HERRERO ha destacado que esta necesidad "sí lo han entendido algunos países"

La AIReF lamenta la falta de objetivos fiscales en el Plan de Recuperación

22/06/2021 - 

VALÈNCIA (EP). La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, Cristina Herrero, ha lamentado este martes la falta de una hoja de ruta de planificación fiscal, con objetivos y un calendario sobre los mismos, en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Y es que, tal y como ha dicho en su intervención en el seminario 'La economía de la pandemia', organizado por la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, las reformas e inversiones contempladas en este plan deberían encajar con una planificación fiscal y que así se conozca su impacto en las cuentas públicas.

"Ambos planes deberían haber ido de la mano y eso no se ha producido", ha dicho Herrero, destacando que "la única referencia" contemplada en el plan es que este tendrá un impacto de dos puntos en el PIB y un 0,4% sobre el crecimiento potencial, y una creación de puestos de trabajo estimada en 800.000 empleos.

"No hay referencia más concreta de efectos en el Plan de Recuperación", ha dicho. En este sentido, ha señalado que la actualización del programa de Estabilidad contempla unas previsiones "de forma poco precisa".

Frente a ello, ha destacado que esta necesidad "sí lo han entendido algunos países" europeos, con el fin de acompañar la plurianualidad del plan fiscal con el acompasamiento de las reformas previstas a partir de 2024.

La presidenta de la AIReF ha señalado como "fundamental que haya una hoja de ruta" y fijar así "los grandes hitos para dotar de confianza y seguridad a los grandes agentes económicos" y así "saber cuál es el marco en que se va a fijar su actividad en medio y largo plazo", con el coste de las medidas y objetivos concretos para la mejora de la calidad de un marco de gobernanza, ante un marco institucional, ha dicho, "claramente mejorable".

Los riesgos a los que está sujeto el plan 

Por otro lado, Herrero ha destacado cómo, a la hora de elaborar su plan, el Gobierno español ha apostado por multiplicadores "ambiciosos", superior al de países, por lo que alcanzar estas estimaciones está sujeto a tres riesgos principales: una selección deficiente de los proyectos, un retraso en la puesta en marcha de las reformas e inversiones del plan y un retraso en los desembolsos.

En este sentido, Herrero ha señalado la apuesta de España para sus proyectos transformadores por "ámbitos novedosos donde hay poca experiencia y poca evidencia empírica", como es el caso de la 'ruta del hidrógeno', ha dicho, y también la búsqueda de "un ritmo inversor muy fuerte" para concentrar en los primeros años el desarrollo de proyectos, algo sujeto a mayores riesgos.

Pide 'plan B' por si los resultados no son los previstos 

En su exposición, Herrero ha insistido, además de contar con una senda para abordar los desequilibrios fiscales, en contar diferentes planes previstos, con medidas concretas a impulsar, en función de los resultados obtenidos. Las previsiones de la AIReF hasta 2022, están en línea con las del Gobierno, pero no a partir de entonces, ya que esta retrasa la recuperación completa del turismo internacional un año, hasta 2023.

"Es necesario tener un 'Plan B' o un 'Plan C'", ha señalado, apuntando a que, por mucho que la Comisión Europea amparara la atención de todas las necesidades derivadas de la crisis y la pandemia a corto plazo, ha exigido que toda medida estructural que se adopte cuente con financiación suficiente.

En 2023 puede que vuelvan las reglas fiscales 

Es más, ha señalado que, por mucho que aún no se sepa si a partir de 2023 volverán las reglas fiscales, ya estaba pendiente una revisión de las mismas y este proceso "parece que seguirá adelante". Especialmente, ha apostillado, dirigido a una convergencia de la deuda pública entre países, "una especie de regla de gasto" que determine el cumplimiento de esta senda "hasta que se consideren sostenibles".

Una convergencia de la que España parte, ha lamentado, en una posición de "gran vulnerabilidad", dependiendo "fuertemente" de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que garantiza tipos bajos a la hora de financiarse.

Sin embargo, un repunte de los tipos en 100 puntos básicos provocaría un gasto acumulado y adicional en intereses de unos 15.000 millones de euros en tres años, hasta 2024. Superior, por ejemplo, a lo presupuestado en ese período para el nuevo ingreso mínimo vital (IMV).

Y es que del 11% de déficit respecto al PIB alcanzado al estallar la pandemia, la AIReF estima 2,9 puntos de déficit de partida, frente a un déficit medio en la Unión Europea del 0,6%, una "situación no demasiado favorable" a la hora de afrontar la crisis, ha concedido Herrero.

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