VALÈNCIA. El sábado 9 de marzo de 2013 se celebraba la primera sesión del Consell General de Compromís, tal y como se define en sus estatutos, máximo órgano "hasta que se realice el primer Congreso" de la coalición valencianista. Una galería de fotografías en su cuenta de Flickr inmortalizó momentos de una jornada en cierta medida histórica para la alianza formada por Bloc, Iniciativa y VerdsEquo.
Sin embargo, pese al intento de normalizar -sobre todo por parte del Bloc- las reuniones del citado órgano que cuenta con algo más de 300 miembros, no se ha convocado ni un solo encuentro desde mediados de 2015. De esta manera, las amplias e importantes funciones del Consell General han sido asumidas por las direcciones de los tres partidos que conforman la coalición y por la propia Ejecutiva de Compromís donde se congregan los primeros espadas de las citadas formaciones políticas.
"Aprobar los principios o bases políticos en que se fundamente la coalición", "aprobar los reglamentos y, en general, todas las normas que deban regir en la coalición", "ratificar las candidaturas electorales propuestas por la comisión ejecutiva nacional en cada proceso electoral", "aprobar los programas electorales"... y otras funciones no baladíes son las que los estatutos le de Compromís le otorgan al órgano que durante tres años y medio no se ha reunido.
Esto ha sido motivo de desencuentro en distintos momentos. En octubre de 2015, dos referentes del Bloc como el portavoz en Les Corts, Fran Ferri, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, escribían un artículo conjunto en Valencia Plaza apelando a la celebración del primer Congreso de Coalición Compromís para avanzar en la construcción de un partido político que vaya más allá de una alianza electoral. Por citar otro ejemplo -en medio han existido muchos-, hace unas pocas semanas el alcalde de Sagunto, Quico Fernández, también del Bloc, escribía en el diario Levante-EMV una columna en la que subrayaba: "La convocatoria del Consell General de Compromís és la primera cita que ens portarà a reforçar-nos como a projecte i el primer pas cap a la Presidència de la Generalitat".
Una prueba evidente de que, pese a que haya existido cierta resignación con esta cuestión, en la formación nacionalista sigue presente la creencia generalizada de que debería de avanzarse en la construcción de Compromís o, al menos, convocar el Consell General para aprobar el reglamento de primarias -se está negociando actualmente- y el resto de cuestiones que, en teoría, deberían pasar por el citado órgano hasta que termine la legislatura.
Precisamente la aprobación del reglamento de primarias fue, probablemente, lo que hirió de muerte al citado órgano en noviembre de 2014, cuando la oposición de sectores del Bloc a determinadas decisiones sobre todo referentes a Castellón del acuerdo provocó el rechazo de 33 miembros del Consell -probablemente de la formación nacionalista- y 25 abstenciones lo que, unido a las ausencias porque la votación se celebró a última hora, concluyó en que no hubiera mayoría suficiente para aprobar el reglamento.
Una situación que obligó a la coalición a no poco funambulismo orgánico que terminó con una nueva votación, en este caso telemática, para sacar adelante el documento que habían pactado previamente las ejecutivas tras una negociación de un año y seis horas de postre para rematarla. Con esta experiencia, la pata más reacia de la coalición a repetir experiencias en el Consell General fue Iniciativa, liderada por Mónica Oltra, e inferior numéricamente al Bloc.
Así, a partir de ahí, el Consell General cayó en desuso definitivamente, más allá de la votación telemática que ratificó en junio de 2015 la posición de Compromís respaldar la investidura del socialista Ximo Puig fruto del Pacto del Botànico. Desde entonces, la nada.