VALÈNCIA. En el año 1987 Carmen Isabel Roig Castillo y Esperanza Casa Guillén pasaron a ser Cari Roig y Cuqui Guillén, y conformaron el duo artístico Equipo Límite. En sus obras se servían del collage y las imágenes de la cultura popular para crear una obra libre, feminista y transgresora, una obra cuyo proceso de creación era toda una fiesta. La fiesta se acabó en el 2002, cuando ambas decidieron separar sus caminos que ahora se vuelven a juntar en una conversación con Culturplaza, 20 años más tarde del fin. Una reunión para rememorar viejos tiempos, en una conversación en la que lo pop y lo kitsch marcan el ritmo y en la que no existen los límites.
Ambas artistas se reúne en el Museo de la Ciudad, donde se acoge la exposición Elles, una retrospectiva de las mujeres artistas valencianas de los 50 hasta hoy: entre ellas Carmen Calvo, Rosa Torres, Teresa Cebrián... y casi una treintena de nombres. La muestra, fruto de la colaboración entre el Ajuntament de València (a través de la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales) y la Fundación Chirivella Soriano de la Comunitat Valenciana busca valorar la dimensión artística de muchas mujeres a lo largo del tránsito del arte contemporáneo español, con una exhibición que puede visitarte hasta finales de marzo.
En Elles no podían faltar las Límite. Ambas acuden al encuentro vestidas de verde y morado, combinando perfectamente con la obra, ha sido casualidad, obra de su compenetración natural. Las dos amigas permiten que una grabadora recupere todo el anecdotario de Equipo Límite, en una charla en la que no faltan las risas cómplices y algunos comentarios al unísono.
-¿Cómo nace Equipo Límite?
-Cuqui: Nosotras nos conocíamos del instituto pero nos hicimos más amigas en la facultad. Allí empezamos a experimentar con las pieza en un taller de Electrografía, donde creamos nuestra primera obra conjunta. Al año siguiente un profesor nos pidió que le enseñáramos la pieza y él nos animó a que siguiéramos.
-Cari: Él fue José Saborít, quien además nos animó y nos incitó a que siguiéramos por esa línea. Recuerdo que daba clases sobre el pop, y en ese momento lo que hicimos fue fotocopiar una botella y la ampliamos en papeles de colores. Nuestra primera obra fue un trabajo de clase.
-¿Y qué pasó con esa obra?
-Cari: José nos dijo que le había encantado la obra, y que si no nos daba para el bastidor nos lo pagaba él. Ese año se celebraba por primera vez un concurso en la facultad para participar en la Feria Interarte, el jurado más relevante y de ámbito regional, tuvimos la oportunidad de exponer nuestra primera obra, la vio el jurado de València, ahí nos seleccionaron y tuvimos la oportunidad de hacer nuestra primera individual.
-¿Ahí nace Equipo Límite?
-Cuqui: Exacto, tuvimos 10 minutos para pensar un nombre y de ahí nace Equipo Límite, que en un principio iba a quedarse como algo provisional [ríe]. Nos llamábamos límite porque no teníamos límites para nada, nos atrevíamos con todo. La cuestión era crear y jugar con todo, sin barreras.
-Obra que por supuesto no gustaba a todo el mundo, menos por el tono feminista que tenía.
-Cuqui: Creamos a una mujer libre, capaz de elegir e ir por su cuenta. Nosotras en los 80 disfrutamos de esa libertad, y ahora en el momento en el que vivimos parece que hay una marcha atrás. A nivel creativo si que hay actualmente mucha libertad y progreso, pero esto no lo veo en la sociedad. Después de la muerte de Franco las cosas empiezan a cambiar y la gente tenía muchas ganas de disfrutar de la vida y soltarse, esto se notó mucho a nivel creativo.
-Cari: La gente necesitaba salir, disfrutar y vivir entre colores también.
-Pero en ese disfrute os lleváis muchos palos.
-Cuqui: La sociedad siempre ha estado muy dividida, siempre ha habido gente conservadora y progresista, y al primer grupo no les gustábamos nada. Pero mira, yo vengo de una familia conservadora en la que mi padre era militar y en la que el tema de la iglesia siempre ha estado muy presente.
