VALENCIA. La Generalitat se ha desprendido por fin de sus multicines de Logroño, uno de los activos más peculiares que figuraban en el balance del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) junto a las participaciones en clubes de fútbol e inmuebles de diversa índole como consecuencia de las adjudicaciones por créditos impagados.
En concreto se trata de un edificio de 9.373 metros cuadrados con catorce salas de proyección y ocho locales comerciales del que el IVF posee una participación del 13,3%. El otro propietario es la Sareb, el conocido como banco malo al que CaixaBank -que a su vez heredó su porcentaje de la propiedad de Banco de Valencia- y Bankia traspasaron sus respectivas participaciones.
El multicine forma parte del centro comercial y de ocio Parque Rioja, en Logroño, y fue construido con motivo de la ampliación que ese centro comercial llevó a cabo en 2006. Según explican fuentes conocedoras de la operación ha sido precisamente el principal operador de ese centro, Alcampo (a través de Immochan, gestor inmobiliario del Grupo Auchan) el que se ha hecho con la propiedad del inmueble que alberga las salas de cine, que actualmente estaba sin actividad. El traspaso se ha cerrado por 3,8 millones de euros, de los que al IVF le corresponde medio millón de euros, según precisan las fuentes.
El inmueble forma parte de la cartera de 42.900 activos procedentes de Bankia, Banco Gallego y Banco Ceiss que el conocido como banco malo cedió el verano pasado a Solvia, la plataforma inmobiliaria y de Banco Sabadell, para que se encargase de su gestión y comercialización. Las características del complejo están disponibles para su consulta en la propia página web de la Sareb.
La participación en los cines de Logroño forma parte del conjunto de inmuebles adjudicados de los que el IVF trata de deshacerse desde hace años. Su director, Manuel Illueca, ha insistido en varias ocasiones durante las últimas semanas en que, sin la capacidad de emitir deuda, las recuperaciones son la única vía de captación de recursos de la entidad, que se encuentra en plena reconversión para crear el Banc de la Generalitat.
Según consta en la memoria que acompaña a las cuentas del IVF de 2014, las últimas disponibles, el IVF mantenía los cines en alquiler a través de Multiocio la Rioja, la comunidad de bienes que constituyó con sus socios en 2010 para rentabilizar el activo. Las salas estuvieron alquiladas durante un tiempo, lo que reportó a la entidad ingresos discretos, pero la falta de inquilino en los últimos tres años había convertido el activo en un lastre. En 2014 el IVF se anotó 18.088 euros en pérdidas por el efecto de la integración de la comunidad de bienes en las cuentas anuales, según explica en la memoria.
Para encontrar la respuesta a por qué la Generalitat acabó siendo copropietaria de unos cines en Logroño hay que remontarse a 2004. Ese año, el IVF, Banco de Valencia y Bancaja prestaron a la exhibidora valenciana Ábaco 15 millones de euros para equipar dos salas de cine en los complejos de Alfafar (Valencia) y Sant Vicent del Raspeig (Alicante).
La firma aportó como garantía al crédito un centro multiocio que tenía ya en funcionamiento en Logroño. Como consecuencia de la entrada en concurso de acreedores del grupo Ábaco-Cinebox en 2007, se pactó con los acreedores una quita del 70% sobre la deuda global, que ascendía a 65,23 millones de euros, rebaja autorizada por el juez y aceptada por los acreedores.
Mientras, el IVF y el resto de entidades financieras ejecutaron sus garantías, con lo que el ente dependiente de la Conselleria de Hacienda se convirtió en copropietaria de los cines de La Rioja. Posteriormente, en 2010, se constituyó la mencionada comunidad de bienes junto a Bankia y Banco de Valencia para rentabilizar el inmueble.
En 2005, el grupo valenciano Ábaco pasó a estar controlado por el fondo Mercapital, que entró en el capital con una participación del 80%. Al año siguiente, la absorción de Cinebox dio lugar a la creación de una de las mayores exhibidoras del país, con 42 complejos multisala y más de 450 pantallas. Mercapital, que desembolsó cerca de 110 millones en ambas operaciones, llevó al grupo a concurso en 2007.