Ximo Puig y María Jesús Montero. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez transfirió este jueves otros 170 millones de euros aún pendientes por el abono de la actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación. Este abono, junto a los 59,5 millones de euros que el Ejecutivo socialista ya metió en la caja de la Generalitat días antes de las elecciones para que el Consell pidiera saldar deudas con sus proveedores, suman la mitad de los 460 millones que la Comunitat aún tenía pendientes de ingresar este año.
Se trata de un dinero que tanto la Comunitat como el resto de comunidades de régimen común llevan meses esperando, ya que la interinidad del Gobierno ha provocado el bloqueo de las liquidaciones mes a mes, con lo que las cantidades pendientes han acumulado en la recta final del ejercicio. A mediados de octubre tras reunirse con Ximo Puig en el Palau de la Generalitat, la ministra de Hacienda en funciones anunció que el Gobierno pagaría a las Comunidades Autónomas los 4.682 millones de euros que les debía de la actualización de las entregas a cuenta de 2018 mediante dos pagos en noviembre y diciembre.
Con el abono de este jueves, la Comunitat ya ha recibido la mitad de los 460 millones que le correspondían, aunque con un retraso que le ha generado importantes tensiones de tesorería, hasta el punto de tener que cerrar el grifo del gasto meses antes del cierre del ejercicio mediante retenciones de crédito de partidas presupuestarias pendientes de ejecución a las puertas del último trimestre.
De hecho, esta misma semana se publicó en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) la orden mediante la Conselleria de Hacienda cierra el ejercicio presupuestario, unos días antes de lo que suele ser habitual. Así, desde este mismo viernes las conselleries ya no podrán aprobar modificaciones de crédito.
Sin embargo, el alivio financiero que ha supuesto para la Generalitat la entrada de 230 millones de euros en noviembre podría ser mayor si la Comunitat no fuera una de las regiones más perjudicadas por el diseño del actual sistema de financiación, cuyo sistema de fondos de compensación y nivelación se caracteriza por ser especialmente complejo.
En concreto, la región podría haber ingresado este mismo mes otros 140 millones de euros, hasta un total de 370 millones. Esos 140 millones de euros son la aportación que la Comunitat ha tenido que realizar al Fondo de Suficiencia Global, uno de los fondos complementarios para compensar disfunciones del modelo de financiación que, paradójicamente, perjudica sistemáticamente a la Comunitat Valenciana, que de manera recurrente es contribuyente neta al mismo a razón de alrededor de 1.300 millones euros. Todo ello pese a tener tanto una renta per cápita como una financiación por habitante inferior a la media.
Se trata de una de las disfunciones que el Consell ha denunciado durante los años en los que el sistema, caducado desde 2014, está pendiente de ser reformado. El Consell. Tanto fue así que en 2016, con el PP de Mariano Rajoy en el Gobierno, el Gobierno de Ximo Puig presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el Fondo de Suficiencia Global de ese año, recurso que fue desestimado.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, también ha denunciado en ocasiones que la financiación que recibe la Comunitat es mucho menor de la que le correspondería por la influencia negativa por la compensación aplicada del Fondo de Suficiencia y la recaudación del IVA.
Por su parte, el Alto Comisionado para la Financiación de la Comunitat y actual director general de Tributos, Rafael Beneyto, también ha puesto de manifiesto el mal diseño del actual sistema de financiación, ya que las comunidades autónomas siguen recibiendo por parte del Estado el 58% de la recaudación total del IVA e impuestos especiales, pero cuando el IVA estaba al tipo antiguo, del 16%, y no al 21% como ahora, una disfunción que influye negativamente en la aportación que la Comunitat tiene que realizar al Fondo de Suficiencia.
El Fondo de Suficiencia Global es uno de los tres fondos de nivelación que integran el actual sistema de financiación autonómica, vigente desde 2009, junto al Fondo de Garantía y los Fondos de Convergencia Autonómica. Su objetivo es garantizar el mantenimiento del statu quo, esto es, la cláusula que garantiza a las comunidades el mantenimiento de los recursos cuando se modifica el sistema de financiación, algo que opera en contra de los intereses de la Comunitat y el resto de regiones maltratadas por el modelo vigente.
