Foto: EFEVALÈNCIA. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha tenido que corregir la indemnización aprobada para el ya exgerente de la firma, Josep Enric García, cesado a raiz del fraude de cuatro millones de euros perpetrado por unos estafadores anónimos hasta el momento. El hasta entonces responsable de la empresa había cobrado aproximadamente 15.000 euros de más al aplicar la empresa incorrectamente las normativas laborales. Una circunstancia que, tras tenerse conocimiento, se ha subsanado según fuentes internas de la firma que preside el edil Giuseppe Grezzi.
El Consejo de Administración de la empresa dio luz verde el 5 de octubre al despido del responsable directo de la empresa e indemnizarlo con 35.450 euros aproximadamente -26.180 tras retenciones-. Sin embargo, según la normativa a la que se refería el contrato de García, suscrito apenas hace un año, le corresponderían percibir unos 20.000 euros. Una diferencia de la que alertó este martes el Partido Popular de la ciudad tras analizar la documentación y que más tarde admitió como un error la EMT.
El informe que motivaba el finiquito y la indemnización hacía referencia a la normativa de 1985 que regula la relación laboral de los cargos de alta dirección, sin tener en cuenta que en 2012 el Gobierno central había aprobado una Ley que establecía criterios más estrictos para los altos directivos de la administración pública. Así, según la primera regulación, a García Alemany se le había emitido una factura incluyendo 18.490 euros porque la empresa no le había preavisado con tres meses de antelación. No obstante, la nueva ley establece que este período debe ser de sólo quince días, por lo que a tenor del salario diario con el que se realizó dicho cálculo, sólo debe percibir unos 3.100 euros por este concepto.
Estos más de 15.000 euros de diferencia son los que han motivado las quejas del Partido Popular, cuya portavoz, María José Català, acusó de "gestión negligente" a la empresa municipal, a la que pidió intervenir desde el Ayuntamiento de València de manera urgente, para más tarde integrarla en la Autoridad Metropolitana del Transporte. La empresa, preguntada por este diario, informó de que ha tenido que subsanar el despiste. "Es una cuestión técnica que ya se ha solucionado", explican desde la EMT, donde el departamento de Recursos Humanos ha emitido una "nómina rectificativa".
Así, a la postre, García Alemany habrá percibido unos 20.000 euros brutos aproximadamente, donde se incluyen 7.200 de indemnización -siete días por año trabajado-, 3.100 por falta de preaviso -quince días, que según el PP "se podrían haber ahorrado esperando medio mes a ejecutar el cese"-, 2.500 por vacaciones no disfrutadas, 6.400 por pagas extra y 800 por la liquidación del salario de octubre. "Se le paga lo que marca la ley para un contrato de este estilo, que es una indemnización menor que la de un contrato laboral normal", subrayan en la EMT.
Huelga recordar que el salario del gerente experimentó un incremento leve con su renovación en 2019, que fue aprobada poco después de que sucediese el fraude en la EMT. Entonces, en octubre del año pasado, el Consejo de Administración le subió el sueldo de 70.000 euros anuales a 75.000 euros, lo que también ha repercutido en la indemnización final. Esta subida, del 7,14%, se produjo en plena tormenta por la estafa, si bien la empresa explicó que ya estaba proyectada desde antes.
Desde entonces, tanto el presidente de la firma, Giuseppe Grezzi, como el alcalde, Joan Ribó, han defendido el mantenimiento en el cargo de García Alemany, eximiéndole de cualquier responsabilidad por el funcionamiento interno de la empresa durante el fraude. Sin embargo, todas las formaciones del hemiciclo municipal, inclusive los socios de gobierno de Compromís, el PSPV, estaban a favor de su cese. Así pues, pocos días antes de que se presentaran las conclusiones sobre el fraude, Grezzi anunció el despido de García Alemany, si bien negó cualquier tipo de responsabilidad. El informe de conclusiones obvió su nombre. Esto permite considerar injustificado el despido.
