VALÈNCIA. Las empresas de sharing miran a València como ciudad potencial para implementar sus servicios y el escenario se complica para el Ayuntamiento de València. De momento, las motos han sido las grandes supervivientes del transporte compartido, pero los patinetes eléctricos no han tenido tanta suerte a pesar del interés de las compañías por operar en València.
La startup Wind, propiedad de la compañía alemana Byke Mobility, se reunía este martes con la Concejalía de Movilidad para exponerles su interés por prestar sus servicios en la ciudad. La compañía, quien manifestó sus intenciones al consistorio en el mes de julio, ya tenía preparados varios centenares de vehículos para distribuirlos por la ciudad tras el despliegue de Lime sin previo aviso.
Sin embargo, la postura del Ayuntamiento de retirar todos los vehículos de la compañía americana frenó a Wind, quien prefirió reunirse con el consistorio y exponerles su visión. De hecho, Gerard Sellarés, gerente de la empresa en España, se encontraba en València esta semana para iniciar la puesta en marcha del servicio tras el despliegue de su competidor.
A pesar de haber sido prudentes en València, Wind ya sufrió un revés a finales de agosto en Barcelona, tras realizar pruebas técnicas en la ciudad condal, donde la Policía acabó retirando los patinetes que habían repartido en las calles para testearlos.
"Somos una empresa alemana que tenemos desde hace tiempo el radar en España. Hace buen tiempo y faltan alternativas de movilidad", apunta Sellarés. La startup ha propuesto al consistorio realizar una prueba piloto antes de realizar una regulación demasiado estricta. "Cuando la regulación está basada en datos reales de la ciudad pueden entrar en juego muchos más actores", asegura.
Evidentemente, no consideran que tengan que ser ellos quienes formen parte del piloto, sino que sea el ayuntamiento quien lo decida y recuerda que existe al menos una decena de empresas que han pasado por el consistorio a manifestar su interés. Uno de los principales problemas expuestos es la ocupación de la vía pública y por ello, desde el ayuntamiento han manifestado la necesidad de una licencia para ejercer su actividad.
Actualmente, Bike Mobility opera en Frankfurt, Munich y Berlín, pero con sistemas de bicicletas, mientras que ahora están en proceso de despliegue de la red de patinetes. "En París estamos es conversaciones muy avanzadas con el ayuntamiento y la puesta en marcha será inminente", asegura. "Estamos reuniéndonos con bastantes ayuntamientos de Europa".
"A diferencia de las bicis, el patinete eléctrico sustituye trayectos en moto y coche", opina Sellarés, quien recuerda que al no tener estacionamiento fijo tienen un equipo 24 horas que mueven los vehículos para equilibrar la demanda. Mientras, el ayuntamiento, quien todavía no ha aprobado normativa de circulación, tiene diversas opciones para establecer un orden, desde regularlo a realizar un concurso u otorgar licencias.