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La conejita 352 o el enfado de los ganaderos ante la ley europea para acabar con la cría en jaulas

21/07/2021 - 

BRUSELAS. ¿Qué pasará con la conejita 352, que tiene mala cara, si no se puede controlar su estado de salud en una jaula? La Unió de Llauradors i Ramaders se hace esta pregunta y muestra su preocupación por la Iniciativa Ciudadana aprobada hace unas semanas por el Parlamento y la Comisión Europa para terminar con la cría de animales en jaulas. En España, el sector cunícola será el más afectado, ya que la nueva normativa hará menos rentable la producción en la Unión Europea (UE) y potenciará la importación de carne de terceros países que no cumplen los estándares sanitarios, como recoge la propuesta aprobada.

La Unió alerta de la situación que está atravesando el sector cunícola de la Comunitat Valenciana por el cierre de la restauración, la merma de turismo y la subida del precio de los piensos, “que no se ha trasladado a los precios de la carne de conejo dentro de una cadena que sigue generando mucho desequilibrio y que pone en evidencia el incumplimiento de la ley”. El conejo es un producto muy consumido en la restauración, por lo que durante 2020 el sector ha sufrido una grave caída de la demanda que ha obligado a los productores a reducir el número de conejos producidos, reduciendo sus ingresos.

“Los conejos los tenemos en jaulas para separarlos de sus deyecciones porque no es higiénico. Para que la ganadería sea beneficiosa para todos, tiene que ser rentable para el granjero y el consumidor, debe ser una proteína segura -sin enfermedades- y razonable económicamente”. Estas reflexiones las hace Arturo Zaragozà, responsable para el sector cunícola en la Unió de Llauradors i Ramaders.

La conejita 352

Y añade, “yo tengo reproductoras y veo que una está enferma, en la jaula 352. Lo anoto en un papel, que la conejita 352 no está bien. Vuelvo a la tarde y la controlo. Si fuera una enfermedad vírica y las tengo todas sueltas, ¿cómo puedo controlar a la que está enferma?”. Zaragozà insiste en la “ignorancia” de los grupos que están detrás de esta Iniciativa y apela a que se le pregunte al sector antes de legislar. “Cuando alguien irreflexiblemente dice que se pueden criar conejos sin jaulas, habla desde la ignorancia”, comenta.

Es la respuesta del sector a la Iniciativa Ciudadana “End of the Age of the Cage” -fin a la era de la jaula- que acaba de aprobar en el pleno del mes pasado el Parlamento Europeo. La Comisión ha aceptado esta propuesta presentada por ciudadanos europeos, que intenta terminar en 2027 con la cría en jaulas para gallinas ponedoras, conejos, pollitas, reproductores de pollos de engorde, criadores de capas, codornices, patos y gansos; cajas de parto para cerdas; puestos de cerdas y corrales individuales para terneros, donde no estén ya prohibidos.

Importación de terceros países sin garantías 

El traslado de la producción de carne  fuera de la UE y la consiguiente importación desde terceros países es algo que también contempla la Iniciativa y que la Comisión tendrá en cuenta al legislar. La resolución del Parlamento aprobada en junio así lo explica, al proponer a la Comisión “servicios de asesoramiento y formación e incentivos financieros, para evitar la pérdida de competitividad y el traslado de la producción a países fuera de la UE menos ambiciosos en materia de bienestar animal”. Además, señalaba necesidad de “una política comercial que garantice la igualdad de condiciones” con “controles eficaces y controles aduaneros para asegurar que los productos animales importados respetan las exigencias vigentes en la UE”.

“El bienestar del animal hay que tenerlo muy en cuenta. Claro que lo mejor es que estuvieran por el campo, ¿pero cómo controlamos sus enfermedades? En cuanto a las reproductoras, están acostumbradas a buscarse la comida en el campo y, si tienen a otra cerca, su instituto es matarla a ella y a las crias, porque es una competidora por la comida”, explica el representante de La Unió.

En las granjas cúnicolas actuales se cumple con una normativa europea por la que el pienso se controla, el agua está tratada y los controles de calidad son muy altos. “Nos han dicho que no quieren jaulas, pero no nos han dicho cómo tenemos que tenerlos ni cuál es la alternativa. Nos tienen que proponer el hábitat de un conejo para ver si es viable”, insiste Zaragozà.

La propuesta, que incluirá la duración del período de transición, se espera para finales de 2023 y formará parte de la revisión de la legislación de bienestar animal de la UE. La Comisión evaluará la viabilidad de trabajar para que la legislación propuesta entre en vigor a partir de 2027. Previamente, se lanzará una consulta pública a más tardar en el primer trimestre de 2022 y se finalizará una evaluación de impacto a finales de 2022.

Imprescindibles durante la pandemia

Zaragozà explica los problemas añadidos que conllevará la nueva regulación si no se escucha al sector, como la falta de rentabilidad de las granjas, que llevará a su cierre y a la importación desde terceros países, donde no se cumplen los estándares de sanidad europeos. En plena pandemia, comenta, “nos decían que no paráramos las granjas ni los campos. Y ahora nos dicen que este medio es una barbaridad. Lo que parece que se dice es que una explotación puede reducir en un 90% su producción. Pero, ¿cómo subirían los precios? Dejaría de ser rentable y, si los tienen que importar de otro continente, nos los traerán de Marruecos donde no hay control de calidad, como ocurre con las naranjas”.

Por último, el representante de La Unió se refirió al ministro de Agricultura, Luis Planas, que “nos dijo que la ganadería contamina. ¿No es más bárbaro traer dos barcos de zumo de naranja de Brasil, cuando aquí se queda la naranja en el árbol? ¿Es que el transporte no contamina?. Que nos digan cómo tenemos que tener a los animales. No nos lo han dicho”.

La Comisión tiene prevista una evaluación de impacto que determinará la duración de un período de transición razonable, y las medidas de acompañamiento y apoyo para facilitar la transición. Además, el enfoque será de especie a especie, lo que significa que tendrá en cuenta y evaluará las características de cada especie o categoría animal diferente, que debe tener sistemas de alojamiento, adecuados a sus necesidades específicas.

La propuesta legislativa también se basará en dictámenes científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ya solicitados por la Comisión, el último de los cuales se espera para el primer trimestre de 2023.

La primera legislación de la UE sobre bienestar animal se adoptó hace casi 50 años (1974) y ha evolucionado y ampliado desde entonces. El marco legal actual para el mantenimiento de animales de granja consiste en una Directiva general sobre la protección de los animales criados y mantenidos con fines agrícolas, y cuatro Directivas específicas.

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