Estamos, otra vez, en los intentos de recuperar el pulso del proyecto de la UE, tras un anterior trienio del todo complicado.
Los padres fundadores de lasComunidades europeas, y sobre todo la Declaración de Robert Schuman (ya lo hemos comentado en otras ocasiones) vieron en el proceso de integración europea una estrategia para evitar nuevas conflagraciones en el viejoc ontinente, y es así como prácticamente cada vez que se quiere relanzar este proyecto, ya sea por motu propio o como consecuencia de una crisis institucional, se utiliza el argumento de la Seguridad para intentar revitalizarla.
Así es como tras un trienio horribilis en la UE, 2015 crisis migratoria, 2016 el Brexit y el 2017 fragmentación entre países progresistas (lo más occidentales) y conservadores (Visegrado y otros del centro-este), este 2018 se ha puesto en marcha la Cooperación Estructurada Permanente por decisión del Consejo del 11 de diciembre, y en un mes ya se ha tenido que publicar una extensa corrección de errores, cosa no excepcional por otra parte en la publicación de normas, pero que esperemos no sean malos augurios.
Y hablo de malos presagios, pues ya el título de la iniciativa en sí me parece un desacierto pues envía diferentes mensajes equívocos, entre ellos dos: un complejo y una costumbre, que voy a poner de manifiesto, y eso que creo firmemente en la necesidad de una seguridad cooperativa y solidaria con nuestros aliados, ya sea de la UE o de la OTAN, pero al pan, pan y al vino, vino.
El complejo en el título reside en no llamar a las cosas por su nombre. En este buenísimo imperante parece vergonzoso y por eso se camufla con nombres asépticos. Cooperación Estructurada Permanente, cuando de lo que hablamos es de defensa, militares, seguridad, policías, estrategia... Por eso se está enviando en el fondo al exterior un mensaje de debilidad interna, ya saben aquello que recoge la Directiva de Defensa Nacional 1/2012: “La disuasión comienza con la cohesión nacional”. Pues aquí a nivel europeo parece que estamos deficitarios de disuasión y de cohesión.
Y respecto al mensaje al interior es alejar a la ciudadanía de estas cuestiones, pues se está muy lejos de lo que a nivel nacional recogemos en la Estrategia de Seguridad Nacional 2017, respecto a la difusión de la cultura de la Seguridad Nacional que requiere de la sensibilización social de los ciudadanos, y a nivel europeo parece que se esconda las cuestiones de Seguridad hasta de los títulos de los proyectos de Seguridad y Defensa.
Respecto a la costumbre a resaltar, que transmite el título, es el hábito burocrático de la UE, que en cuanto hay algún problema o dificultad, se crea más burocracia en Europa (hacer más Europa, aunque no sé si mejor) creando nuevos organismos y entes en lugar de utilizar los existentes, dando munición (y nunca mejor dicho) a los populistas antieuropeos, por lo que después no nos sorprendamos de los resultados electorales.
Y hablando de la Europa de la Defensa, no puedo evitar recordar el acierto del teniente general Gan Pampols, general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad-HQ-NRDCESP (OTAN), cuando en este inicio de 2018 en la celebración de la Pascua Militar habló de la complementariedad de la UE-OTAN. Además anunció la creación de un nuevo mando, al igual que hicieron los Generales de Canarias, Ceuta, Melilla y las Baleares en sus respectivas celebraciones de Pascua Militar, un mando de gran importancia, aunque aquí pasara sin pena ni gloria, y es la creación durante 2018 del Mando de Presencia y Vigilancia Terrestre en base a unidades de ese histórico eje estratégico Canarias-Estrecho (Ceuta y Melilla)-Baleares que se dirigirá desde los cuarteles valencianos donde está ubicado el CGTAD.
Y no se por qué, pero me parece que este nuevo mando español de dirección valentina tendrá mucho que aportar al Nato Strategic Direction South -NSDS HUB- (algo así como eje de la dirección estratégica Sur de la OTAN), o estructura de la OTAN de reciente creación, establecida en el Mando de Fuerza Conjunta Aliada de Nápoles, creada para entender mejor los desafíos y amenazas provenientes de Africa y del Oriente Medio, que surge tras los acuerdos de la cumbre de Varsovia de 2016 de la OTAN, y que, si llega a producirse esa colaboración, seguro que dará otra oportunidad para poner de relevancia la importancia estratégica de nuestro cap i casal y la gran preparación de sus militares.