el propietario recomienda acudir al punto de venta para gestionar los décimos afectados

El Kiosco de La Torre reabre para vender lotería navideña tras la Dana

8/12/2024 - 

VALÈNCIA. La pedanía de La Torre, en València, todavía se recupera del impacto de la Dana del pasado 29 de octubre. Las lluvias arrasaron viviendas y plantas bajas, sepultando la actividad económica de cientos de comercios bajo el barro. Uno de los negocios más afectados por este dantesco episodio de gota fría fue El Kiosco, un punto mixto de venta de lotería que quedó sumergido bajo dos metros de agua. "Fue devastador. La Dana destrozó el mobiliario, las máquinas, el género... lo perdimos todo", relata Norman Ortells, que gestiona, junto a su padre, este negocio con más de 70 años de historia.

Sin embargo y, contra todo pronóstico, El Kiosco ha logrado resurgir de la devastación, aunque todavía opera "a medio gas". A través de jornadas maratonianas de limpieza y, gracias a la colaboración de las personas voluntarias durante los primeros días tras la Dana, el negocio ha vuelto a abrir sus puertas en un tiempo récord, aunque en la actualidad solo ofrece el servicio de venta de lotería. De hecho, según asegura Ortells a Valencia Plaza, este ha sido el motivo por el que se dieron prisa en reabrir el negocio: "La lotería de Navidad tiene algo especial. Incluso en medio del desastre, la gente busca un décimo para soñar con un futuro mejor". 

Desde que volvió a estar operativo, El Kiosco ha recibido un flujo constante de vecinos, asociaciones y curiosos que ven en este lugar todo un símbolo de resistencia. "Vienen de todas partes, incluso de fuera de Valencia, porque dicen que comprar aquí tiene un significado especial. Después de una tragedia como esta, piensan que es más probable que toque el premio", explica a este diario. La reapertura del negocio no solo ha supuesto una victoria para Ortells y su familia, sino también un respiro para los vecinos de La Torre, que ahora tienen acceso a la venta de la Lotería de Navidad en un momento crítico para la provincia. 

Aunque la lotería que se vende en El Kiosco se imprime en el mismo momento de la compra, muchos de los décimos adquiridos meses antes de las inundaciones podrían haber sufrido daños debido a las condiciones extremas causadas por la Dana. En este caso, si los clientes han adquirido décimos que luego resultaron dañados por el agua o el barro, la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) ha establecido un protocolo para que los boletos deteriorados puedan ser verificados y, si es necesario, sustituidos. 

Según los procedimientos, si el daño no afecta a los elementos esenciales del décimo, como el código QR o los números legibles, estos pueden ser enviados a cualquier punto de venta autorizado para su autenticación. En caso de que el código no sea legible debido al daño, el propietario del décimo deberá presentar el boleto deteriorado junto con una solicitud para su verificación, lo que permitirá que el décimo sea validado de forma oficial. 

En ese sentido, Ortells insiste en que cualquier persona que haya comprado lotería antes de la Dana y se haya visto afectada por las inundaciones puede acudir al punto de venta, como El Kiosco, donde se les orientará sobre los pasos a seguir para asegurar que, en caso de que su décimo resulte premiado, puedan cobrar la parte correspondiente. "Es importante que la gente sepa que no han perdido su décimo. Si está deteriorado, lo único que tienen que hacer es llevarlo a un punto de venta para que se gestione su autenticación", explica Ortells. 

Un décimo de esperanza

La reapertura de El Kiosco tiene mucho significado para la pedanía de La Torre. El negocio, que se había visto obligado a cerrar debido a la magnitud de los daños, se ha convertido en un punto de encuentro para vecinos, asociaciones, colegios y clubes deportivos que buscan adquirir sus décimos de Navidad. "Este es el único punto de venta abierto en La Torre. La gente lo necesita, no solo por la tradición de la Navidad, sino porque es una forma de recuperar algo de normalidad después de todo lo que hemos vivido", afirma Ortells a este diario.

Con la cercanía del Sorteo de Navidad, la lotería adquiere una dimensión más emocional. En tiempos de dificultades, el acto de comprar un décimo se convierte en un acto simbólico de esperanza y unión. "La lotería no es solo una cuestión de dinero. Es una forma de soñar juntos, de compartir la ilusión. La gente necesita creer que las cosas pueden mejorar, y qué mejor que hacerlo con un décimo en la mano", comenta Norman. Este pequeño negocio no solo representa la resiliencia de una familia, sino también la fuerza de una comunidad que, como La Torre, resiste y se reconstruye. Con cada décimo vendido, El Kiosco reparte no solo la posibilidad de un premio, sino también una dosis de esperanza en tiempos difíciles.


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