La Globalización esa época que vivimos repleta de acontecimientos y crisis en la que la comunicación nos vertebra como aldea mundial e incluso hace que algunos políticos parezcan más que estadistas, tuiteros de asamblea universitaria o protagonistas de realities televisivos
En anteriores artículos hemos tratado continuos episodios de crisis mundiales, ya sean políticas, de seguridad, económicas o de salud, y que gracias a la tecnología y su revolución digital forman parte de nuestra vida de una forma u otra.
La Comunicación, no hace falta mucho que insista, es fundamental, tanto de forma individual para expresar nuestras necesidades, pensamientos o deseos, como colectiva un elemento que nos diferencia como especie del resto del mundo animal es la capacidad que tenemos de comunicarnos con un lenguaje abstracto, y que puede se puede transmitir en diferentes soportes desde las paredes de una cueva con pinturas paleolíticas, hasta la base binaria de 0 y 1 de la época digital.
Como decíamos en la entradilla vivimos en un mundo global gracias a que la información nos transforma en una aldea de 7000 millones de almas, y así la muerte de un niño de tres años llamado Aylan en las playas turcas nos conmueve tanto como si fuera el hijo de un vecino gracias a las imágenes (hay otras miles de dramáticas muertes que parecen que no importan al no aparecer en los medios). Es por lo tanto la gestión de la comunicación una herramienta fundamental para cualquier actividad humana, y por supuesto más para un momento o época de crisis. Los cambios (ese es el significado del termino crisis) ya sean voluntarios, y más aún si son involuntarios, provocan incertidumbre, incluso miedo.
Existe claros ejemplos, desde el cambio en la presidencia gobierno en España, que está ya clarificado y la duda es cuanto va a durar la legislatura, o a nivel internacional con las elecciones en la competición presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump, que en dos semanas sabremos ya el desenlace. Los cambios (crisis) generan dudas, incertidumbres, por lo que la población busca la seguridad, la certidumbre.
En esas elecciones USA se produce claramente lo antes dicho, ante dos candidatos, uno producto del establishment y otro de los realities, además de los considerandos de los errores en los emails privados o de la gestión del ataque de Bengasi de una, y (aunque básico) de los desprecios a importantes sectores de la población del otro, parece que la sociedad civil (individuos, empresas, etcétera) se está inclinando por la candidata, cuyo comportamiento es más previsible y transmite mucha más certidumbre.
Y ahí esta la clave, como hemos podido analizar en el curso Prensa, Seguridad y Defensa 2016, organizado entre el IEEI de la UCV y el Ministerio de Defensa, existen tres acepciones contenidas en esa palabra, certidumbre, que dan la clave de la gestión de la comunicación en crisis, -verdadero, seguro y indubitable-:
Y todo ello aderezado con una importante carga de planificación. Es fundamental en cualquier organización (incluso en la vida de cada uno de nosotros) prever los acontecimientos, teniendo un proyecto definido, y claro está, aquí se incluye las posibles crisis que nos puedan aparecer, por eso se preparan posibles planes de contingencia para hacer frente a diferentes tipos de crisis, como se ha visto este 26 y 27 de octubre pasado en la cumbre de ministros de Defensa de la OTAN y su reunión con la UE, en concreto, F. Mogherini, para intensificar la cooperación entre las dos organizaciones internacionales.
Por su parte en España tiene hecho los deberes y ha previsto diferentes planes de contingencia, cuyo paraguas actual es la Estrategia de Seguridad Nacional de 2013 ESN, en donde se definen alrededor de una docena de amenazas, terrorismo; crimen organizado; los conflictos armados; inestabilidad económica y financiera; vulnerabilidad energética,ciberamenazas; flujos migratorios irregulares; armas de destrucción masiva; espionaje; vulnerabilidad del espacio marítimo y de las infraestructuras críticas y servicios esenciales; emergencias y catástrofes naturales.
Además la ESN, cuyo leitmotiv es un proyecto compartido, dado que debe ser, en una perspectiva interior compartida por todos los ciudadanos, y desde la exterior compartida con nuestros aliados, tiene desarrollos, por decirlo así, sectoriales, está por una parte la Directiva de Defensa Nacional DDN 1/2012, la Estrategia de Ciberseguridad Nacional 2013, la de Seguridad Marítima o la de Seguridad Energética Nacional, que conforman un conjunto, el Sistema de Seguridad Nacional, cuyo propósito es asegurarnos nuestra forma de vida.
Por todo ello la comunicación y la gestión de crisis -la seguridad-, desde su faceta de servicios públicos deben estar sincronizados, pues si con el primero sabemos lo que hacemos como sociedad, con el otro nos protegemos como sociedad, el informar y el proteger están íntimamente relacionados, desde épocas muy muy antiguas.
Por eso, y ya para finalizar como colofón de todo lo dicho, transcribir lo escrito por Don Miguel de Cervantes en el Quijote, nunca la lanza embotó la pluma, ni la pluma la lanza, como paradigma del equilibrio en el que conviven Libertad y Seguridad (comunicación y gestión de crisis) en nuestra civilización Occidental.