VALÈNCIA. El proyecto de la CEV para asumir el relevo de la quebrada Cierval como patronal de ámbito autonómico toma cuerpo con el paso de los meses. Uno de los principales hitos en ese proceso será el desembarco de la organización empresarial valenciana con 21 vocales propios en la junta directiva de la patronal nacional CEOE, el triple de los que controla en la actualidad.
La organización que preside Salvador Navarro contaba hasta ahora con siete asientos en la junta de la CEOE. A ellos se sumarán los diez puestos ocupados por representantes de Cierval, que serán asumidos por la nueva organización autonómica, más otras cuatro o cinco nuevas vocalías que pretende asumir hasta llegar a 21 o 22 en total. Los asociados de la patronal nacional pagan una cuota anual de 9.000 euros por cada uno de esos asientos.
La apuesta de la CEV por aumentar su peso en la junta directiva de la CEOE responde a un doble objetivo. Por un lado, evitar que la asunción de los vocales que tenía Cierval pueda ser utilizada como prueba de que la ampliación del ámbito territorial de la CEV tras la desaparición de Cierval supone una sucesión de empresa. La organización quiere evitar por todos los medios que esto ocurra, sobre todo tras la demanda que varios extrabajadores de Cierval han presentado para que su despido sea considerado nulo sobre el argumento de la sucesión de empresa.
Por otro, la organización podrá hacer valer su mayor peso en la CEOE como argumento para captar a nuevos asociados, que podrán optar a ocupar alguno de esos nuevos asientos para estar directamente en la junta directiva de la organización que preside Juan Rosell. En este sentido, cabe recordar que desde que dio el paso de convertirse en autonómica, la CEV se ha lanzado a captar como socias a las principales federaciones sectoriales de Alicante y Castellón y ha intensificado la entrada de empresas directamente asociadas.
En la última asamblea de la CEV, celebrada el pasado marzo para aprobar la ampliación de su ámbito territorial, también se acordó duplicar la cuota que pagan las federaciones sectoriales de 652 euros a 1.304 euros, un incremento de la recaudación con el que a su vez se financiará el aumento de la representación en CEOE.
Esa asamblea, en la que también se aprobó la modificación puntual de los estatutos para ampliar su ámbito territorial y tomar el relevo de la quebrada Cierval, tendrá su continuidad el próximo octubre, en una convocatoria extraordinaria para aprobar definitivamente todos los cambios necesarios para la nueva etapa y renovar sus órganos de gobierno.
Cuando anunció la transformación de la CEV en autonómica, Navarro se propuso iniciar un periodo de negociación para afianzar el carácter "libre, voluntario, integrador y vertebrador" de la nueva patronal, con un llamamiento específico a que los empresarios de Castellón y Alicante pudieran sentirse "representados y cómodos" en ella. Por ello se aplazó la reforma estatutaria con el objetivo de adaptarla a lo que se acordase en los meses siguientes.
No obstante, la negativa de la CEV a reconocer un estatus especial a la alicantina Coepa, que aspiraba a mantener el monopolio de la representación empresarial de su provincia, y el rechazo de la dirección de Coepa al modelo de funcionamiento propuesto por Navarro –un vocal, un voto–, han acabado con las dos organizaciones enfrentadas. Hasta el punto de que la alicantina lidera por su cuenta un movimiento asociativo para constituir otra organización autonómica y poder optar a las subvenciones de la Generalitat, ya que no reconoce la legitimidad de la CEV como organización autonómica.
Con la entrada de las patronales de las otras dos provincias descartada por el momento, la reforma estatutaria que la asamblea de la CEV aprobará en octubre plasmará los principios básicos de la nueva organización esbozados por Salvador Navarro hace cinco meses, pero incorporará algunos matices fruto del trabajo que se ha realizado en los últimos meses.
Una de las principales novedades tiene que ver con las vicepresidencias. La propuesta inicial de Navarro era contar con seis, tres territoriales y tres sectoriales, pero la cifra probablemente se ampliará a nueve. La propuesta es habilitar otras tres vicepresidencias que serían ocupadas por personas elegidas por libre designación. El objetivo es garantizar la presencia de al menos un tercio de mujeres empresarias en la cúpula de la patronal.
La propuesta para la representación territorial se mantiene como se dijo al principio. Cada provincia contará con un consejo empresarial cuyos respectivos presidentes no serán impuestos desde Valencia, sino elegidos por los vocales de su provincia y, a su vez, serán vicepresidentes de la organización autonómica.
Definida la futura estructura y la forma de funcionamiento en los nuevos estatutos se convocarán elecciones a la patronal. Lo más probable es que los comicios se celebren en marzo o abril, al mismo tiempo que la asamblea general ordinaria en la que se apruebe el presupuesto de 2018 y las cuentas de la organización.