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VALÈNCIA. El sistema de gestión de envases SDDR, que implica el pago de un suplemento de diez céntimos como mínimo que el consumidor recupera al devolver en el punto de venta las botellas vacías de agua, refrescos, zumos o cerveza, generará costes añadidos a los supermercados, pequeños comercios o gasolineras que quedarán obligados a gestionarlo. Así lo advierte el presidente de la patronal autonómica CEV y vicepresidente de la CEOE, Salvador Navarro, en una entrevista a 99.9 Plaza Radio en relación al Real Decreto que prepara el Gobierno para implantar este sistema si no se consiguen con el sistema actual los objetivos de reciclaje marcados por la Unión Europea.
Como publicó Valencia Plaza, durante la pasada legislatura el Consell trabajó en la implantación del este sistema solo en la Comunitat Valenciana, pero la división interna en el propio Govern del Botànic entre el PSPV y Compromís y la oposición de las organizaciones empresariales a su despliegue, con la patronal autonómica de los supermercados Asucova a la cabeza, frustraron los planes del exsecretario autonómico de Medio Ambiente de la Generalitat, Julià Álvaro para desplegarlo.
Cuatro años después es el Gobierno central el que plantea la implantación de este sistema en toda España como parte del paquete de reformas al que se ha comprometido ante Bruselas dentro del Plan de Transformación y Resiliencia. Aunque el Real Decreto que lo contempla acaba de salir a información pública y es susceptible de sufrir cambios, las organizaciones empresariales que encabezaron la oposición a la llegada del SDDR a la Comunitat Valenciana mantienen prácticamente las mismas reservas sobre su imposición en todo el territorio nacional.
Para el presidente de la CEV, la adopción del sistema SDDR, prevista en el caso de que España no cumpla los objetivos de recogida separada de botellas de plástico del 70% en 2023, requiere de estudios previos "rigurosos" sobre su viabilidad "económica y medioambiental" porque para las empresas va a suponer un sobrecoste que, a su juicio, debería ir acompañado de la demostración de que este sistema mejoraría la situación actual de recogida selectiva mediante contenedor.
Al quedar obligadas por el Real Decreto del Ministerio de Transición Ecológica a implantar este sistema en sus establecimientos, empresas como supermercados, pequeños comercios o gasolineras tendrán que habilitar un espacio para almacenar los envases y dedicar personal para su recogida y posterior entrega al agente encargado de trasladarlos a las plantas de tratamiento.
Además, los establecimientos tendrán que adelantar a los clientes los diez céntimos por envase del depósito que abonaron previamente y posteriormente los recuperarán cuando el gestor de los residuos valide que están en condiciones. Además, el sistema podrá ser automático o automatizado con máquinas, ya que en función de la superficie del establecimiento se establecerían un mínimo de máquinas de retorno y depósito a instalar.
Por su parte, la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova) rechaza el sistema porque, en el caso de que se dieran las condiciones previstas en el Real Decreto para su implantación, las empresas de distribución continúan creyendo que la propuesta "no soluciona el problema del nivel reciclaje de envases ligeros y que hay alternativas menos gravosas para las empresas y la ciudadanía".
Asucova, a la que pertenecen grandes agentes de la distribución como Mercadona, Consum, MasyMas o Dialprix, considera que cualquier iniciativa obligatoria debería tener una implantación nacional y dentro del actual sistema colectivo de responsabilidad ampliada (SCRAP); esto es, integrado en el sistema de recogida selectiva mediante contenedores en la calle que en España es gestionado por Ecoembes y totalmente al margen del canal de distribución.
A su juicio, además, debería incluir una amplia cobertura de envases, ya que en el caso de aplicarse el SDDR previsto por el Gobierno solo entraría una parte pequeña de los envases ligeros.
Asucova, que canalizará sus alegaciones a la norma a través de la patronal nacional de los supermercados (Asedas), es partidaria en cualquier caso de mejoras los actuales sistemas antes de introducir otros nuevos. Según destaca su responsable en la Comunitat, Pedro Reig, Asucova apoya el proyecto Reciclos, una iniciativa de Ecoembes que consiste en incentivar mediante recompensas el reciclaje mediante un sistema de recogida en máquinas.
Ecoembes ya ha comenzado a implantar en la Comunitat Valenciana las máquinas de este sistema, conocido como SDR (devolución y recompensa), en colaboración con la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de València. Entre los incentivos que ofrece están billetes para la EMT o bonos de Valenbisi a cambio de depositar envases en alguna de las trece máquinas localizadas en mercados o dependencias municipales de València.
Sobre el resto del decreto, que contempla cambios para la distribución como la prohibición de usar el plástico en formatos de venta de fruta y verdura inferiores a 1,5 kilogramos, Asucova lamenta no haber tenido una mayor participación en la preparación de la norma "porque afecta y supone cambios importantes a todos los niveles –maquinaria, producción, logística, gestión interna de residuos– en toda la cadena agroalimentaria, que necesita un tiempo para adaptarse por los cambios que supone y por la inversión económica".
"No obstante, ahora tenemos un pequeño plazo de participación publica en la que intentaremos modificar las cuestiones que nos afectan y son inviables técnica o económicamente –incide Reig– sin perder el objetivo que persigue la ley".
Con todo, el responsable de Asucova destaca que las empresas ya han trabajado en los últimos años para adaptare "de un modo extraordinario" con un enfoque claro en la sostenibilidad y la economía circular.