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su producción hasta junio se desploma un 41%

La factoría Ford Almussafes, 'gripada' por la covid 

27/07/2020 - 

VALÈNCIA. La factoría de Ford en Almussafes intenta reponerse del duro golpe. Su producción se resiente y su ritmo es más lento. Una situación fruto de la actual coyuntura que ha afectado con crudeza a todo el sector del automóvil. Algunos más que otros. Nissan en Barcelona cerraba su planta y el temblor se sintió en la fábrica valenciana. Y es que a la ya convulsa situación que arrastra la industria del automóvil desde hace años por los cambios en los hábitos en la movilidad, la irrupción de coche eléctrico y la caída de la demanda a nivel mundial, se suma ahora la crisis sanitaria. 

Y Ford Almussafes no ha sido ajena a estos vaivenes. A nivel europeo, las ventas se han resentido todavía más y, en consecuencia, el volumen de producción de la mayoría de fabricantes. De hecho, según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), todos los países de la Unión Europea registraron una caída en sus matriculaciones. 

Así, durante el primer semestre de este año se vendieron 5,1 millones de unidades, un retroceso del 39,5% en comparación con el mismo periodo de 2019.
Solo en el mes de junio, el mercado automovilístico europeo se contrajo un 22,3%, con 1,13 millones de unidades, de los cuales 949.722 vehículos fueron vendidos en países pertenecientes a la Unión Europea. Un escenario nada halagüeño que ha llevado a la mayoría de insignias a tener que acometer ajustes.

En el caso de Almussafes, el desplome de la producción, hasta junio, ha sido del 41%, lo que ha llevado a la dirección a recortar la producción diaria en más de 100 vehículos al pasar de fabricar de 1.700 unidades antes de la pandemia a las 1.600 actuales. Y es que las previsiones que hizo la firma cuando retomó la actividad en mayo, tras el parón de los meses de confinamiento, no se están cumpliendo. La demanda del mercado no se recupera a la velocidad esperada para alcanzar los niveles de fabricación previos al estallido de la crisis.


Así, mientras en el primer semestre de 2019, en la factoría se habían fabricado 192.700 coches, este año la producción ha descendido a 113.500 unidades, un 41% menos. Cabe recordar que la planta valenciana paró la actividad el pasado 15 de marzo y no fue hasta mayo cuando poco a poco se retomó la actividad. Han sido dos meses con las máquinas paradas y ello ha mermado la producción.

Según los datos que maneja el sindicato UGT-PV, el desglose de la producción por tipos de vehículos refleja que todos los modelos retroceden respecto al primer semestre del pasado ejercicio. Incluido el buque insignia de la factoría, el Kuga, que representa el 46,8% de la producción total en la factoría y que en los últimos ha tirado de las ventas. 

Así, la filial española produjo un total de 57.8000 unidades del Kuga hasta junio, por debajo de las 87.000 del mismo periodo en el año anterior. Por su parte, las furgonetas agrupadas en la línea Connect sumaron 38.000 vehículos, un 38% menos que las 61.600 del primer semestre de 2019. La mayor caída la ha sufrido el Mondeo cuya producción se ha mermado en un 63% al fabricar hasta junio de este año 9.000 coches frente a los 24.2000 del ejercicio anterior. Del Galaxy, el que menos volumen de producción concentra, han sido 3.400 unidades frente a las 7.800 del ejercicio anterior, mientras que en el Smax el descenso en este modelo ha sido del 56% pasando de 12.100 vehículos en los primeros meses del año de 2019 a los 5.300 de este 2020.

Una contracción acuciada por el virus pero que ya viene de lejos. En los últimos tres ejercicios, la situación en Almussafes ha sido complicada encadenando años de caídas. Al cierre de 2019, fabricaba 345.700 unidades, un 9,2% menos que las 381.000 del pasado 2018. Un descenso que desequilibraba los planes iniciales de la multinacional, que preveía cerrar el pasado año con 380.000 coches. En 2017 producía 417.002 vehículos; 394.111 en 2016 y 388.434 en 2015. Este año se prevé más difícil, tras los meses de parón y la contracción del mercado.

