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AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

La incertidumbre es la madrastra de nuestro tiempo

Foto: MARTIN HUNTER/EFE

La cultura popular tiene en los refranes ese gran registro bibliográfico que se transmite generación tras generación, y el de la primavera la sangre altera, es uno de sus grandes axiomas que también es aplicable a la geopolítica

16/03/2019 - 

Desde luego si hay un pueblo que celebra la llegada de la primavera de forma bulliciosa, estruendosa y ardiente ese es el valenciano, con nuestras Fallas en las que prendemos fuego a todo, aunque ahora también sean Patrimonio de la Humanidad, y eso parece que le ocurre al mundo en estas fechas con conflictos y problemas por doquier.

Efectivamente, nos acabamos de despertar (por la mañana del viernes) con un nuevo acto de atrocidad terrorista, con un atentado contra dos centros religiosos (en este caso mezquitas) en el que se llevan contados alrededor de medio centenar de muertos en la ciudad de Christchurch en la Isla Sur de Nueva Zelanda, y que seguro conllevara la correspondiente represalia de otros locos terroristas dirigido contra otras víctimas inocentes (al igual que las que han muerto) pero en este caso pertenecientes al grupo identitario de los atacantes (ya sea sunita, chiita o cristiano), porque como dice Samuel Huntington, en su Choque de Civilizaciones, cuando el ethnos (étnico) se convierte en demos (pueblo), el resultado es polemos (guerra), por lo que, y principalmente en ese país, Nueva Zelanda, todos los Servicios de Seguridad y de Inteligencia estén en alerta, porque siempre es mejor prevenir que curar, colaboremos. 

Otro de los lugares donde un acto terrorista ha generado una más que problemática situación, lo que se llama en Polemología una escalada, ha sido en el subcontinente Indio, donde este pasado 14 de febrero un atentado yihadista del grupo independentista islámico Jaish-e-Mohammed con coche bomba, en la disputada región de Cachemira contra un autobús de la policía india de naturaleza militar, produjo más de 40 agentes muertos. Tras este ataque el gobierno de Nueva Delhi acusó al gobierno pakistaní de apoyar a los terroristas, por lo que el 26 de febrero el Ministerio de Exteriores de la India informó que su Fuerza Aérea había atacado instalaciones de Jaish-e-Mohammed en el interior del territorio pakistaní (medio centenar de kilómetros), eliminando a unos 300 miembros del grupo terrorista según Reuters. 

A la anterior acción india, Pakistan respondió con una incursión aérea el día 27 y un bombardeo en zonas no habitadas de la frontera de facto en Cachemira, entablando un combate aéreo entre 32 cazas de combate, 8 indios (cuatro Su-30 MK de fabricación rusa, 2 Mirage 2000 de origen francés y otros 2 MiG-21 rusos) y 24 pakistaníes (entre los que había 8 F-16 de origen USA, 4 Mirage III franceses y otros 4 JF17 chino-pakistaníes), según fuentes locales (NDTV). En las acciones de interdicción se produjeron (aunque es algo discutible por la propaganda que hay en juego) un par de derribos por cada bando, cerrando Pakistan su espacio aéreo hasta el 1 de marzo. 

El problema añadido es que estos dos países, India y Pakistan, se han enfrentado en diversas guerras, la primera fue entre 1947 y 1949 y conllevó la división de Cachemira entre los dos países. Posteriormente en 1965 se produjo otra guerra y en la de 1971 que finalizó con el triunfo de la India trajo la independencia de Pakistán Oriental, hoy llamado Bangladésh. El problema de la actual tensión es que los dos países son potencias nucleares, y menos mal que las detenciones de la semana pasada en Pakistan de terroristas asociados al ataque están desescalando el conflicto/enfrentamiento, pues como declaró Imran Khan, jefe del Gobierno pakistaní: "La historia nos dice que las guerras están llenas de errores de cálculo. Mi pregunta es si podemos permitirnos un error de cálculo teniendo en cuenta las armas que tenemos". Esperemos que la sensatez ilumine a aquellos líderes.

Foto: EFE

La siguiente cuestión órbita entre los conflictos congelados post-soviéticos, ya saben aquellos que surgieron tras la implosión de la URSS, como Nagorno-Karabaj territorio de Azerbaiyan ocupado por armenios, las regiones rebeldes de Georgia, Osetia del Sur y Abjasia, que con ayuda rusa en la guerra de 2008 se declararon independientes (sin prácticamente reconocimiento internacional), el novedoso por acaecer en 2014 y que lleva camino también de congelarse conflicto en las rebeldes y rusófonas provincias ucranianas de Lugansk y Donetsk y la ocupación de Crimea por la Rusia de Vladimir Putin. Y el de la región separatista (con apoyo ruso) de Transnistria en Moldavia, país donde se han producido sendas votaciones estos días pasados.

En concreto el día 24 de febrero hubieron elecciones en Moldavia, donde por referéndum se aprobó la reducción del numero de parlamentarios según dictamen de la Corte Constitucional del 14 de marzo, y en las elecciones parlamentarias obtuvo la victoria el Partido de los Socialistas de Moldavia del prorruso presidente Ígor Dodon, con un 31 % de los votos y 34 escaños, frente a un Partido Democrático de Moldavia PDM en el gobierno, que conseguía un 23,77 % de los votos y 31 escaños, y el partido de derechas de Moldavia el ACUM, con el 26,54 %de votos con 26 parlamentarios, más un partido populista, SOR, que tendría un 8,36 % de los votos y un total de 7 escaños. Y aunque el PDM y el ACUM son partidos europeístas y alcanzarían con holgura la mayoría de 51 asientos en el parlamento, tienen puntos de vista irreconciliables, afirmando una líder del ACUM que estas elecciones eran las "más antidemocráticas de la historia de Moldavia", culpando al gobierno del PDM. Es por eso que lideres socialistas ya se están preparando para la posible repetición de las elecciones, con la consiguiente inestabilidad en esta agraria república, atenazada por un conflicto congelado post-Unión Soviética. 

Y ya para ir concluyendo, más cerca de casa, los ingleses siguen sin saber que quieren, su presidenta de gobierno, Theresa May, continúa presentando diferentes opciones en el parlamento británico, que ha votado no al acuerdo de salida de Theresa May, pero también no a una salida de la UE sin acuerdo, para finalmente pedir una prorroga hasta el 30 de junio al fin del Brexit, a la que debe contestar la UE, pues este plazo finalizará el 29 de marzo; todo incertidumbres...

Aunque ahora quienes si tienen certidumbre son los argelinos, respecto a que su presidente Abdelaziz Buteflika, no se va a presentar a una nueva reelección, aunque sigan con las dudas de que tipo de transición de poder van a tener, si en paz o no, aunque siempre será bajo la atenta mirada y en parte supervisión del ejército argelino, autentico garante de la estabilidad y orden de aquel país; suerte.

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