-Cari: Yo estudié en un colegio católico, al final lo que hacemos también es hablar desde dentro, hemos mamado de todo esto. Durante la Feria estaban: Mara Mira, Eva Conejero y Rosa Santos, componentes de la Galería Postpos. Nos vieron y nos pidieron nuestra primera individual, fue nuestra galería madre. Tuvimos un fuerte apoyo femenino, estábamos solo en tercero de carrera.
-El color, las mujeres de los anuncios... ahí está el poder.
-Cuqui: Muchas veces cuando usábamos esas imágenes era para darle poder a esa imagen de mujer sumisa que tenía que estar para que al marido no le faltara nada. A nosotras nos resultaba cómico pero a la vez muy triste, y lo peor es que a día de hoy sigue sucediendo. Había que romper con esa imagen de mujer y quitárnoslo de encima.
-Por eso las hacéis heroínas.
-Cari: El ambiente en el que estaban se les sexualizaba y se ponían como objeto. Al rescatarlas le dábamos la vuelta a eso.
-Cuqui: Y obra que hicimos en los 80 y los 90 tristemente no se entiende aún por ciertas personas, ahora con los años tendría que haber sido al revés.
-Cuqui: ¡Valía todo! Lo que queríamos era que nuestra obra creara un shock al espectador.
-Vuestro imaginario nace desde las "culturas bajas": cómics, porno…
-Cuqui: El pop tiene esa esencia. Es como tener el poder de darles una nueva vida y convertir todo en arte y valor, por eso también nos gustaba hacer obras grandes.
-Contadme cómo era un día de creación con las Límite
-Cari: Siempre lo pasábamos bien, es lo más importante. Hacíamos cócteles de todo tipo, y cuando estaba la obra le dábamos caña con los títulos también. Íbamos buscando todo tipo de elementos para dar poder a nuestra obra.
-Cuqui: Era todo muy instintivo y primario. En los viajes parecíamos unas locas, una vez hasta se nos quedó una maleta fiscalizada que nos trajeron meses después.
-Y por lo que he leído la locura también se apoderaba de las exposiciones y la puesta en escena
-Cari: También hay que tener en cuenta que formábamos parte total de las exposiciones, era a veces como una performance. La primera vez nos costó explicar el por qué de llegar tarde a nuestra inauguración, estábamos fotocopiadas, aparecimos tarde pero igual vestidas que los maniquís.
-Cuqui: Ante todo era divertido, una vez llevábamos tales pelucas que tuvimos que ir cada una en un taxi porque no cabíamos. Crecíamos de forma instintiva y una cosa nos llevaba a la otra.
-Cari: Siempre nos daba igual la norma, hacíamos lo que sentíamos y nos apetecía siempre.
-Todo era poco convencional… Boris Izaguirre desvelaba en No hay límite para nuestro amor (1999) que una comenzaba la obra y la otra la terminaba
-Cuqui: Cada una empezaba una parte de la obra y la otra la seguía, pero habíamos trabajado tanto juntas y estábamos tan compenetradas que salió genial. Cuando llevas tanto tiempo trabajando con alguien sale solo. Había veces que dos días antes de hacer la exposición veíamos la obra.
-Cari: Y quedamos para poner los títulos. Nos potenciábamos mucho entre nosotras, era más bien algo parecido a una conversación. Siempre hemos tenido mucho que ver con el surrealismo, el dadá y lo kitsch.
-Cuqui: Necesitábamos buscar nuevos juegos y sistemas para pasarlo bien. Si no hubiéramos durado menos.
-¿Cuándo y por qué se acaba?
-Cuqui: Me estaba apeteciendo crear yo sola, era algo que me pedía el cuerpo. El tiempo que estuvimos fue maravilloso, pero hay que evolucionar.
-Cari: Tendríamos unos 36 años. Estábamos en un momento de cambio, y no era lo mismo que cuando empezamos y éramos adolescentes. Es una evolución, también es la lucha por uno mismo.