Un halo de esperanza

De hecho, la planta se encuentra inmersa en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que finalmente afectará a 350 trabajadores. Una cifra inferior a la planteada inicialmente por la dirección, 410, al asumir ese excedente la futura planta de baterías para vehículos electrificados. El montaje de esta instalación valenciana comenzará este próximo mes de septiembre de 2020, cuando las baterías se instalen en las versiones híbrida e híbrida enchufable del nuevo Kuga.

El futuro del sector automovilístico para por los modelos híbridos y más electrificados. Desde el Comité de Empresa se está presionando a la dirección de Europa para que tenga en mente a Almussafes en sus próximos planes. La semana pasada, UGT, sindicato mayoritario en la planta, reclamaba a la dirección en Europa que la planta valenciana sea considerada centro de fabricación no solo de motores, sino de vehículos híbridos de acuerdo con el plan de electrificación que está acometiendo Ford. 

"La nueva dirección europea no debe tener dudas en apostar por Valencia, y no entenderemos otra decisión que no vaya encaminada en ese sentido. Almussafes ha de ser el centro de fabricación, no solo de motores, sino también de vehículos híbridos en esa futura electrificación de Ford Europa. Ya hemos demostrado en muchas ocasiones nuestra capacidad para alcanzar acuerdos y asumir retos", subrayaban. Una exigencia que se hace más fuerte ahora que Ford ya ha avanzado sus intenciones de buscar una planta en la que producir nuevos motores híbridos. Un tren que Almussafes no quiere perder.

Foto: KIKE TABERNER

La pasada semana el director de fabricación de Ford Europa, Dirk Heller, visitaba la planta y trasladaba a los trabajadores la intención de la compañía de valorar la mejor planta para su nuevo proyecto: la fabricación de motores híbridos. Ford va a llevar a cabo un estudio en las diferentes plantas de Europa para decidir si es factible o no fabricar motores híbridos, y en qué lugar. También existe la posibilidad de fabricar un motor de gasolina 2.0 (GDI) a partir del próximo año 2021. Todas estas decisiones estratégicas se tomarán a la vuelta de vacaciones o durante el último trimestre.

Ya en enero llegó un importante balón de oxígeno con la inyección de 42 millones en la planta valenciana, destinada a la fabricación de nuevos modelos híbridos como el S-Max y del Galaxy y la nueva planta de montaje de baterías para vehículos electrificados  que la compañía espera poner en marcha en septiembre. De este modo, frente a otras plantas europeas, la factoría valenciana se convertía en el centro de producción de automóviles de Ford que más modelos híbridos fabrique en toda Europa. Una importante ventaja competitiva que le da muchas posibilidades para convertirse en la elegida por la compañía para esos futuros modelos híbridos. 

"Se trata de una noticia muy esperanzadora porque si esos estudios cristalizan, en València tenemos muchas papeletas de conseguir esa fabricación. No podemos olvidar que nosotros fabricamos motores de gasolina de alta cilindrada que son los necesarios para transformarlos en híbridos. Por lo tanto, tenemos la ventaja de que haría falta poca inversión para hacerlo", destacaba el presidente del Comité de Empresa, Carlos Faubel.

Además, también desde el gobierno valenciano se 'mima' a la factoría. Hace unos días el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, mostraba el compromiso del Gobierno valenciano por conseguir que la Comunitat pueda acoger finalmente una "megafactoría" de baterías para coches eléctricos. Una fábrica que sería estratégica y se instalaría junto a la planta de Ford Almussafes y que la administración valenciana estaría dispuesta a incentivar. Un proyecto que, según afirmó Puig, es factible en el actual contexto por la situación del clúster automovilístico y el impulso del diálogo social. 

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