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un cómic, un monólogo, un mural o una canción

La cultura reaviva la memoria de La Jabalina

2/03/2023 - 

VALÈNCIA. En el cementerio de Paterna se calcula que fueron fusiladas 2.238 personas. Cada una de ellas tiene una historia que contar y un recuerdo que vale la pena visitar. La de María La Jabalina es una de ellas. Una mujer fusilada en el paredón de Paterna al inicio de la posguerra. Asesinada cuando tan solo tenía 25 años, y tratándose, posiblemente, de la primera mujer herida en batalla durante la Guerra Civil. 

Ahora, la cultura ha alineado astros para rendirle homenaje a una de las historias más crueles y extraordinarias de aquella época. Lo hace con el impulso necesario del Ayuntamiento de Sagunto, de donde era natural: “queríamos hacer un trabajo que no solo reconociera a La Jabalina en nuestra población, que en el Puerto de Sagunto está muy presente, sino también que pudiera conocerse más allá de nuestra comarca”, explica Guillermo Sampedro, concejal de Memoria Histórica. Bajo esta premisa, el consistorio impulso una alianza con Cristina Durán y Miguel Ángel Giner por una parte, y con Astiberri por otra. El resultado es María La Jabalina, un cómic que está destinado a ser el gran altavoz de su historia, gracias a la proyección de los Premio Nacional del Cómic y de una editorial de referencia.

En la novela gráfica, Durán y Giner han recogido la biografía de La Jabalina a través de los primeros textos que se dedicaron a su vida. El primero nació de Manuel Girona Rubio (primer alcalde de la Diputació de València tras la dictadura y exalcalde de Sagunto), que recogió mucha documentación y contó con testimonios directos de gente que la conoció. De ahí salió Una miliciana en la Columna de Hierro: María "la Jabalina” (2003) y luego se completaría con otra novela de Rosana Corral-Márquez, Si me llegas a olvidar (2013).

¿Por qué es tan importante la historia de La Jabalina? Porque refleja mucho de los grandes males de la Guerra Civil y la represión franquista: sin haber cumplido la mayoría de edad, ya se interesó por militar en el anarcosindicalismo, a la calor de un movimiento que era crucial para la vida en el Puerto de Sagunto y sus Altos Hornos (una factory town). Cuando estalla el Golpe de Estado, sigue comprometida políticamente, pero una traición de la Guardia Civil que acabó con decenas de vecinos muertos y heridos, le hace dar el paso de alistarse a la Columna de Hierro que batalló en Teruel. Solo unos días estando allí, donde ejerció de enfermera, y en un bombardeo aéreo le hieren y se acaba la guerra para ella.

La tumba de María La Jabalina en el cementerio de Paterna. Foto: EVA MÁÑEZ

Pero tras la victoria del bando nacional, a La Jabalina le persiguen las autoridades con acusaciones falsas que prácticamente le tachan de una atroz criminal de guerra. Todas las acusaciones son falsas, e incluso le imputan delitos que no podría haber cometido porque estaba ingresada en el hospital. La supuesta conspiración, asesinato o un papel protagonista en la organización de la guerra le condenaba a la muerte. Paso varios años en la cárcel represaliada, intentando demostrar su inocencia. De nada sirvió cualquier esfuerzo en un sistema judicial corrupto y represor. Murió fusilada en el paredón de Paterna con tan solo 25 años.

El fantasma de María La Jabalina sigue muy presente en el Puerto de Sagunto. Su madre, que vivió hasta la década de los 50, gritaba a las autoridades franquistas cuando desfilaban por el pueblo cosas como “Asesinos” o “Criminales”. La memoria de aquella historia sigue muy presente y la pueden seguir contando personas que siguen vivas. El carácter obrero del Puerto de Sagunto nunca ha dejado de lado la herida abierta de aquellos años.

Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, los mejores altavoces de La Jabalina

Con los dos libros y un proyecto de documental que lleva años en stand-by de Roberto Arnau, a Miguel Ángel Giner le llega la propuesta de hacer el guion de la historia. Al estudiarla bien, ve el potencial que tiene y le propone a Cristina Durán acompañarle otra vez. La alianza ya ha sido prolífica, pero especialmente en otro cómic que habla de la memoria, El día 3. “Lo importante en este tipo de proyectos es sin duda ser muy fiel a la realidad”, resume Giner, que también explica que la clave es “definir bien a los personajes”.

