Grezzi simula procesos competitivos en cuatro contratos 'a dedo' de su concejalía

VALÈNCIA. La normativa prevé la fórmula de los contratos menores para encargar obras o servicios a pequeña escala sin necesidad de pasar por un concurso público, lo que redunda en una mayor agilidad. Pero eso no implica que no haya que garantizar la competencia para asegurar la eficiencia en la gestión del dinero público. Algo que no parece que se haya cumplido en varios contratos adjudicados desde la concejalía de Contaminación Acústica, que dirige el edil Giuseppe Grezzi.

Ni uno, ni dos, ni tres. Al menos cuatro contratos, que haya podido comprobar este diario, han sido adjudicados desde este departamento sin cumplir con una auténtica concurrencia entre las empresas aspirantes. En todos ellos, la concejalía pidió presupuestos a tres compañías diferentes. A las mismas tres compañías que, a la postre, comparten un estrecho vínculo entre ellas, según los datos recogidos en el registro mercantil.

Esta praxis irregular se ha producido, por ejemplo, en el último encargo realizado desde la concejalía de Contaminación Acústica, del que informó este mismo diario, y que se refiere a un estudio de impacto acústico de la red de ferrocarriles de València. El contrato fue adjudicado el pasado 18 de noviembre a la firma Centro Tecnológico Acústico (CTA) por un valor de 17.545 euros en total -14.500 más IVA-.

Se da la circunstancia de que esta empresa está directamente vinculada a las otras dos a las que se solicitaron ofertas: Audiotec Ingeniería Acústica y Dbelectronics. El trío escogido por la concejalía comparte no sólo raíces en una ciudad lejos de València -Valladolid- sino también cargo directivo, Ana Esther Espinel Valdivieso, que es apoderada y propietaria del 33% de CTA y, además, administradora única de las otras dos firmas de marras. Todo ello, según el propio registro mercantil.

Consultada la concejalía que encabeza el edil de Compromís sobre esta circunstancia y los controles ejercidos para garantizar la concurrencia en la contratación pública, rechazó ofrecer explicaciones al respecto. Ciertamente, la coincidencia podría considerarse una casualidad puntual si no fuera porque no es el único caso en el que se ha detectado.

La concejalía encabezada por Grezzi también invitó exactamente a las mismas tres firmas para otro contrato sin concurso público pocos días después, en ese caso para la actualización del mapa estratégico del ruido en la ciudad. En dicha adjudicación, firmada por el propio Grezzi el día 23, la agraciada fue Audiotec, por 17.992,70 euros -14.870 más IVA-.

En ambos casos, el plazo de ejecución del contrato para sendos estudios es de un mes. Y en ambos casos, el servicio municipal ha considerado, tras el análisis de las tres ofertas solicitadas -vinculadas entre ellas- que la firma ganadora era "la más adecuada a las necesidades" del Ayuntamiento para estos servicios.

Mismo procedimiento y mismas empresas son protagonistas de más contratos desde la concejalía de Contaminación Acústica. En octubre de 2021, Grezzi suscribió otro encargo a la misma Audiotec para un trabajo previo a la actualización del mapa de ruido consistente en las "mediciones acústicas" necesarias por valor de 17.847 euros -14.750 euros más IVA-. También se invitó a las otras dos firmas.

Y lo mismo ocurrió en noviembre del año pasado, cuando la concejalía solicitó ofertas para adjudicar los trabajos técnicos para la "creación y validación de modelos acústicos en el municipio de València. Pidió presupuesto a las mismas tres firmas relacionadas y adjudicó el contrato a Centro Tecnológico Acústico por 17.908 euros -14.800 más IVA-.

Contratos previos

Además, según la nómina de contratos suscritos por la concejalía a estas empresas, hay otros encargos previos sin concurso público a Audiotec, al menos desde el mandato pasado, cuando el departamento lo dirigía la compañera de Compromís del actual edil, Pilar Soriano -ahora asesora en Alcaldía-. En estos casos, no se pidieron más ofertas, porque, entre otras cosas, todavía no era obligatorio.

En 2016, para la evaluación del plan de acción por casi 21.800 euros -entonces, el umbral del contrato menor era de 18.000 euros más IVA-; en 2017, para actualizar el mapa estratégico del ruido, por 21.700 euros, y para la "zonificación acústica" de la ciudad, por 6.000 euros; en 2018, para la "delimitación y revisión de áreas acústicas", por 6.000 euros; y en 2019, ya con Grezzi al frente, para la redacción de planes de acción de ruido por 18.100 euros -el umbral había bajado a 15.000 más IVA-.

La obligatoria competencia

Con el cambio de la Ley de Contratos del Sector Público y, especialmente, tras las aclaraciones del Ministerio de Hacienda en 2019, las administraciones públicas están obligadas a solicitar tres presupuestos en los contratos sin concurso: "De acuerdo con el principio de competencia", "con el fin de velar por la mayor concurrencia" y "como medida anti fraude y de lucha contra la corrupción, el órgano de contratación solicitará, al menos, tres presupuestos, debiendo quedar ello suficientemente acreditado en el expediente", exigía el Ministerio en sus instrucciones.

En ese sentido, el hecho de que se pidan ofertas a profesionales o empresas vinculadas contraviene el mismo principio de competencia, tal como ha señalado la Agencia Valenciana Antifraude en un informe reciente sobre 18 contratos menores adjudicados desde el mismo Ayuntamiento a arquitectos vinculados profesionalmente. Esto es, sobre un caso similar. En él, el órgano de fiscalización dejó claro que esta práctica "podría haber provocado una situación de concertación de precios y una conducta colusoria del mercado", y en definitiva, "haber comprometido la objetividad y la eficiencia en la asignación de recursos públicos".