La historia en las entrañas de la fuente del Ayuntamiento: diseño, ingeniería y evolución

VALÈNCIA (EP). El Ayuntamiento de València, a través de la Concejalía del Ciclo Integral del Agua ha dado a conocer este viernes el interior de la fuente de la plaza del Ayuntamiento, mediante una visita para medios de comunicación, con el fin de dar a conocer la originalidad e historia de su mecanismo de funcionamiento coincidiendo con el proceso de participación ciudadana abierto para reformar este enclave. En esta remodelación, la fuente no es un límite, de modo que los ciudadanos dirán si quiere que se mantenga o no.

La concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, que ha estado en esta visita junto al jefe de servicio de esta delegación, Antonio Llopis, ha valora la oportunidad de conocer el foso que hay en el subsuelo de la fuente, en el que están las conducciones de agua y todo el sistema de iluminación, en un momento como este.

Esta fuente, inaugurada en 1963, es obra del arquitecto e ingeniero Carlos Buigas, autor también de otras ubicadas en la capital valenciana y de la de Montjuic (1929) en Barcelona.

"Entendíamos que era muy importante que la ciudadanía pudiera conocer --a través de los medios de comunicación-- lo que hay debajo de la fuente, un elemento de la plaza que no es un límite en el proceso de reforma", ha expuesto la edil, que ha agregado que en consecuencia "su ubicación aquí o en otro sitio está sujeta a los criterios ciudadanos y al proyecto que finalmente se redacte". Ha señalado que en el subsuelo de la fuente "hay una historia" que muestra "su diseño y evolución".

Preguntada por si todo lo que encierra este elemento ornamental tanto en su interior como en su exterior y la técnica y la mecánica ligada a ella podrían ser elementos que pesaran para asegurar su continuidad en el mismo lugar tras la reforma de la Plaza del Ayuntamiento, Elisa Valía ha considerado que se trata de "un elemento que tiene un alto valor histórico y patrimonial para la ciudad" pero ha indicado que teniendo en cuenta que "es viable su reubicación" aunque "con complejidades" en un proceso participativo como el abierto "lo más justo es establecer los mínimos límites posibles".

"Es complejo pero no es un límite como tal. Se ha querido que la ciudadanía pueda opinar sobre esto. Lo que se busca con el proceso participativo es encontrar unos criterios ciudadanos para la redacción de proyecto final. Significa que se tendrá que pensar si el elemento de agua --de la plaza-- es o no la fuente", ha expuesto.

Antonio Llopis, ha valorado el conjunto de este elemento ornamental y ha destacado que cuenta con mantenimiento y vigilancia "continuos". Asimismo, ha comentado que el sistema de funcionamiento "ha ido evolucionado con los años", para adaptarse a la técnica y lograr un menor consumo de energía aunque conservando elementos primitivos. Ha destacado que Buigas fue pionero en el diseño de fuentes que combinaban los juegos de agua con iluminación eléctrica.

El Ciclo Integral del Agua ha señalado que "el valor principal" de la fuente de la Plaza del Ayuntamiento de València es "hacer visible el agua para poder convertir en un eficiente elemento conductor y refractor de la luz y el color". Así, ha destacado que "esto que parece sencillo a primera vista, no lo es tanto, y precisa de un tratamiento cuidadoso del diseño, tanto de las toberas como de las formas y perfiles en piedra de la taza" de la fuente.

Este conjunto, con forma circular e integrado por dos tazas concéntricas, posee un diámetro de 20 metros y un volumen de 175 metros cúbicos. La fuentes de la Plaza del Ayuntamiento de València la conforman también ocho escenarios de agua e iluminación distintos, con diversas formas, que funcionan desde el centro hacia el exterior.

En el escenario uno se encuentra el geiser central; en el dos, la pulverización central; en el tres, la palmera, en el cuatro, la cúpula; en el cinco, la pulverización cúpula; en el seis, torres, en el 7 la pulverización de las torres, y en el ocho, parabólicos inferiores.

Iluminación LED

La iluminación, que al igual que el resto de mecanismos que integran la sala de máquinas de esta fuente ha ido cambiando con el tiempo y adaptándose a las nuevas tecnologías, es en la actualidad mixta, con proyectores de tipo lámparas par, incandescentes y leds. La taza central se ilumina con 24 proyectores LEDS de 150 watios cada uno instalados en la sala de máquinas.

La taza inferior y la cascada perimetral se iluminan con 178 proyectores con lámparas incandescentes PAR-38 E27 de 120W cada una de ellas. La fuente, que ocupa una superficie de 295 metros cuadrados, dispone de ocho motores de potencias entre 18 y 42 Kw y de una potencia total instalada de 200Kw, así como de telemando para controlar a distancia el encendido-apagado tanto del agua como de la iluminación y la programación de horarios de funcionamiento.

El Ciclo Integral del Agua ha destacado que la fuente, que ha sido "reacondicionada en diversas ocasiones", se ha mantenido desde su inauguración hasta ahora "en perfecto estado de funcionamiento". En la actualidad su iluminación ha sido parcialmente sustituida por un sistema de focos de color variable. Anteriormente, desde su puesta en marcha, el color se conseguía a través de un sistema de placas y tambores rotatorios, a modo de prisma pentagonal, con cristales coloreados.

Programación con un organillo

Estos tambores, accionados por un organillo electromecánico programable, permitían variar los juegos de luz y hacer transiciones suaves de unos tonos de color a otros. Valía ha comentado que incluso había una persona que controlaba desde el interior de la fuente --había instalada una cama y un baño que aún existe-- su funcionamiento.

El sistema anterior, al igual que todas las conducciones que llevan el agua hasta la fuente, se encuentran --conservados en su estado original-- en ese subsuelo. El Ciclo Integral del Agua ha comentado, como curiosidad, que en un principio se diseñó todo este mecanismo con la idea de que funcionara con música aunque este proyecto no se concretó.

Hoy en día la iluminación se sigue proyectando desde el foso subterráneo. El organillo de levas que accionaba antes los distintos elementos de la fuente fue sustituido en la década de los años 90, tras una avería, por autómatas programables que actualmente llevan a cabo la programación de los juegos de agua y luz. El organillo se encuentra en la actualidad custodiado en el Museo de Historia de Valencia.