La Fiesta de la Rosa del PSPV se complica (otra vez)

VALÈNCIA. No es sencillo organizar un evento en tiempos revueltos. Bien lo saben en el PSPV, cuyos intentos de celebrar la tradicional Fiesta de la Rosa están tornándose últimamente en un dolor de cabeza. Este año, todo indica que volverá a ser así. Y es que la inestabilidad que rige la actualidad política nacional se infiltra hasta en los más nimios detalles, como es la asistencia de dirigentes nacionales a la cita de los socialistas valencianos.

Este año, el PSPV había pensado en un principio celebrar el encuentro el primer fin de semana de octubre en la explanada situada bajo el Palau de la Música, en pleno antiguo cauce del río Túria. De hecho, se formuló la correspondiente petición de permiso al consistorio de València. Sin embargo, los socialistas renunciaron poco tiempo después y retiraron la solicitud.

La intención es conseguir que al evento puedan acudir importantes personalidades del panorama socialista, como son el presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el secretario de Organización y ministro de Fomento en funciones, el valenciano José Luis Ábalos, además del secretario general del PSPV y president de la Generalitat, Ximo Puig. 

Sin embargo, la incertidumbre en la conformación del gobierno a nivel estatal y la posibilidad de que se convoquen nuevas elecciones en otoño hace que cuadrar todas las agendas sea todo un encaje de bolillos. Es por ello que los socialistas han preferido levantar el acto, a la espera de que haya una perspectiva más clara en el mes de septiembre. Será entonces cuando decidirán qué se hace.

Hasta entonces, se barajan diferentes escenarios para celebrar el habitual encuentro. Entre ellos, el que se había pedido inicialmente en el antiguo cauce del río Túria, aunque también se vislumbran como posibles alternativas el espacio de La Marina de València o el Parque de Cabecera.

También el año pasado se complicó la organización de la Fiesta de la Rosa, que inicialmente se había programado para primeros de julio, pero que tuvo que ser retrasada por la detención del entonces presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, con motivo de la Operación Alquería. La celebración se aplazó a septiembre, pero Sánchez no pudo acudir y sólo estuvo presente Ábalos. El lugar elegido entonces también fue el antiguo cauce del río.