Casi dos décadas de que entrarán en el capital de la chocolatera valenciana a través de la mercantil BMS Promoción y Desarrollo
VALENCIA (VP). BMS Promoción y Desarrollo, el vehículo de inversión de la familia valenciana Lafuente, presentó ayer su dimisión como miembro del consejo de administración de Natra donde estaban representados a través de BMS Promoción y Desarrollo, que controlan el 6,68% de la cotizada presidida por Juan Ignacio Egaña.
Los también fundadores de Frudesa entraron en la chocolatera valenciana en 1997 tras la salida de los Benlloch -tercera familia fundadora de Natra (NAT)- y de dos fondos de inversión extranjeros. A mediados de junio de 1998 fueron nombrados consejeros hasta el día de ayer.
Actualmente son los únicos valencianos con peso en el capital de NAT junto con el expresidente Manuel Moreno, a través de su sociedad Carafal que controla el 12,47%.
BMS Promoción y Desarrollo señaló en el hecho relevante enviado por la compañía a la CNMV que tras una "larga y satisfactoria" etapa de vinculación abandona la compañía debido a la existencia de otros proyectos que requieren de su "especial dedicación".
Veremos si la salida del consejo conlleva la venta de su paquete accionarial, que llegó a rondar el 20%. "No sería de extrañar aunque viendo la cotización de Natra no creo que sea el mejor momento para vender", advierten desde una mesa de bolsa.
Y no les falta razón porque solo en lo que va de año la cotizada valenciana se deja atrás un 43% cayendo a niveles que ni los accionistas más veteranos recuerdan.
Además, conviene recordar que la compañía está en plena reorganización societaria del grupo consistente en la aportación de determinadas filiales a una nueva sociedad.
En el marco de dicho proceso, a petición de las entidades financieras acreedoras, los accionistas de la chocolatera valenciana dieron el visto bueno en junio a la emisión de obligaciones convertibles en títulos por importe de 53,2 millones de euros, dividido en 399.667 obligaciones con un valor nominal cada una de 133,2 euros.
Por cada 118 derechos de suscripción preferente de los que se sea titular, se podrá suscribir una obligación. El vencimiento de las obligaciones tendrá lugar transcurridos siete años desde la fecha de su emisión y el precio de conversión se fija en 0,1332 euros por acción. La operación todavía no se ha materializado y la cotización sigue cayendo en bolsa.