Las pérdidas de la filial adquirida en 2015 reducen un 25% el resultado neto del grupo -hasta los 3,4 millones de euros-
VALENCIA. La compra de la firma Gilgo por parte del grupo valenciano Druni en 2015 tuvo un fuerte impacto en las cuentas de la empresa valenciana, especializada en la venta de droguería y perfumería.
El más significativo se refleja en las ventas, que se dispararon un 28% hasta superar los 228 millones de euros en 2015, según consta en el balance consolidado depositado por la compañía en el Registro Mercantil.
En su informe de gestión, la compañía atribuye su crecimiento "principalmente al gran esfuerzo comercial realizado y al incremento de su presencia en nuevos territorios". En 2014 los ingresos habían sido de cerca de 178 millones.
En este sentido, los 5,8 millones de beneficio que había obtenido Druni SA se vieron reducidos a 3,4 millones consolidados debido al resultado negativo de la filial adquirida. En consecuencia, el grupo vio reducidas sus ganancias más de un 25% respecto a 2014, cuando tuvo un beneficio de más de 4,6 millones de euros.