VALÈNCIA. Uno de los debates habituales a la hora de configurar un presupuesto municipal es precisamente la columna de ingresos, especialmente en lo referente a los tributos municipales, cuántos se pagan y cómo se distribuye la presión fiscal. Pues bien, el Consejo General de Economistas hizo público el pasado mes de septiembre un informe sobre el panorama de la fiscalidad local, según el cual la ciudad de València se encuentra en la parte baja de la tabla en ingresos fiscales por habitante de todas las capitales de provincia.
Concretamente, el estudio realizado por el organismo en base a los datos de 2023 señala que el Cap i Casal ingresó por tributos locales 626 euros por habitante, lo que supone cerca de un 12% menos que la media de las capitales españolas, situada en los 705 euros. De modo que València se sitúa en el puesto número 13 por la cola. En cuanto a las grandes ciudades, se encuentra sólo por encima de Bilbao (609 euros) y Málaga (571), por detrás de Zaragoza (651), y más lejos de Sevilla (696) y de las dos capitales, que lideran el ranking: Madrid, con 1.001 euros por habitante; y Barcelona, con 978 euros por habitante.
Cabe destacar que los datos, al ser del año 2023, no tienen en cuenta todavía las modificaciones fiscales aprobadas para este ejercicio por el nuevo ejecutivo de PP y Vox, donde se incluyeron rebajas del 20% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), bonificaciones de hasta el 95% en la plusvalía municipal para herencias y transmisiones de negocios y la reducción del 8% en el impuesto de vehículos así como la merma a la mitad de la tasa de alcantarillado.
Estos cambios habrán supuesto, según las cuentas anuales, una merma de 70 millones en ingresos fiscales, lo cual habrá distanciado a la baja todavía más a la capital del Túria de la media de capitales españolas. Con todo, para 2025 se ha aprobado una nueva tasa de residuos -como en el resto de municipios- y se ha incrementado el ICIO un 3%, aspectos que tampoco aparecen representados en el análisis del Colegio de Economistas.
Es interesante atender a los ingresos por tributos, especialmente de los dos más importantes: el IBI y el IAE. El primero es el más destacado -en la mayoría representa al menos el 60% de los ingresos tributarios-. Aquí València se sitúa más próxima a la media (333 euros), aunque todavía por debajo, con 297 euros por habitante. En este caso, muy por delante de Bilbao (161), Málaga (245), Zaragoza (251) o Sevilla (258). Las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona, siguen liderando en ingresos por el IBI, con 470 y 449 euros respectivamente.
Con todo, lo cierto es que el Cap i Casal es, de las grandes ciudades, donde mayores son las cuotas medias a satisfacer por el IBI urbano, esto es, el que paga la mayoría de contribuyentes, tal como refleja la tabla inferior, incluida en el estudio, donde se comparan las cuotas a pagar en función de ciertos valores catastrales.
Por otra parte, el estudio toma el caso de un inmueble de 100.000 euros de valor catastral y realiza una comparativa de la cuota a pagar en 2018 y en 2023 para evaluar la variación. Aquí, el Consejo General de Economistas reconoce que "el comportamiento ha sido dispar entre capitales de provincia y así algunas han reducido la cuota a pagar mientras que otras la han incrementado". En el caso de València, se redujo en 22 euros.
En el caso del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que se cobra a las empresas que facturan más de un millón de euros anuales, el estudio reconoce que tras las exenciones aprobadas hace varios años ha perdido "la importancia recaudatoria que tuvo en épocas pasadas": actualmente, por lo general supone entre el 5% y el 11% de los ingresos fiscales y sólo supera el 14% en Sevilla y Pamplona.
En este caso también València sigue por debajo de la media en ingresos por habitante, pues recauda 32,8 euros per cápita frente a los 40,8 euros de la media de capitales españolas, lo que supone casi un 20% por debajo. Así, respecto a otras ciudades comparables, se sitúa sólo por encima de Málaga (31,5) y por debajo de Bilbao (40,5), Madrid (41,4), Zaragoza (41,8), Barcelona (53,9) y Sevilla (68,7), que lidera este ranking.
Con todo, el Colegio de Economistas también acude a un ejemplo práctico para comparar la cuota tributaria del IAE a satisfacer en cada ciudad. Y aplica a un mismo caso -con 1.000 euros de cuota previa- los coeficientes mínimos y máximos, los índices que cada municipio establece para cada negocio según la calle en que se encuentran. Así pues, se verifica que València es la ciudad que mayor diferencia presenta en sus coeficientes, de manera que en este caso, un negocio pagaría 3.800 euros en las zonas más atractivas (como Barcelona o Madrid) y 700 en las más modestas
Así pues, el Colegio de Economistas recoge diferentes conclusiones y propuestas de reforma en el marco de la fiscalidad municipal. Además de ver "conveniente" la reforma del sistema de financiación local de manera conjunta con el autonómico, también considera "deseable" la revisión de la propia fiscalidad dado que esta "recae en exceso sobre los bienes inmuebles" no sólo a través del IBI sino también con la imputación de rentas en el IRPF o con el Impuesto de Patrimonio, "ejemplos de gravamen de estos bienes solamente por la mera tenencia de estos".
Pero el estudio indica que el impuesto que necesita una revisión "desde hace muchos años" es el Impuesto sobre Actividades Económicas. En ese sentido, el Colegio de Economistas considera que el tributo "grava de manera importante a unas empresas y a otras no", dado que se cobra a partir de la facturación anual de un millón de euros, por lo que puede que entre las que lo pagan y las que no solamente "haya algunos euros de diferencia en cuanto a facturación, lo cual debería ser resuelto".
En cuanto a otros impuestos, el Colegio también insta a modificar la regulación del impuesto de vehículos para vincular el municipio donde tributa el vehículo y el lugar de residencia real del titular para evitar el fraude fiscal. Algo que los municipios ya han señalado en casos como las empresas de renting y leasing. El informe también ve "deseable" modificar el Impuesto de Obras (ICIO) por la "elevada litigiosidad" que supone la diferencia entre la cuota que se paga previa a la obra y el cálculo definitivo posterior.
En cuanto a las tasas locales, se trata de una fuente "importante" de financiación, cerca de un 30% del total de ingresos tributarios, pero las diferentes tasas o las diferencias en su configuración según el municipio "lleva a gravámenes completamente dispares", lo cual "debería ser revisado". "Bastaría un texto armonizador que respetara la potestad normativa de los municipios y ello supondría una mayor claridad para el contribuyente", concluye al respecto.