VALÈNCIA (EFE). La imposibilidad de contratar sustitutos a los médicos que están de baja en el Servicio de Urgencias de adultos del Hospital La Fe de València está produciendo "demoras más largas de lo habitual" en la atención a los pacientes.
Fuentes del centro sanitario han informado a EFE de que, aunque el Hospital ha intentando contratar a facultativos sustitutos, "lamentablemente no hay disponibilidad en el mercado laboral de médicos para trabajar en los servicios de urgencias".
"Es posible que el tiempo de respuesta se pueda demorar más de lo habitual", aseguran las fuentes, que añaden que la dirección del Hospital lamentan "las molestias que pueda ocasionar" y siguen trabajando para que la situación se resuelva "tan pronto sea posible".
El diario Levante-EMV publica hoy que la falta de médicos ha "colapsado" las Urgencias de La Fe y que ha habido pacientes que han presentado reclamaciones por esperas superiores a las siete horas para ser atendidos.
Por su parte, el Grupo de Ciudadanos (Cs) en Les Corts ha exigido a la consellera de Sanidad, Carmen Montón, una solución ante la "saturación de urgencias durante el verano en los hospitales y centros sanitarios" de la Comunitat Valenciana.
El diputado de Cs Juan Córdoba ha denunciado la "absoluta falta de previsión y dejadez" por parte de la Conselleria de Sanidad para atender a los valencianos y ha pedido solución a una situación "crónica e insostenible".
"Un año más se demuestra que el Plan Asistencial de Verano para reforzar los servicios sanitarios es insuficiente, parece totalmente improvisado", ha añadido Córdoba, quien ha acusado a Montón de estar "más preocupada por revertir el modelo Alzira que por ofrecer unos servicios de calidad a los valencianos".
Ha insistido en que esta es una situación "totalmente previsible, porque el colapso en urgencias se repite todos los veranos ante las vacaciones de los profesionales" y ha recordado que el cierre de 1.300 camas en hospitales valencianos solo en agosto, más de 3.000 en todo el verano, es "un sinsentido".
Córdoba ha destacado que esto afecta también a unos profesionales "desbordados e impotentes por no poder prestar a los pacientes la atención y servicios que merecen".
