La cafetería del MuVIM cambia de manos

VALÈNCIA. La cafetería del MuVIM cambiará de cara proximamente, aunque, a diferencia de otras ocasiones, esta vez parece que no habrá un lapso de tiempo significativo entre el cierre de un proyecto y la apertura de otro. En enero Muviment, el proyecto actual, que funciona desde 2019, dirá adiós. La licitación del nuevo servicio de cafeteria, aún abierto, parece despejar su resultado en favor de Aqua i Mas Servicios y Gestión SL, empresa concesionaria, por ejemplo, del Café Rialto, en el edificio que alberga el teatro público y La Filmoteca Valenciana.

Muviment fue la ganadora del anterior concurso tras unos meses de parón desde que la Diputación de València convocó la nueva licitación hasta que se pudo resolver. A lo largo de estos años, el perfil de la cafetería ha sido el de combinar la oferta gastronómica con agenda cultural, en la que destaca el nacimiento del ciclo Colors al Cercle, una serie de conferencias y charlas sobre el mundo LGTBIQ+ que ahora se celebra en Llit del Túria. También ha habido conciertos, ruedas de prensa, un ciclo de cine valenciano y diferentes actos privados.

La empresa concesionaria, del grupo Salir en Valencia, no mantendrá la concesión y la Diputación de València inició nada más iniciar el curso el proceso para el relevo. Partían de un cánon base de 6.101 euros anuales, que las dos empresas que se han presentado han tenido que mejorar. Al concurso se presentaron Ilitia Mediterránea y Aqua i Mas. 

Ilitia Mediterránea gestiona varias piscinas y cafeterías de institutos. Este mismo año, Alicante Plaza informaba que, a pesar de estar en causa de disolución, esta empresa ha ido ganando sistemáticamente diferentes concesiones. Empatadas en todos los criterios que no sean el precio, finalmente Aqua i Mas ha obtenido mejor puntuación porque pagará un mayor cánon, algo por encima de 12.000 euros (IVA incluido). 

El contrato, que se formalizará en las próximas semanas, tiene una duración de dos años, prorrogables a otros dos, año a año. La organización de una agenda cultural paralela no es ni un requisito ni un mérito en el concurso, así que la vida nueva que dio al espacio Muviment dependerá de la estrategia empresarial de los nuevos inquilinos, que sí tienen la obligación de estar abiertos (al menos) siempre que el museo lo esté también y a servir almuerzos y menús de mediodía a precios populares, con un descuento del 30% para los y las trabajadoras del Muvim.

Un escueto informe de viabilidad sobre el proyecto calcula que el 4% de los visitantes del museo consume una media de 5 euros en la cafetería. Y solo con eso, ya sería más que rentable la concesión, a ojos de la Diputación de València.