VALÈNCIA. Finalmente no habrá Marenostrum. Cuando apenas quedaban unas horas para la celebración del festival de música electrónica en la Sala Canal, la Guardia Civil ha frenado el proceso de montaje del mismo y precintado el recinto. Tal y como publica hoy Culturplaza, la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública no autorizaba la celebración del mismo de acuerdo con los informes negativos de Medio Ambiente y Guardia Civil. Sobre esta resolución cabía presentar recurso de reposición por parte de la empresa, un recurso que ha sido desestimado y que, a pesar de las intenciones de los organizadores de llevarlo adelante sin autorización, frena la celebración del evento.
A pesar de los informes negativos, desde el festival se viene defendiendo durante esta semana que sí tendría lugar el evento. Así, incluso, lo hicieron ver en un comunicado a través de sus redes sociales que buscaba calmar los ánimos de los más de 6.000 usuarios que se esperaba acudieran a la sala Canal este fin de semana. Sin embargo, y pese a no haber comunicado los organizadores su cancelación, la Policía Autonómica y de la Guardia Civil continúa en el exterior de la Sala Canal bloqueando el acceso, especialmente desde 19 horas, cuando estaba prevista la apertura de puertas. Por su parte, la Sala Canal ha emitido un comunicado a esta misma hora en el que aclara que han rescindido el contrato con la empresa organizadora "al no haber conseguido ésta los permisos pertinentes para la celebración de dicho evento musical".
Los organizadores del festival se escudaban en la licencia de actividad de la sala que, apuntan, ampara la celebración del evento. Sin embargo, los informes preceptivos de Medio Ambiente -al estar ubicado el recinto en el parque natural de la Albufera- o Guardia Civil eran contrarios a su celebración por el impacto que supondría para la fauna de la zona y los problemas de seguridad.
Así, durante la mañana de este viernes la promotora del festival ha comunicado a los usuarios que Marenostrum sí se celebraría, aunque en el interior de la Sala Canal, no en el aparcamiento como estaba inicialmente previsto. La sala, en cualquier caso, cuenta con un aforo 1.200 personas. "Ante la falta de contestación por parte de las autoridades competentes y para asegurar la celebración del mismo con todas las garantías de seguridad y medioambientales, la promotora del festival ha anunciado que -si sigue sin recibir contestación- las actuaciones se realizaran en el interior de la sala Canal", explicaban, al tiempo que pedían a los "6.000 afectados" que estén atentos a sus redes. Posteriormente, sin embargo, han eliminado esta publicación de sus redes sociales.
El festival viene acompañado por la polémica desde hace ya un año. Fue La Marina el primer bache. Tras acoger la edición de 2018, el Consorcio València 2007 rechazó ser de nuevo sede del evento en 2019, justificando su decisión en quejas de usuarios y empresarios y problemas logísticos vinculados a la limpieza o el retraso en el desmontaje. Así, el festival se veía obligado a buscar nueva sede… aunque ya se estaban vendiendo entradas para el mismo.
Fue entonces cuando la asociación valenciana de consumidores y usuarios (AVACU) remitió un escrito dirigido a la Secretaria Autonómica de Turismo denunciando que los organizadores del Marenostrum estarían realizando una campaña de publicidad y venta anticipada que “no cumple con los requisitos” legales, “pues no consta ni la fecha, ni el horario ni el lugar de celebración del evento”. La venta, en cualquier caso, continuó y es ahora la Unión de Consumidores la que ha mostrado su preocupación ante la “incertidumbre” del festival, al tiempo que ha instado a la administración a establecer un “lugar fijo” donde se permita realizar este tipo de eventos “con todas las garantías, al igual que ocurre con otros festivales”. La Unión ya batalló con Marenostrum en 2016 cuando, tras la cancelación del mismo, no se devolvió el importe a los usuario. La entidad denunció al festival y, finalmente, el juzgado declaró nulas cuatro cláusulas recogidas en las entradas, entre las que se incluía que la organización se reservaba el derecho a modificar "sin previo aviso" el lugar de celebración del evento "por cualquier motivo”.
Para saber más
Los organizadores sostienen que el festival se celebrará este viernes y sábado, tal y como estaba previsto, y se aferran a la licencia de actividad de la Sala Canal para defender su causa