La Jabalina es, sin duda, excepcional, porque además de lo que vivió, fue una persona que tampoco comulgó con algunos hechos atroces que durante la Guerra Civil también sucedieron en nombre de la defensa de la República. “A mí me atraen los personajes que no son o blanco o negro”, explica el guionista. “Y sobre todo, lo que vimos es que María era, sencillamente, una buena persona”, añade Durán.

La propuesta gráfica de la ilustradora, poco amiga de las escenas de acción y tiroteos, fue precisamente llevar las escenas a un dibujo mucho más libre pero sin caer en metáforas. Son en los momentos más crudos cuando Durán despliega todos sus recursos gráficos, rompiendo la página, diseñando viñetas irregulares, cambiando el blanco de la página por el negro, o centrando la atención borrando el contexto de la acción.

Ella es la que conduce el guion de Giner. El codo con codo de las cuatro manos es crucial porque de algunos personajes sí había fotos, pero otros había que imaginárselos, como el miliciano que, torturado, confesó las injurias contra La Jabalina, El Rebollo. “No sabíamos cómo era, así que lo importante fue hablar mucho con Miguel Ángel de ver cómo era su personalidad y dibujarlo a partir de eso”, explica Durán.

Foto: EVA MÁÑEZ.

El pasado miércoles, María La Jabalina se presentó en el Puerto de Sagunto, junto a un puñado de personas que tienen la historia presente. En la entrevista, realizada a las puertas de la Nave de Talleres donde trabajó la protagonista, y a unos minutos de la presentación, se notan los nervios: “seguramente sea la presentación más importante de todas”. Además, confiesan que en este proyecto han tenido más ataques que nunca: “hemos recibido críticas incluso antes de que se publicara. Ya habíamos vivido algo parecido con El Día 3, pero esto ha sido mucho más”.

Un monólogo, un mural, una canción

Tal y como señalaba el principio del artículo, los astros se han alineado para poner a La Jabalina este 2023 en el lugar de la memoria que merece. Hoy viernes, Lola López representa, también en Sagunto, un monólogo que ya lleva años girando sobre la figura de esta miliciana. “Yo llego a la historia casi por la tribu: mis tías me hablaban de La Jabalina y lo que me atrapó fue esa madre que gritaba a las autoridades franquistas desde su puesto de frutas en el mercado”, comenta una de las responsables de Hongaresa de Teatre.

En el montaje teatral, López decide contar su historia al revés de manera intencionada: “La Jabalina nunca tuvo la intención de morir, sino de morir. ¿Cómo iba a contar, entonces la muerte?”. Así conformó cinco escenas, que empiezan con la madre lamentando el proceso judicial manipulado y la muerte, pero que acaba, con La Jabalina alistándose o celebrando la victoria del Frente Popular en 1936, antes de que estallase nada. “Como Casandra, que estaba condenada a decir la verdad y a no ser creída, la madre de María se acabó convirtiendo en la bruja loca del pueblo por reivindicar a su hija ante sus asesinos”, concluye la actriz y dramaturga.

El mural de Furyo y Sucri, ahora bandalizado. Foto: EVA MÁÑEZ

Por otra parte, en pleno barrio obrero del Puerto de Sagunto, al lado de las calles que rezuman color y camaradería todos los años, se alzó a finales del pasado mes de diciembre un mural también dedicado a María La Jabalina, a cargo de Furyo y Sucri y dentro del certamen Més que murs. Los artistas conformaron dos escenas diferenciadas: por una parte, una imagen casi alegórica de una Jabalina rodeada de muchas otras mujeres; por otra, escenas importantes de su vida, como el bebe que le robaron o su etapa como miliciana.

Y para rematar la alianza de la cultura, el grupo local de rock, POW (Prisoners of War) también le dedicaron, en 2022, una canción a su figura al cumplirse los 70 años de su fusilamiento. Con todo, se ha generado casi un año María La Jabalina. No se trata de celebrarla sin más, sino un ejemplo de cómo puede mantenerse la memoria. “Hay otras muchas más historias que contar”, comenta el concejal Guillermo Sampedro, recordando que ni siquiera se han agotado en Sagunto las huellas imborrables de la barbarie franquista.

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