A Fernández la acompañarán sobre el escenario Andrés Martínez, Dianelis Diéguez y Alejandro González
VALÈNCIA. La performer granadina Amalia Fernández representa consecutivamente en La Mutant las tres piezas que conforman su proyecto Solala. El centro de artes vivas acogerá los días 9 y 10 de febrero una conferencia, un documental y un número musical que son el resultado de un periplo vital y creativo por parte de la artista. “Solala es el título que he dado a un proceso creativo en soledad que empezó en el verano del 2022 y que ha ido mutando y diversificándose al entrar en contacto con los acontecimientos de mi vida personal: mi pasión por la salsa, la muerte de mi madre, un nuevo cambio de casa con su mudanza correspondiente…”, explica la creadora.
Las tres piezas escénicas resultantes son independientes entre si, pero han sido creadas para verse una a continuación de la otra, porque, valora Fernández, “es así como pueden crearse ciertas conexiones, ciertos espacios flexibles que dan la posibilidad de que cada persona encuentre algo de si misma en estos relatos”. La primera pieza lleva por título Familia y está planteada como una conferencia donde se expone la trascendencia de la muerte del ultimo progenitor. La granadina parte de ese momento de orfandad en el que ya no se tiene padre ni madre para hacer un ejercicio de memoria, un homenaje y una narración intima y personal que, cuando se comparte, puede convertirse, a grandes rasgos, en la historia de cualquiera de las personas entre el público.
La segunda pieza es Bailar el problema, una propuesta documental donde se plantea el archivo de memoria que cada habitante de Cuba sostiene con su sola existencia. “Pienso que Cuba es una mitología hecha de casi infinitos relatos particulares con los que se construye la historia. Y como hay muchas posibles versiones de la historia, esta que se cuenta en mi pieza es, sencillamente, la que tiene más sentido para mí”, desarrolla la performer. Por último, cajadecuadraditos-squarebox es un número musical que reflexiona sobre la potencia de lo inútil. La pieza está planteada como una pequeña historia sobre las cosas que no sirven para nada: tanto las que hacemos como las que tenemos y guardamos sin saber por qué o para qué.
Amala Fernández se formó en danza clásica en el Real Conservatorio de Sevilla y en danza contemporánea con distintas coreógrafas, como Ana Buitrago, Francesc Bravo, Olga Mesa y Mónica Valenciano. Su trayectoria profesional ha ido de la interpretación, como miembro durante una década de la Cía. El Bailadero-Mónica Valenciano, a la creación independiente a partir de 2005. Es autora, directora e intérprete de las piezas Matrioshka, Kratimosha, En construcción, El resistente y delicado hilo musical, Expografía, Monstruos Musicales y Neti Neti, entre otras. También ha creado otras piezas en colaboración con las artistas Juan Domínguez, Nilo Gallego, Sonia Gómez y Cuqui Jerez.