La administración hace un llamamiento a las grandes empresas para frenar la "estampida" de patrocinadores y trabaja en un encuentro que tendrá lugar en el Palau de les Arts
VALENCIA. Los museos valencianos buscan cómplices. Frente a los ajustados presupuestos con los que han tenido que lidiar, especialmente en los últimos años, la solución parece que pasará inexorablemente por la colaboración público-privada. Será precisamente la propia Generalitat la que facilitará la comunicación entre grandes empresas y entidades culturales a través de un work-shop mediante el cual conectar a unas y otras.
“Queremos recuperar la estampida de sponsors”, afirmó ayer el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, durante la presentación del balance 2015 del IVAM. Éste alertó de que el pasado año fue uno de los más pobres en este sentido, por lo que anunció su intención de “invitar a las empresas del IBEX 35” que cuentan con fundaciones culturales con el fin de echarles el lazo y evitar que esta colaboración siga siendo anecdótica.
Esta iniciativa, de igual forma, también estará abierta a otras compañías valencianas del sector, que serán invitadas para que puedan "vender todas las posibilidades de subvencionar cultura y deportes". El taller tendrá lugar "próximamente" en el Palau de les Arts Reina Sofía, una apuesta conjunta de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deportes; la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico y Presidencia.
El proyecto viene para paliar una sangría que ha dejado prácticamente sin sponsors a las salas de exposición y demás contenedores culturales públicos. Esta fórmula se ha convertido en una opción que -forzosamente- ha quedado relegada en un segundo plano, quedando la relación público-privada reducida a coproducciones y colaboraciones.
Aunque se recupera ligeramente con respecto al año anterior, el IVAM sigue acusando la falta de patrocinadores con respecto a ejercicios anteriores. Mientras que en 2015 el museo ingresó 70.458 euros, 15.000 más que en 2014, la cifra queda lejos de los 265.000 euros que recibió en 2012.
El museo ha suscrito este años una decena de convenios con diferentes empresas e instituciones. El más relevante de ellos, por la cuantía de la aportación, es el firmado con la Fundación La Caixa, con una dotación de 80.000 euros, 40.000 cada año, destinados al programa educativo del museo para niños de 5 y 18 años, durante 2015-2016 y 2016-2017. Con Bankia en el punto de mira, tanto Girona como el director del museo, José Miguel García Cortés, anunciaron que pronto “podemos tener buenas noticias” sobre su colaboración.
Por otro lado, la empresa Heineken España patrocinó con 20.000 euros las exposiciones de la Galería 6: Francesc Ruiz. Les esses y Radical Geographics. Rogelio López Cuenca. Del mismo modo, el centro de arte moderno también ha colaborado con el British Council, el Centro Alemán de Valencia, el Palau de les Arts Reina Sofía, la Universitat de València y la Universitat Politècnica de València.
La captación de patrocinios se ha convertido en el talón de Aquiles de las entidades culturales, que se apoyan en otras fórmulas para sacar adelante la programación. En el caso del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana apuntan a que los sponsors son algo “puntual”.
De los pocos ejemplos de patrocinio, destacan los 9.000 euros que desembolsó Acción Cultural Española para apoyar la exposición España e Inglaterra. Juan Luis Vives y Tomás Moro. El resto de basa en colaboraciones con otras entidades, fundaciones y museos, como el Museo Nacional del Prado, Museo Thyssen-Bornemisza o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entre otros.
También ha sucumbido a la "estampida" el Palau de les Arts pues la Cuenta General de la Generalitat, indica que los ingresos por patrocinios han pasado de 868.558,37 euros a 429.262,28 euros.
Gastamos demasiado en exposiciones temporales sin atender a la competencia ni ordenar nuestro circuito museístico. No sé cómo resulta tan difícil redefinir espacios pero sobre todo coordinar esfuerzos
Los contenedores culturales de la ciudad son gestionados mayoritariamente por hombres, ¿qué pierde la escena artística con esta situación? ¿cómo corregirla?