VALÈNCIA (C.G./ EP). Más de un lustro hace que el Teatre Escalante tuvo que abandonar de manera urgente su histórica sede. Los problemas estructurales del edificio sumían al proyecto en su mayor crisis, obligado a funcionar ‘de prestado’, llevando su programación a salas como Les Arts o La Mutant, entre otras. Fue en 2021 cuando se anunció la intención de construir una nueva sede, un proyecto a largo plazo todavía por calendarizar y que no eliminaba los problemas a corto plazo. Ha sido con el inicio de este temporada que el teatro ha empezado a retomar el pulso: por un lado, tras años de cambios en la dirección, de la mano de Marylene Albentosa, con quien ha llagado la ansiada estabilidad en la coordinación; por otro, con el convenio con el Ayuntamiento para llevar a la nave de Ribes la mayor parte de su programación, siendo esto lo más cercano a tener una sede estable en años.
Ahora falta la construcción de un edificio propio, algo que parece que llegará más pronto que tarde. Tal y como ha anunciado la Diputación de València, será antes de elecciones cuando se licite el concurso de proyectos del que saldrá el nuevo Escalante. Así lo ha trasladado el diputado de Patrimonio, Andreu Salom, y la diputada responsable del Escalante, Glòria Tello, durante una reunión mantenida este martes con distintos representantes del sector. De esta forma, la previsión de que el centro, ubicado entre las calles Vicent Tomás i Martí y Xiprers, esté operativo en el horizonte 2026-2027.
Con un solar de 1.800 metros cuadrados, esta supone la oportunidad no solo de devolver al Escalante su brillo sino de ir algún paso más allá, por lo que se han agendado reuniones entre la corporación y agentes del sector. De igual forma, tanto los representantes de la corporación como los del sector han coincidido en la conveniencia de pedir asesoramiento especializado en la maquinaria escénica y en iluminación y sonido para sentar las bases del proyecto definitivo, informa la Diputación.
Desde la institución provincial mantienen el horizonte de la segunda mitad de la próxima legislatura para tener en funcionamiento el nuevo Escalante, pero "lo importante ahora es seguir avanzando todo lo posible el proceso de elaboración de los pliegos para conseguir un proyecto sólido y avalado por todo el sector para evitar después retrasos y contratiempos", en palabras del diputado de Patrimonio, Andreu Salom.
"En los últimos meses se ha trabajado mucho para conseguir resolver un asunto fundamental como la edificabilidad del terreno, que finalmente podrá tener una altura de 16 metros y no de diez como contemplaba de inicio el Ayuntamiento. Sin esta modificación urbanística, algunos colectivos como el circense habrían quedado fuera de las nuevas instalaciones", apunta la responsable del Escalante, Glòria Tello.
La directora artística del Escalante, Maryléne Albentosa, asegura que "la Diputación no ha dejado de trabajar en ningún momento en el proyecto: primero acordando con el sector la nueva ubicación, después solucionando los problemas con la edificabilidad y más tarde recopilando todas las propuestas de los colectivos y las emitidas por el propio Escalante y trasladándolas al arquitecto José Antonio Culla", quien ha elaborado un informe con todas como especialista en artes escénicas.
Este informe servirá de base, junto a las aportaciones de técnicos especialistas en maquinaria teatral, iluminación y sonido, para la elaboración de un proyecto que debe tener en cuenta las particularidades de la parcela, en forma de ele, y los espacios que ha de contener la propuesta artística del Escalante. Se traducirá en un centro multiusos con varias salas de exhibición, centro de producción, escuela, almacenes, vestuarios y aseos, zona de descarga de camiones y probablemente un pequeño espacio exterior destinado a teatro de calle.
Para el responsable de Proyectos Técnicos, Ricardo Ferrándiz, se trata de un proyecto complejo que requiere la participación de especialistas y una idea muy clara de las necesidades y de cómo debe distribuirse el nuevo espacio. El técnico provincial ha llegado a plantear la opción de construir el edificio en dos fases: una primera que permitiera abrir el teatro y mantenerlo en uso con un potencial crecimiento y una segunda que completara la dotación técnica.
No obstante, las dos partes han coincidido en que ahora hay que centrarse en una "buena preproducción" y en realizar todas las aportaciones y el asesoramiento técnico oportuno para licitar el concurso de proyectos lo más pronto posible, previsiblemente a principios del próximo año. La Diputación tiene previsto incluir en el presupuesto de 2023 una dotación de 200.000 euros para este concurso y el encargo posterior del proyecto ganador.
Por su parte, la mayor parte de los representantes de las artes escénicas coinciden en su inquietud por los plazos del proceso, aunque valoran muy positivamente formar parte del mismo y colaborar en los obstáculos que pudieran ir surgiendo, según la corporación provincial.
"Debemos ser ambiciosos pero tener los pies en el suelo", señala Pau Vercher como secretario general de la Associació d'Actors i Actrius Professionals Valencians. Desde la Associació Valenciana d'Escriptores i Escriptors Teatrals (AVEET), Jorge Picó considera que "el proyecto artístico es lo más importante y sobre el mismo debe pilotar el proyecto técnico".
En la reunión también han participado Toni Benavent, de la Associació Valenciana de Empreses de Teatre i Circ (AVETID); María Ferrer, gerente de la Associació de Profesionals de Circ de la Comunitat (APCCV); Jéssica Martínez, de Comité Escèniques; Marian Varea, por parte de la Associació de Gestors i Gestores Culturals, y Teresa de Juan en representación de los distribuidores.
La directora artística del Escalante ha propuesto a las asociaciones una nueva reunión en breve para repasar la propuesta y perfilar las consultas que se deben hacer a los técnicos especializados, con el fin de "construir un espacio preparado para la diversidad que dure el mayor tiempo posible".