-Cuqui: En los años que nos dedicábamos al arte lo hacíamos de una forma absoluta, todo el tiempo. Era mucho compromiso, trabajo y a veces también estrés. Tampoco ganábamos para vivir del arte, era una obra muy complicada de vender. Solo una persona un poco valiente se pondría la obra en su casa, tan grande y con esas temáticas.
-¿Seguís siendo transgresoras?
-Cuqui: Siempre hemos sido así, y eso es lo que nos ha mantenido. Ahora mismo si nos pones a hacer un cuadro juntas quedaría estupendo.
-Cari: Yo sigo siendo así, la normalidad no la entiendo, disfrutando y siendo nosotras mismas fuimos a muchísimos sitios. Nosotras normalizamos cosas que no estaban en la conversación para nada, y siempre hemos estado fuera de las modas.
-Cuqui: Nunca encajamos con nada. Siempre trabajábamos como marcha atrás, se podría decir que rescate es la palabra: de las épocas pasadas, de otras técnicas. Luego le cogimos el gusto.
-¿Y cómo asumís la crítica?
-Cuqui: Hay gente católica que le enfadaba que usáramos referentes religiosos, pero es que lo usábamos porque había formado parte de nuestra vida. Tú estableces los juegos y cada persona puede interpretar, ahí depende como funcionen sus "cabecitas".
-Cari: Y el rescate de nuevo. ¿No es más fuerte ir a una tienda religiosa y darle esa nueva vida?
-Tras 20 años, ¿no es momento de hacer una retrospectiva?
-Cuqui: Muchas veces hay que esperar a que pasen unos años para analizar todo con más perspectiva. La distancia es lo que ayuda a analizar todo mucho mejor, a partir de ahora sería el momento para hacerlo.
-Cari: Estamos ya dándole vueltas, ahora empieza a tener sentido. En los talleres que se hicieron en torno a la exposición estuvimos con alumnas de bellas artes que decían que éramos sus ídolas y referentes.
-Cuqui: Cuando trabajábamos teníamos muchos fans, sobre todo muchos dentro del mundo gay. Hemos usado imaginario que rodea la vida cotidiana, siempre vas conectando de esa manera. El día que lo saquemos la gente verá que en nivel de temática está súper actualizado, pero es que en según qué temas han cambiado poco las cosas.
-¿En qué estáis ahora?
-Cari: Participé en los workshops previos previo a Elles enlazado con la muestra en el que nos juntaron con alumnos de Bellas Artes que fue de lo más enriquecedor, me apetecía meter mi energía en esas cosas. Estoy en un momento en el que me planteo también hacer una individual, estoy en momento de compartir mi arte.
Yo me enfrente a la muerte y la vi cara a cara, y ahora que ya sabía lo que era quise enseñar sobre mi creatividad, en 2005 empecé a pintar con las mujeres de la cárcel: Guerreras en tiempos de paz, en 2008 me constituyo como asociación Arcoíris Ríe, activismo artístico y social. Por la libertad, colaborando también con módulos de hombres. Lo que he hecho es compartir, en la cárcel tengo que buscar el dinero y los recursos para que ellas puedan hacer su arte y les quiero dar el poder para que creen.
-Cuqui: Yo estoy exponiendo en el MuVIM, Una subversiva tentación, recién inaugurada. He seguido con una línea de pop que tiene un camino paralelo. En mi muestra sigo dando el papel más clave a la mujer, es siempre la inspiración para todo, parto de ese camino y de Equipo Límite para hablar de feminismo, empoderamiento de la mujer… No tanto de forma irónica como hacíamos con Equipo Límite sino de una forma más sutil, es una manera de verlo con otros ojos.
-Cari: Volvemos a las mujeres como heroínas, también pasa con las mujeres de la cárcel, a mi me apasiona que se vean creando y se vean capaces de ello.
Las amigas se levantan, se separan y se dan un abrazo. De fondo se oye a los niños que van camino de la cabalgata de Reyes, y Cuqui y Cari prometen volver a verse pronto para hablar de sus cosas, sin grabadora de por medio, claro.
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