VALÈNCIA. La Ciudad de la Justicia de València comienza a prepararse para la avalancha de ciudadanos que, una vez salidos de las fases de confinamiento, poblarán sus pasillos. Desde la Conselleria de Justicia están implementando una serie de medidas de seguridad para evitar, en la medida de lo posible, que el virus se contagie en un lugar donde cada día pasan cerca de 15.000 personas y trabajan más de 1.500.
Entre las novedades que se encontrarán los usuarios que acudan al centro judicial nos familiaciremos con las pegatinas que dividen el suelo en dos rutas, una de ida y otra de vuelta. Los ascensores también se han dividido. En cada sección del edificio, y hay tres ascensores por sección, dos serán sólo de subida y el tercero, de bajada. Lo importante es conseguir lo conocido como distanciamiento social, dos metros de una persona a otra.
Para ello, en las sillas que hay frente a cada sala de juzgado también se ha inhabilitado una de cada dos para evitar que dos personas permanezcan juntas. Las escaleras también están señalizadas con una ruta de subida y otra de bajada, así como los mostradores de los juzgados tienen una pegatina en el suelo para que la persona que vaya a cada uno de ellos no se acerque a menos de un metro.
Aunque la novedad estrella dentro de la Ciudad de la Justicia son los parabanes de metacrilato que separarán a los usuarios de los funcionarios. Por el momento, menos de la mitad de los juzgados de València los tienen instalados pero, teniendo en cuenta que todavía no se sabe cuándo volverán a correr los plazos ni cuándo se reanudará la actividad normal, todavía queda tiempo para completar su instalación.
Además de las medidas para que los que vengan de fuera no tengan ningún contacto directo con los trabajadores, la Ciudad de la Justicia también cuenta con otras medidas de autoprotección como los guantes, las mascarillas o el gel hidroalcohólico. La realidad es que lo funcionarios cuentan con todo menos con las pruebas que podrían decir si tienen o han tenido coronavirus, pues por mucha protección que haya contra las personas que vienen que fuera, si un funcionario tiene el virus y está al lado de otro, lo contagiará.
De momento, los únicos que sí se ha sometido a las pruebas de Covid son los jueces, pues el Consejo General del Poder Judicial ha incluído la prueba serológica dentro de la revisión anual a la que los magistrados valencianos se someten. Los funcionarios y los fiscales, si quieren saber si han pasado o tienen el virus se lo deberán pagar ellos mismos.
Dentro de las nuevas medidas de protección que se están implementando, llama la atención que en la entrada, como ha podido comprobar Valencia Plaza, en el escáner que se utiliza para que pasen los bolsos o los maletines la gente pone sus pertenencias sobre la cinta y nadie limpia esa cinta antes de que otro usuario la utilice.
Las salas de juicio también deberán adecuarse a las nuevas medidas aunque, de momento, la instalación de las pantallas todavía no ha llegado a ellas. Otra pregunta que surge es, qué ocurrirá cuando haya un juicio mediático y, además de público, quiera entrar la prensa.
De momento, en la Ciudad de la Justicia, sólo hay una sala para los macrojuicios, la Sala Tirant, en la que habitualmente se celebran los juicios de corrupción, pero la vida judicial va más allá de la corrupción, pues los sucesos acaparan una gran mayoría de los minutos televisivos y de radio o, hacen correr ríos de tinta y, en València, la sala del Jurado es de las salas más pequeñas que hay. De hecho, es bastante habitual en los juicios mediáticos ver a parte de la prensa sentada en el suelo. ¿Qué sucederá a partir de ahora?