VALÈNCIA (EP). Los beneficios de la cirugía bariátrica para las personas obesas van más allá de la pérdida de peso, según un estudio presentado este jueves en EuroEcho 2019, el congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
La autora del estudio, doctora Marie-Eve Piché, del Instituto de Corazón y Pulmón de Quebec en Canadá, señala que "la cirugía bariátrica fue concebida para perder peso. Nuestro estudio indica que también puede revertir la disfunción cardíaca subclínica --añade--. Dado que esta anormalidad predice eventos cardiovasculares adversos y mortalidad, su reversión podría traducirse en un mejor pronóstico".
Las personas obesas tienen un doble riesgo de enfermedad cardiovascular. El riesgo aumenta exponencialmente con el número de comorbilidades relacionadas con la obesidad: a saber, diabetes tipo 2, hipertensión y dislipidemia.
La obesidad y sus comorbilidades afectan la estructura y la función cardíacas antes de que ocurra una enfermedad cardíaca manifiesta, la llamada enfermedad cardíaca subclínica, que se puede detectar con imágenes cardíacas.
Este estudio examinó los efectos de la cirugía bariátrica en la enfermedad cardíaca subclínica. También analizó el impacto sobre la diabetes, la hipertensión y la dislipidemia.
El estudio incluyó a 38 pacientes obesos que se sometieron a cirugía bariátrica y 19 pacientes, emparejados por edad y sexo, que permanecieron en la lista de espera quirúrgica. Las mediciones al comienzo del estudio (antes de la cirugía bariátrica) y a los seis meses incluyeron ecocardiografía, peso corporal, presión arterial, lípidos en sangre y glucosa en sangre.
A los seis meses, los pacientes en el grupo de cirugía habían perdido el 26% de su peso corporal total, mientras que los que estaban en la lista de espera mantuvieron el mismo peso.
Las tasas de comorbilidades a los seis meses fueron significativamente más bajas en el grupo de cirugía en comparación con el grupo de la lista de espera: el 30% tenían hipertensión frente al 61%, el 5% tenían dislipidemia frente al 42% y el 13% tenían diabetes tipo 2 frente al 40%, respectivamente.
Unos 22 pacientes (58%) en el grupo de cirugía tenían enfermedad cardíaca subclínica al comienzo del estudio. En el 82% de esos pacientes, la función cardíaca subclínica se había normalizado a los seis meses después de la cirugía. En contraste, la enfermedad subclínica empeoró en el 53% de los pacientes en la lista de espera durante el mismo período.
Se obtuvieron pruebas adicionales de una mejor función cardíaca subclínica en el grupo de cirugía mediante comparaciones con 18 controles de peso saludable de la misma edad y sexo. Antes de la cirugía, los pacientes obesos tenían una función cardíaca subclínica peor que los controles de peso saludable. A los seis meses, la función cardíaca subclínica fue similar en ambos grupos.
"Mostramos que la función cardíaca subclínica anormal en pacientes obesos es común --añade la doctora Piché--. Pronto (en seis meses) tras de la cirugía bariátrica, se normaliza en más del 80% de los pacientes y es comparable a los controles de peso normal".
"Las comorbilidades relacionadas con la obesidad también mejoran
--prosigue--. Curiosamente, la remisión de la diabetes tipo 2 después de la cirugía bariátrica se asoció con una mejora en la función cardíaca subclínica. Por el contrario, las personas obesas con diabetes tipo 2 que permanecieron en la lista de espera quirúrgica mostraron un empeoramiento de su función miocárdica subclínica durante el seguimiento".
Según asegura, "a cirugía bariátrica es un enfoque eficaz para la pérdida de peso. Este estudio sugiere que tiene beneficios adicionales sobre la función cardíaca subclínica, diabetes tipo 2, hipertensión y dislipidemia. Se necesitan estudios longitudinales para mostrar si estos cambios reducen la enfermedad cardiovascular".