instituciones sólidas y fiables, sin producción de alimentos, ha alcanzado un éxito rotundo y se ha convertido en un ejemplo para la región y para el mundo? Los logros son espectaculares. En la actualidad, tiene uno de los aeropuertos del mundo más activos. Cuenta igualmente con el puerto de contenedores más activo entre Rotterdam y Singapur, con la planta fotovoltaica más extensa de la tierra así como con el edificio más alto del planeta. También es la cuarta ciudad más visitada de la Tierra. Está emprendiendo iniciativas novedosas y muy costosas (y sorpresivas) como un programa para colonizar Marte. Sin duda dadas las condiciones inhóspitas del clima de Dubai es uno de los lugares más aptos para llevar a cabo la referida simulación. Estos dos datos objetivos que parecen sacados del libro Guinness de los récords.

  La historia de Dubai tiene ciertos curiosos paralelismos con la ciudad estado de Singapur sobre todo en el elemento personalista que la impulsa inicialmente. De la misma forma que Lee Kuan Yew diseñó, gobernó y tuteló la vida política de Singapur desde su independencia, una figura como el jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum hizo lo mismo en Dubai. Su leitmotiv "queremos ser el número uno" ha funcionado. En efecto, incluso antes de su independencia del Reino Unido en 1971, el Jeque Rashid, obtuvo un préstamo de Kuwait para proceder a ejecutar el dragado de la ría de Dubái en 1963, permitiendo de esta forma a cualquier tipo de embarcación el atraque en su puerto. Esto a su vez propició el incremento del comercio (especialmente el comercio del oro) lo que a su vez permitió el desarrollo de infraestructuras necesarias en colaboración con los ingleses. Ha sido, junto con Abu Dhabi, los motores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) manteniendo ambos emiratos el derecho de veto sobre decisiones relevantes frente al resto que solo tienen el derecho de voto. Esta situación les da una posición de claro privilegio.

Vemos pues que una de las claves ha sido la intensa atracción de sus élites para desarrollar negocios. De hecho en el viejo Dubai, que pude visitar una tarde, sobreviven vestigios de su trepidante actividad comercial en los zocos del oro y de los perfumes. La visita a estos lugares es como un viaje al pasado, a los antiguos mercados evocados en Las mil y una noches. Además de este afán comercial el establecimiento de un entramado normativo predecible y seguro, la misma apertura comercial han sido determinantes para que Dubai se haya convertido en un lugar que atrae al dinero en una región a veces complicada. Dubai ha mantenido el sistema legal británico que es la base de la dimensión financiera de Dubai. The Economist aquí sostiene que es algo parecido a la relación que Hong Kong tiene con China. En efecto, Dubai constituye un interface del mundo exterior a países como Arabia Saudí y el resto de los emiratos del Golfo. Por otro lado, una de las claves del éxito de Dubai es que se encuentra en mutación permanente para adaptarse a los tiempos. De esta forma, Dubai ha conseguido igualmente ser un centro turístico destacable para la región. Se han puesto en marcha numerosos proyectos de hoteles muy atractivos y emblemáticos. También se han desarrollado complejos residenciales de gran calidad que son el destino inevitable para los numerosos expatriados cinco estrellas que han migrado atraídos por una fiscalidad benevolente, como veremos más tarde, y por la propia ubicación de Dubai que es la puerta de numeroso mercados árabes. Muchas veces estos países adolecen de los productos más elementales pero lo que sí que tienen es una capacidad económica extraordinaria. Se trata de mercados en ascenso y que transitan hacia una sociedad de consumo consolidada y sofisticada. Otra ventaja de esta mercado es contar con una población especialmente joven. Esto implica un océano de oportunidades de negocio.  

Dubai también se ha beneficiado de una estructura federal atípica en la que siete emiratos muy diferentes cohabitan razonablemente con modelos diferentes tanto políticos como económicos. Y funciona porque, como expliqué antes, junto Abu Dhabi son la locomotora.

Y Dubai sigue avanzando. Tres ejemplos definitivos de una apuesta de crecimiento valiente y consistente: pretender ser una potencia tecnológica, inmobiliaria y fiscalmente atractiva.

