VALÈNCIA. En la València que quiere ser music city, las promotoras no tienen tan fácil montar un evento musical como puede parecer. Las necesidades del sector y las nuevas tendencias de consumo de la música en directo van por delante de la cartera de recintos que puede ofrecer València. En este sentido, la ciudad no cuenta con un gran recinto de conciertos dedicado o diseñado especialmente para ello. Más allá de los conciertos de pequeño formato en las salas, los macrofestivales acuden a localidades como Burriana, Benicàssim o Villena, donde encuentran lugares donde poder congregar entre 30.000 y 50.000 personas al día.
Con todo este panorama, en los últimos años ha surgido un espacio que se ha convertido en la niña bonita de los festivales urbanos en València: la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. El primer gran evento musical que tuvo lugar en el recinto fue en 2008, con la primera edición del macroconcierto MTV Winter, con la ayuda directa de un millón de euros por parte de la Generalitat para su realización. El proyecto se descontinuó en 2011 y en 2015, el espacio volvió a la pomada con la realización de la primera edición del Festival de les Arts, una iniciativa que ha servido como experimento bien salido para la celebración de más festivales.
En los últimos años, la misma organización del Festival de Les Arts aprovechaba el montaje para mantener la estructura durante dos fines de semana consecutivos para aprovechar los gastos y montar un macroconcierto como el de Vetusta Morla en 2018 o Love The 90's. Este año, las fechas se multiplican: el 30 de mayo volverá la fiesta Love The 90's, el 5 y 6 de junio será el turno del Festival de Les Arts, el 13 y 14 de junio Alejandro Sanz hará parada con su gira en dos fechas en València, y el 10 y 11 de julio será el turno de la primera edición de Big Sound, un festival que traerá a grandes nombres de la escena urbana y de reggeaton.
De esta manera, el recinto se afianza en el mapa de unos eventos de gran tamaño cada vez más presentes en València. Aunque a veces han trascendido problemas vecinales por culpa del ruido, desde la gestora de CAC aseguran a este diario que "como espacio, estamos encantados de acoger este tipo de eventos". Desde la última modificación de la Ley del Ruido, que iguala los eventos de Mediterranew Fest a fiestas como las fallas, estas trabas estarían más despejadas.
Desde la institución piden tres condiciones: primero, que el evento cumpla con la misión y visión del propio organismo (en lo práctico, que no sea un evento que incite a la violencia o tenga tintes racistas o de otro tipo de odio); que las condiciones del evento se ajusten escrupulosamente a la legalidad y que encuentre una fecha disponible, "algo muy difícil", según comentan desde el CAC.
La clave de este complicado mapa de recintos en realidad es el aforo. La Ciudad de las Artes y las Ciencias tiene un aforo máximo de unas 20.000 personas. Con la construcción del pabellón Arena, al que no se le espera hasta 2023, los macroeventos tendrán un espacio creado ad hoc para la música en directo y que podrá competir por aforo con la CAC, unas 18.600 personas, según el último proyecto. El Auditorio Marina Sur ya cuenta aproximadamente con esa capacidad. Finalmente, la Plaza de Toros llegaría a unas 12.000 personas de aforo.
En realidad, salvo que, al reflejo del Palau Sant Jordi de Barcelona o el WiZink Center de Madrid, el Arena pueda mutar para poder acoger también conciertos de unas 3.000 o 4.000 personas, el problema de que las giras europeas no pasen por València podría seguir sin resolverse. Ahora mismo, entre el concierto de aforos menores a 400 personas y superiores a 12.000 no existen. València busca sus lugares musicales y la Ciudad de las Artes y las Ciencias para ser -por ahora- uno de ellos.