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un 10% de los locales valencianos están abocados al cierre

La hostelería en València, al borde del precipicio de invierno: se esfuma la mitad de la facturación anual

14/10/2020 - 

VALÈNCIA. Son muchos, la mayoría, los sectores cuya actividad se ha desplomado con motivo de la pandemia de coronavirus, pero las restricciones a la movilidad y al turismo han dado la puntilla a uno en concreto, el de la hostelería, que empieza a dar síntomas de encontrarse con el agua al cuello. Sin ir más lejos, en València ciudad los datos que ofrecen las asociaciones del sector son especialmente alarmantes. Por ejemplo, el último estudio realizado entre hosteleros por la Coordinadora de Hostelería de Barrios de Valencia arroja que desde que empezó la pandemia y hasta final de año, se perderá aproximadamente más de la mitad de la facturación anual normal.

Concretamente, el nivel de facturación desde que se declarase el estado de alarma en marzo ha caído un 54,4% respecto al mismo período del año pasado. Y la previsión es que se mantengan estos niveles hasta finales de 2020: una caída del 53,2% en el último trimestre. "Esto teniendo en cuenta el contexto actual; si la cosa se complica...", auguran en la Coordinadora: las consecuencias pueden ser desoladoras si la incidencia del virus se agrava en los próximos meses y son necesarias medidas más estrictas.

Una consideración que, si bien puede resultar de una obviedad innecesaria, es a veces de obligado recordatorio. El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), en un informe de junio elaborado junto a la Universitat de València, es tajante: en un escenario de contención efectiva, los hábitos de consumo en la hostelería podrían recuperarse a principios de 2021, pero si la contención del virus es moderada o baja y se producen rebrotes, la recuperación se prevé más larga.

Un dato a tener en cuenta también: la vulnerabilidad en unos locales es mucho mayor que en otros. "El tipo de establecimiento [...] también tiene influencia en la probabilidad de que se produzca una recuperación más o menos rápida", señala el mencionado informe. En aquellos locales con un servicio de mesa "más pausado, de mayor valor y de mayor precio", recuperarse costará más que en el caso de cafeterías y otros establecimientos "de ambiente más informal o de comida rápida".

Foto: KIKE TABERNER

Además, la estructura empresarial, con una amplia mayoría de pymes y autónomos, hace que tenga todavía en una posición más "débil", dice el Ivie, que en otros sectores como el hotelero para soportar la dureza del impacto del coronavirus. Y en territorio valenciano todavía más: si en España el 11% del empleo hostelero es en grandes y medianas empresas, en la Comunitat Valenciana lo es sólo un 7,2%.

La situación, ya poco halagüeña de por sí, se suma a las notorias vulnerabilidades particulares en el sector de la hostelería y la restauración. La gran fragmentación de la oferta, los reducidos márgenes de beneficios con los que operan los locales y la escasa liquidez con la que cuentan hace de gerenciar un bar o un restaurante, una actividad de alto riesgo, según señalan informes de expertos, como el de abril elaborado por la consultora Bain & Company y Ernst & Young, quienes inciden en que a nivel estatal, la caída de facturación en la hostelería alcanzará el 40%. Datos no muy alejados de los que precisamente ofrece la Coordinadora en València ciudad a fecha de septiembre.

Por el momento, sobre un 13,4% de la hostelería del Cap i Casal augura estar abocada al cierre al no poder aguantar el tirón, según datos que maneja la Coordinadora. La caída de clientela por el encierro primaveral y por las restricciones horarias y de aforo implantadas a posteriori a causa de los rebrotes ya está haciendo mella en el sector. Un bar o restaurante, de media, estaría dejando de ingresar unos 120 euros por cada hora recortada.

"¿Datos malos?", se sorprende Vicente Pizcueta, miembro de la Coordinadora: "La situación es dantesca", sentencia. "En el mejor de los casos, estamos en el ecuador de la crisis sanitaria", incide uno de los representantes del sector en la ciudad: "Y todavía no hemos hecho el primer mes de otoño". Los augurios son nefastos porque, precisamente, los meses de frío caen los clientes y ahora especialmente porque merma el interés en las terrazas y el aforo interior está limitado. Y el 80% de la facturación, dice Pizcueta, se produce en el exterior, en las terrazas.

 Foto: EDUARDO MANZANA

Asimismo, explica que las restricciones horarias también atenazan sobremanera al supervivencia de la hostelería. Y a partir de ahora los festivos que hay no se aprovechan como antes por todo ello. "No nos podemos imaginar lo que va a venir: veremos desde aquí hasta el puente de diciembre, y ya entrando en enero, sin saber la enfermedad cómo va a evolucionar", se lamenta.

El próximo lunes caducan en la Comunitat Valenciana las restricciones aprobadas por la Conselleria de Sanitat, que dirige Ana Barceló. Por ello, hosteleros y hosteleras se mantienen expectantes porque desconocen qué va a pasar a partir de entonces. Diferentes asociaciones, plataformas y organizaciones tanto del sector de la hostelería como del ocio nocturno ultiman sus propuestas para presentarlas ante la Generalitat Valenciana y que sean valoradas por la administración autonómica. Pero más allá de eso, un pilar fundamental de la acción pública ante este panorama es el de las medidas económicas. "No hay un liderazgo en medidas económicas", critica Pizcueta.

1.000 euros para 1.600 hosteleros

En València, el Ayuntamiento ha puesto en marcha unas ayudas especiales para el sector de la hostelería que alcanzan un total de 1,6 millones de euros, sumados a las subvenciones directas del Plan Reactiva, de 3,7 millones para pymes y autónomos en general -a las que tuvieron acceso también los hosteleros-. Este nuevo desembolso de la concejalía de Desarrollo Económico, dirigida por Pilar Bernabé, fija un mínimo de 1.000 euros por hostelero, por lo que alcanzará, como máximo a 1.600 bares, restaurantes y demás compañías del sector.

En esta convocatoria el procedimiento ha sido diferente a la del Plan Reactiva. En aquél, la ayuda se otorgaba -siempre que se cumplieran los requisitos- en función de la hora de registro de la petición, de manera que los primeros que llegaban, se la llevaban. Una forma de hacer que provocó mucho dolor de cabeza a los profesionales del sector, que se esperaron a la madrugada para registrar cuanto antes la solicitud. El servidor municipal acabó colapsado durante el primer día de la convocatoria y las ayudas sólo llegaron al 12% de los peticionarios.

Ahora, para evitar todos esos problemas, se ha optado por cambiar el mecanismo: no importa cuándo se registro la petición, sino que se empezarán a valorar las solicitudes en virtud de un sorteo, realizado este martes. En total, han concurrido poco más de 1.700 hosteleros, de manera que, a priori, un centenar de ellos quedaría sin ayuda. Sin embargo, lo habitual es que parte de los peticionarios no cumplan los requisitos, por lo que al quedar excluidos estos, el Ayuntamiento podrá llegar a todos los aspirantes, según calculan en la concejalía de Desarrollo Económico. No obstante, el sector considera insuficientes 1.000 euros para cada establecimiento.

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