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La historia de los Mercedes-Benz Clase E Coupé y Cabrio: elegantes y deportivos coches de dos puertas con un estilo fascinante

26/05/2020 - 

VALÈNCIA. Elegante, deportivo y exclusivo: en la historia de la Clase E de Mercedes-Benz esto se refleja particularmente en las carrocerías de dos puertas coupé y descapotable. Estos modelos combinan las virtudes clásicas de la Clase E: ejemplar seguridad y máximo confort en largos desplazamientos, con una elegante estética. Hasta hoy, estos atributos son los que siguen permitiendo que los Clase E Coupé y Cabrio tengan tanto éxito. La tradición de estos modelos comenzó hace más de 50 años, con los “Stroke-8” Coupé de la serie 114 y hace casi 30 años con los descapotables de la serie 124.

Desde 1993, cuando los modelos de Mercedes-Benz en este segmento recibieron la designación Clase E, también existe una tradición de motores Mercedes-AMG de alta gama. Esta marca de modelos deportivos y de altas prestaciones ya se había hecho un nombre con sus versiones de elevadas prestaciones de los elegantes y deportivos modelos de dos puertas: el Mercedes-Benz 300 CE 6.0 AMG, la versión coupé del modelo apodado “El Martillo”, es particularmente espectacular.

La serie “Stroke-8” se fabricó desde 1968 a 1976 y sus sucesores de la serie 123 hicieron las delicias de los aficionados entre 1977 y 1985. La serie 124, que desde 1993 pasó a llamarse Clase E, incluye al elegante coupé desde 1987 a 1996. En 1991 y hasta 1997, se unió el primer descapotable de Mercedes-Benz en este segmento, también perteneciente la serie 124.

La tradición de los Clase E Coupé y Cabrio continuó los años siguientes con dos series de la gama CLK: la serie 208 (Coupé de 1997 a 2002 y Cabrio de 1998 a 2003) y la serie 209 (Coupé de 2002 a 2009 y Cabrio de 2003 a 2009). De 2009 a 2016 los coupés y cabrios de la serie 207 se asignaron nuevamente a la Clase E, hasta que fueron reemplazados por la serie 238, presentada en diciembre de 2016.


El “Stroke-8” Coupé constituyó la base de una tradición en 1968

En noviembre de 1968 Mercedes-Benz entusiasmó a sus clientes con la presentación de un elegante modelo de dos puertas. Los coupés de la serie 114 completaron el extremo superior de la gama de modelos 114/115, conocida cariñosamente como la serie "Stroke-8", y lideraron su segmento. La elección de los motores lo dejó claro: las versiones de dos puertas sólo estaban disponibles con motores de seis cilindros. De hecho, el motor M114, con el sistema electrónico de inyección de combustible D-Jetronic de Bosch, en el tope de gama 250 CE (110 kW/150 CV), se reservaba para los coupés. Dos revistas de coches, “Motor-Rundschau” y “auto motor und sport”, registraron una velocidad máxima de 198 km/h para el 250 CE, y la revista suiza “Automobil Revue”, de Berna, incluso llegó a 199 km/h. Casi alcanzó la mágica marca de los 200 km/h, que resultaba sobresaliente para los turismos de ese momento. No hace falta decir que Mercedes-Benz eligió el circuito de Hockenheimring para presentar sus coupés hace 50 años.

C123: elegancia deportiva

Mercedes-Benz continuó el éxito de los “Stroke-8” Coupé en la siguiente generación de automóviles que precedieron a la Clase E. La serie 123 de dos puertas hizo su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra de marzo de 1977. Junto con los modelos 280 C y 280 CE de seis cilindros, se incorporó por primera vez un modelo de cuatro cilindros: el 230 C. Una mejora técnica importante en comparación con sus predecesores directos fue el habitáculo de seguridad con una estructura aún más rígida para el techo, los pilares y puertas reforzadas. La absorción de energía de las zonas de deformación frontal y trasera se incrementó significativamente gracias a la capacidad de deformación controlada del conjunto de la parte delantera y la zona posterior.

Serie 124: el primer Clase E que se abre al cielo

En marzo de 1987 Mercedes-Benz presentó la nueva serie 124 coupé en el Salón del Automóvil de Ginebra. Desde el verano de 1993 recibió el título de “Clase E Coupé”. Pero este deportivo y elegante coche de líneas seductoras y modernas no fue el único automóvil exclusivo de dos puertas de la serie. En 1991 llegó el descapotable de cuatro plazas con techo de lona, siendo el primer vehículo de este tipo de la marca Stuttgart tras un largo paréntesis de 20 años. Ambos, se han convertido desde hace tiempo en codiciados clásicos. Mientras los primeros coupés de esta serie pueden obtener el certificado de automóvil histórico y, por lo tanto, la codiciada placa “H” desde 2017, los primeros descapotables disfrutarán de esta posibilidad el próximo año.

El CLK toma el relevo

En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1993 Mercedes-Benz presentó un prototipo de coupé. El modelo de cuatro plazas y dos puertas introdujo un nuevo aspecto con el “doble faro” de Mercedes-Benz, que se introdujo en 1995 en la Clase E de la serie 210. Este concept anticipó el lenguaje de diseño de muchos de los Mercedes-Benz posteriores como respuesta a una nueva estratégica de producto. El prototipo suscitó mucho interés entre el público. Sin embargo, los potenciales compradores interesados tuvieron que esperar hasta 1997. En esa fecha se presentó al mercado el CLK Coupé (serie 208), que tenía un parecido sorprendente con el prototipo. La similitud del concept de 1993 con el nuevo coupé era algo natural para el entonces Jefe de Diseño de Mercedes-Benz, Bruno Sacco, que exponía: “No estamos tratando de crear un coche de exhibición lleno de talento pero sin sentido, que cause sensación a corto plazo pero que luego desaparezca en el olvido tras unas pocas muestras”.

El segundo Mercedes-Benz CLK

En la primavera de 2002 la marca continuó la tradición con el CLK de la serie 209. Primero se presentó el Coupé, en el Salón del Automóvil de Ginebra. Un desarrollo completamente nuevo hasta en el más mínimo detalle, con una llamativa línea de diseño marcada por su ausencia de pilar B y sus ventanillas sin marco que podían bajarse (incluyendo las traseras) para dejar el lateral totalmente diáfano. Otros rasgos característicos eran la parrilla del radiador de lamas con la estrella de Mercedes integrada, una nueva interpretación del “doble faro” y la descendente línea del techo que le aportaban un carácter especialmente deportivo. Desde la primavera de 2003 se ofreció el descapotable de esta serie 209.

El CLK y la competición

El CLK DTM AMG, que debutó como coupé en la primavera de 2004 y como descapotable en otoño de 2005, representó un claro vínculo con la competición. Ambas versiones fueron construidas en pequeñas series, de solo 100 unidades cada una. Indudablemente subrayaron su herencia deportiva: con un motor AMG V8 de 5,5 litros con 428 kW (582 CV). Su imagen mostraba similitudes con el modelo del DTM, con un expresivo kit de carrocería que incluía un gran alerón trasero. El ambiente de competición también se trasladó a su interior, con asientos deportivos AMG tapizados de cuero con cinturones de seguridad de cuatro puntos y el volante de competición AMG forrado en ante.

Actualizaciones para los CLK Coupé y Cabrio

En el Salón Internacional del Automóvil de París de 2004, Mercedes-Benz presentó una serie especial del CLK 500 Cabrio limitada a 100 unidades, con un concepto excepcional de color y materiales, creado por el diseñador de moda italiano Giorgio Armani. A principios del verano de 2005 se sometió a una profunda actualización.

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