VALÈNCIA. La Generalitat cerró el ejercicio 2017 con un resultado presupuestario negativo de –1.975 millones, el más bajo en ocho años. La diferencia entre los capítulos I al VIII de ingresos y gastos –excluyendo solo la emisión y amortización de deuda– es un 10% menor al del ejercicio anterior, según la Liquidación del Presupuesto de la Generalitat elaborada por la Intervención y de la que este viernes ha sido informado el pleno del Consell.
Según destaca la Conselleria de Hacienda, la minoración respecto a los –4.479 millones que alcanzó en 2014 es del 56%. Este indicador alcanzó el techo de –6.223 millones de euros en 2012.
Hacienda destaca que la liquidación de las últimas cuentas "certifica el proceso de saneamiento de las cuentas autonómicas", con una reducción del déficit presupuestario no financiero del 25%, al pasar de los 1.870 millones de 2016 a 1.398 millones al cierre de 2017. La cifra es la más baja desde 2008 y supone una minoración del 69% respecto a 2014 (-3.766 millones) y es "sensiblemente inferior a la de 2012, cuando llegó a los -4.384 millones".
Además, destaca que la reducción del déficit presupuestario no financiero –la diferencia entre los capítulos I a VII, todos, salvo las operaciones financieras– se ha producido "a pesar de que el Consell ha hecho al mismo tiempo un importante esfuerzo de gestión". En este sentido, destaca que la ejecución de las inversiones directas y a través básicamente de su sector público –capítulos VI y VII– ha aumentado un 36,8% al pasar de 579 millones en operaciones de capital ejecutados en 2016 a 792,7 millones de 2017.
Esto supone, según destaca la Conselleria que dirige Vicent Soler, 213 millones más y un incremento de la ejecución de 3,7 puntos sobre el ejercicio anterior. "El indicador evidencia la recuperación de la economía valenciana y la mejora en la gestión de las finanzas autonómicas, únicamente lastradas por la clara infrafinanciación de la Comunitat Valenciana", insiste Hacienda.
El Consell destaca que la mejoría en el resultado presupuestario se consigue pese al lastre de los 274 millones de euros de la operación para "salvar a la Sociedad de Garantía Recíproca de la situación de quiebra en que se heredó del anterior Consell".
Además, ha habido que inyectar 91 millones en entidades públicas "para corregir desequilibrios del pasado".
La liquidación corresponde exclusivamente al presupuesto de la Administración de la Generalitat, es decir, no incluye los organismos autónomos ni el resto de entidades del sector público. Tampoco incorpora las operaciones pendientes de aplicar a presupuesto. Se elabora con criterios de caja presupuestaria y no en términos de contabilidad nacional (ajustes SEC), con lo que no permite conocer el déficit de la Generalitat que rige a efectos de la ley de Estabilidad y que se remite a Europa.
Como ejemplo, en 2016 el resultado presupuestario negativo fue de –2.189 millones y el déficit presupuestario no financiero, de –1.870 millones. Sin embargo, el déficit a efectos de la Ley de Estabilidad fue de –1.571 millones.
No obstante, la Conselleria de Hacienda destaca que estos indicadores sí sirven como orientación para saber cuál es el estado de las finanzas públicas. "Los números certifican que la Comunitat, de haber gozado con una financiación por habitante en condiciones de igualdad con el conjunto de las autonomías, habría cumplido sobradamente los límites autorizados de déficit", considera el Consell.
La variación neta de pasivos financieros plasma el aumento de la deuda de la Administración de la Generalitat.
En 2017, la cifra se sitúa en 2.269,8 millones, lo que supone una reducción del 29,5% respecto a la registrada en 2016, cuando sumó 3.220,4 millones. El descenso respecto a 2014 es del 61%, ya que ese año el aumento de la deuda fue de 5.779 millones. En 2012 alcanzó los 6.603 millones de euros.
Incluyendo las operaciones financieras, la liquidación del Presupuesto de 2017 muestra un superávit de financiación de 581,7 millones de euros. El remanente de tesorería total ha mejorado respecto al ejercicio pasado, con un saldo de –1.626 millones (-1.664 millones en 2016).
Por su parte, las obligaciones pendientes de pago a 31 de diciembre se elevan a 2.675 millones, "muy por debajo de los 4.001 millones de 2014 y de los 4.959 millones registrados en 2013". Hacienda destaca que en este sentido "ha tenido una incidencia importante el retraso del Gobierno central en habilitar el FLA extraordinario, algo que no sucedió hasta finales del ejercicio, con lo que la tramitación de multitud de operaciones se desplazó hasta los últimos días del año, efectuándose el abono por motivos puramente técnicos a partir de enero".
Por otro lado, el Consell destaca que en diciembre de 2017 el Periodo Medio de Pago a proveedores de la Generalitat "fue el más bajo desde que existe esta estadística sobre los plazos de abono a los proveedores y empresas, situándose en 28,51 días".
El Consell incrementó su actividad durante 2017, con un total de obligaciones reconocidas de 14.367 millones, frente a los 13.633 millones de 2016. Los derechos pendientes de cobro se elevaron a 282 millones, frente a los 411 de 2016. En este apartado, y siguiendo las recomendaciones de la Sindicatura de Comptes, se ha cambiado el criterio y se ha provisionado la totalidad de la dotación de derechos de cobro dudosos, que por ello pasan de 48 millones a 233 millones.