La carta combina lo mejor de su cocina de interior, con los productos de la zona, procedentes del mar
VAlÊNCIA. Tras un proceso de renovación, el Restaurante Belvedere de Benidorm ha reabierto recientemente sus puertas con un cambio de imagen y una apuesta por la cocina de autor liderada por el chef valenciano Kiko Lázaro.
Belvedere está situado en la planta 21 del Hotel Madeira Centro y se accede a él a través del ascensor panorámico. Se trata de un cambio de posicionamiento donde la gastronomía tendrá un papel protagonista, siempre acompañada por las privilegiadas vistas al mar y al skyline de la ciudad.
La carta, diseñada por Kiko Lázaro, combina lo mejor de su cocina de interior, con los productos de la zona, procedentes del mar, y siempre con la mejor materia prima. Además de la carta, Belvedere ofrecerá menús ejecutivos para el mediodía, así como menús degustación y especiales para grupos y fechas señaladas. La idea es ofrecer una cocina de mercado, accesible y con una excelente calidad-precio para los comensales de la ciudad.
A pesar de su juventud, Kiko Lázaro (Ayora, 1988) cuenta con una dilatada trayectoria profesional y el reconocimiento de ser uno de los cocineros valencianos del momento con mayor proyección. Anteriormente, ha trabajado en algunos de los mejores restaurantes de Valencia, como Vertical (Jefe de cocina) que tuvo el galardón de Estrella Michelin; Contrapunto Les Arts (Jefe de cocina) o Vuelve Carolina, del tres veces Estrella Michelin, Quique Dacosta. También en otros con valoración popular, como La Maja de Altea.
Su procedencia de interior, rural, del Valle de Ayora-Cofrentes, impregna su cocina y reconoce que una de las cosas con las que más disfruta cocinando “es la casquería, los guisos, las salsas y los siempre reconocidos y apreciados fondos”. Pero como él bien apunta, “en Belvedere es inevitable que la vista se le escape al horizonte azul, por lo que su objetivo aquí es fusionar con elegancia y exquisitez el mar y montaña”.
Esta nueva apuesta por la gastronomía supone un cambio de posicionamiento que se ha querido transmitir también en la renovación de la imagen corporativa, más fresca y moderna. La utilización de los trazos de acuarela (watercolor) hace explícita su relación con el mar a través de sus ventanales panorámicos, desde los que se aprecian las mejores vistas de Benidorm, que incluyen el mar, su isla, el casco antiguo y las montañas. Los colores del entorno para una cocina de los alrededores, sin renuncias a la tradición y a la modernidad.