LONDRES (EP). El operador de la Bolsa de Londres, London Stock Exchange (LSEG), ha admitido públicamente que considera poco probable que la Comisión Europea autorice su fusión con Deutsche Boerse (DB), el operador de la Bolsa de Fráncfort, después de que la firma británica haya decidido no aceptar la última exigencia de Bruselas, que requería la venta de su participación en la plataforma electrónica de negociación MTS, al considerar "desproporcionada" esta condición.
"LSEG cree improbable que la Comisión autorice la fusión", indicó el operador de la Bolsa de Londres en un comunicado, donde explica su decisión de no remitir a Bruselas ninguna alternativa relacionada con el requisito de desinvertir en MTS al juzgar que cualquier acción en este sentido "podría poner en peligro las relaciones cruciales de LSEG con los reguladores y ser perjudicial para los actuales negocios en Italia".
MTS es una plataforma electrónica para la negociación mayorista de deuda soberana y de otros valores de renta fija considerada como entidad sistémica en Italia por su significativo papel en la negociación de bonos del Gobierno italiano y, a pesar de que MTS no es una de las principales fuentes de inggresos de LSEG, los negocios en Italia del operador londinense sí representan una proporción significativa de sus ingresos, explicó la firma británica.
La Comisión Europea ha exigido a LSEG y DB el compromiso de desprenderse de la participación mayoritaria que la Bolsa de Londres mantiene en MTS como requisito necesario para lograr la autorización de la fusión entre ambos operadores bursátiles.
London Stock Exchange (LSEG) y Deutsche Boerse anunciaron el 23 de febrero de 2016 que mantenían "discusiones pormenorizadas" con vistas a una potencial fusión "entre iguales" de sus negocios, mientras que alcanzaron un acuerdo formal para ello el pasado 16 de marzo.
La fusión de LSEG y Deutsche Börse daría como resultado una nueva sociedad denominada UK TopCo, cuyo valor de mercado podría superar los 25.000 millones y que permitirá un ahorro anual de costes de 450 millones de euros, según informaron las compañías en marzo.