La institución que gobierna Luis María Linde advierte de la presión que ejercen los bajos tipos de interés sobre la rentabilidad bancaria
MADRID (EP). El Banco de España avisa de que la baja cotización de los bancos españoles en bolsa "dificulta" la posibilidad de ampliar capital para reforzar los niveles de solvencia que, no obstante, superan "con holgura" los mínimos regulatorios.
El organismo que encabeza Luis María Linde señala que la presión que ejercen los bajos tipos de interés en la rentabilidad bancaria está afectando a la evolución en bolsa de la entidades, que han mostrado una tendencia decreciente a lo largo del año.
Según consta en el Informe de Estabilidad Financiera de noviembre, el primer episodio de corrección de las cotizaciones bursátiles se produjo a comienzos del año y vino seguido de una recuperación a partir de mediados de febrero.
En el mes de junio, sobre todo a finales, se observó un descenso pronunciado de las cotizaciones que se vio agudizado tras la decisión del pueblo británico de abandonar la Unión Europea. En aquel momento, las caídas de los índices de los sectores bancarios de los principales países europeos se situaron entre el 13% y el 22% un día después del referéndum sobre el 'Brexit'. A partir de esos mínimos, que provocaron que el Ibex 35 registrara la mayor caída de su historia (-12,3%), las cotizaciones se han ido recuperando progresivamente.
El Banco de España indica que la evolución del sector bancario español a lo largo del año "ha sido comparativamente mejor" que la de otros países de su entorno, situándose a nivel de Francia y por encima de las medias europea y de la Eurozona. Sin embargo, esto no impide que el ajuste sea cercano al 10%.
Los bancos españoles que cotizan en el Ibex 35 acumulan en lo que va de año descensos que oscilan entre el 4,4% de Santander y el 70% de Banco Popular, la entidad que más está sufriendo en Bolsa este ejercicio.
Más allá de los factores que afectan a la cotización del sector en general, las acciones de la entidad que preside Ángel Ron han sido castigadas hasta perder el nivel del euro por acción, frente a los 3,043 euros con los que terminaron 2015.
El banco ha realizado este año una ampliación de capital por 2.500 millones de euros, ha nombrado nuevo consejero delegado (Pedro Larena) y ha cambiado su estructura, además de separar su negocio bancario del inmobiliario. La entidad, que dotará provisiones por más de 4.000 millones de euros a final de año, es consciente de que cerrará el ejercicio con pérdidas.
Tras Popular, los mayores recortes los protagonizan Sabadell (-26,7%) y Bankia (-26,5%). La entidad catalana sufrió un fuerte descalabro después del referéndum del Brexit, debido a su posición en Reino Unido, donde opera con TSB. Sus títulos marcaron un mínimo de 1,091 euros el 7 de julio y ahora cotizan a 1,21 euros.
Bankia, por su parte, inició el año por encima del euro, un nivel que perdió el 7 de enero y que hoy trata de recuperar. Las acciones de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri marcaron un mínimo de 0,568 euros el 24 de junio y han conseguido remontar hasta los 0,787 euros. La caída de Caixabank supera el 15% en lo que va de año, quedando lejos de los recortes de BBVA (-7,16%), Bankinter (-6,61%) y Santander (-4,45%).