En relación con el sector tecnológico que es una actividad de futuro, la industria ha crecido y se ha fortalecido durante la pandemia. Algunos de los grandes jugadores se han visto atraídos por un ecosistema favorable como el que ha ofrecido Dubai. Conviene mencionar aquí a Softbank y Sequoia Capital. Con sus frontera abiertas al talento especializado internacional ha sido especialmente interesante para startups tecnológicas. De hecho gracias a esta política de apertura ha acelerado el proceso de desarrollo de un ecosistema tecnológico de forma exponencial. En este sentido se ha convertido en un hub de cripto tecnología. Así Crypto Oasis ha ayudado a cerca de 200 startups en los  campos de crypto monedas o negocios basados en blockchain. También se han establecido vínculos diplomáticos con Israel a partir de 2020 a través de los llamados acuerdos de Abraham que han creado novedosas oportunidades de relaciones con el hub tecnológico de Tel Aviv que se están instalando en Dubai. Las inversiones en este campo se han cuadruplicado hasta alcanzar más de dos mil millones de dólares en 2021 frente a los 500 millones de dólares en 2020. Esto ha resultado en que tres startups valoradas en al menos mil millones de dólares tiene domicilio social en Dubai: por un lado Kitopi, Vista Global y Emerging Markets Property Group. Volviendo a grandes jugadores, Sequoia Capital se trasladó desde una presencia mayor en la India a Dubai durante la pandemia mediante la obtención de permisos para operar a largo plazo en Dubai. Por otro lado, Softbank invirtió 415 millones de dólares en Kitopi. Por otro lado el capital local, también se está posicionando en proyectos de capital riesgo. Se trata de Saudi Arabia Public Investment Fund y Abu Dhabi Mubadala Investment Co que están adquiriendo participaciones en proyectos claramente locales. Para ello, y esta es una política coordinada con el resto de miembros de Emiratos Árabes, se están ofreciendo cerca de cien mil golden visas o permisos para empresarios e inversores en tecnología para residir en el país por 10 años. Esto ha permitido crear una pléyade de nuevas oportunidades de negocio. Cabe concluir que Dubai atrae talento de cualquier lugar del mundo.

Por la que respecta al sector inmobiliario, muy cercano al impulso de la actividad turística, los años 2020 y 2021 han sido años increíbles. Como ejemplo, el desarrollo Atlantis The Royal es uno de los más atractivos. De hecho el precio en 2015 ya era astronómico para el proyecto de 231 residencias de lujo (apartamentos de dos habitaciones) alcanzando cerca del millón y medio de dólares por unidad residencial. Y la demanda no deja de crecer. Así numerosos europeos que buscan un lugar soleado en el mundo y con una baja tasa impositiva se han trasladado. Y por lo que comenté con numerosos despachos de abogados locales con ocasión de mi visita, en estos momentos se está instalando una población rusa considerable huyendo de la incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania y atraídos por la inexistencia de sanciones que se les están aplicando en el mundo occidental. Y los precios inmobiliarios siguen subiendo hasta el cerca de un incremento del 14% respecto del año 2022.

Finalmente, políticas fiscales laxas están contribuyendo a hacer de Dubai un destino ganador. En Dubai, como el resto de Emiratos Arabes, no existe un impuesto sobre la renta de las personas físicas. Por lo que el salario bruto equivale al salario neto. Además ha habido guiños interesantes desde el punto de vista fiscal como la supresión reciente de impuestos sobre las bebidas alcohólicas que previamente ascendía al 30%. Esto contribuye a la buena marcha del sector turístico.

Es verdad que algunos posicionamientos críticos apunta a que el país se gestiona como si fuese una empresa holding de la familia Al Maktoum. De hecho, los ciudadanos de Dubai solo representan un 8 % de su población total. También hay que destacar que su endeudamiento masivo ha generado situaciones de tensión financiera con el consiguiente rescate por parte de Abu Dhabi. en 2009. Son aspectos que hay que tener en cuenta ya que constituyen factores de fragilidad de un proyecto que, sin duda, ha resultado muy exitoso.

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