VALÈNCIA. La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) comparte la posición de las asociaciones del sector turístico —Hosbec, Apha, CET-CV, Aete y Ashotur — y rechaza el acuerdo suscrito por el PSPV, Compromís y Podem con el que se pretende aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos con la "falsa excusa" de favorecer un turismo de calidad.
"A la falta de sensibilidad con el sector demostrada por Compromís y Unides Podem, se une ahora la del PSPV, que con la firma de este acuerdo desautoriza el compromiso del president de la Generalitat, quién afirmó no compartir la oportunidad de este impuesto y pidió apoyo y empatía con el sector turístico", asegura la patronal en un comunicado.
La organización empresarial considera que el Botànic olvida que el sector turístico desarrolla su actividad en un entorno económico globalizado y de gran incertidumbre y que el mero anuncio de este impuesto "afectará negativamente la imagen y la competitividad de esta Comunidad".
Al igual que todas las asociaciones de turismo representadas en la CEV, la Confederación se anuncia que se opondrá totalmente a este impuesto dado que el turismo es una fuente de riqueza y creación de empleo fundamental para esta Comunidad, además de una actividad económica estratégica que no se puede desestimular con cargas impositivas innecesarias.
"La promesa, incluida en el acuerdo, de dialogar con el sector, parece una burla porque las empresas turísticas ya han manifestado en muchas ocasiones cuál es su posición y sus reivindicaciones no han sido escuchadas", asegura la CEV.
Por otro lado, según destaca la patronal, el anuncio no puede llegar en peor momento, tras 22 meses de una crisis que ha castigado especialmente al turismo, cuando no se han recuperado las cifras de visitantes y de gasto ligadas al turismo internacional "y en medio de la incertidumbre ante posibles restricciones a consecuencia de la nueva ola de contagios".
También las cámaras de Comercio de la Comunitat, reunidas este miércoles en Comité Ejecutivo en Alcoy (Alicante), se han mostrado contrarias a la implantación de una tasa turística por "perjudicar a un sector que ya está sufriendo gravemente las consecuencias de la crisis sanitaria".
En un comunicado, las entidades camerales de la Comunitat han expuesto que "estamos en el momento de fomentar la actividad económica, y no de poner en riesgo su competitividad". El consejo de cámaras se muestra contrario a "incrementar la presión fiscal en un sector que es clave para la economía valenciana y que ya está muy afectado por la crisis sanitaria".
El consejo está presidido por José Vicente Morata e integrado por la presidenta de Cámara Castellón, Lola Guillamón, y los presidentes de Cámara Alicante, Juan Riera; de Cámara Alcoy, Pablo de Gracia, y de Cámara Orihuela, Mario Martínez.
Por su parte, el alcalde de Cullera (Valencia), el socialista Jordi Mayor, se ha mostrado tajante al asegurar que el municipio no aprobará la tasa turística pactada de cara a 2022 por las fuerzas políticas que sostienen al gobierno autonómico del Botànic.
"Cullera no la aprobará de ninguna manera", ha dicho la máxima autoridad local. A juicio de Mayor, "no es el momento" ni considera que vaya a beneficiar al sector turístico, ya de por sí "tocado" por los efectos de la pandemia de la covid-19.
"Cullera será una ciudad libre de tasas turísticas", ha insistido el primer edil, ya que "ni las quiere el sector ni las quiere el ayuntamiento". Desde el consistorio recuerdan, en un comunicado, que los datos de recuperación turística que sitúan ya en muchos aspectos al municipio en cifras prepandemia indican una recuperación del sector. "Esa recuperación no se puede poner en peligro y menos con tasas que no solucionan el problema de la infrafinanciación de los municipios turísticos", ha aseverado el primer edil.
"La vía cullerense es la de estar al lado del sector, fomentar el impulso y recuperación del turismo sin gravar más al turista. Nuestra preocupación es conseguir financiación europea, como los tres millones que vamos a recibir de los fondos Next Generation para modernizar el paseo marítimo, por ejemplo. Lo otro es el chocolate del loro que no nos soluciona ningún problema y sí que podría crearnos muchos", ha concluido.