Carlos Mazón anuncia la creación de la dirección general de la Industria Musical Valenciana para "contribuir a una mayor profesionalización del sector"
VALÈNCIA. En apenas una semana la Comunitat Valenciana ha vibrado por partida doble con dos de sus grandes festivales de la temporada: por un lado, el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) y, por otro, el Zevra Festival en Cullera. Pero no solo. Ayer mismo se ponía el broche a la edición de 2024 de los Conciertos de Viveros, que se celebran en el marco de la Gran Fira de València, en una red de ciclos de conciertos y festivales que no da tregua en verano, pues ya se prepara para recibir otras citas como el Low o el Arenal Sound. En un verano marcado por una agenda musical que parece fortalecerse temporada tras temporada, es clave también el análisis desde el punto de vista industrial, con un sector que por cada millón de euros invertido en eventos musicales en directo se genera 11,3 millones de euros en ventas adicionales para empresas locales, 3 millones de euros de PIB y se crean 99,5 nuevos empleos.
Así se desprende del estudio incluido en el Anuario 2024 de la música en la Comunitat Valenciana, impulsado por la Federació Valenciana de la Indústria Musical (Fevim) y elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), que se presentó este mismo miércoles en un acto en el Palau de les Comunicacions -antiguo edificio de Correos- junto a numerosos representantes del sector musical así como con el President de la Generalitat, Carlos Mazón; el investigador del Ivie y responsable del estudio, José Manuel Pastor, y el gerente de la Valencian Music Office y editor del anuario, Armand Llàcer. El Anuario 2024 recoge un estudio de impacto económico de los festivales y eventos musicales en salas en 2023, así como un conjunto de colaboraciones que analizan el presente y futuro del sector, un documento que supone, además, el primer estudio económico realizado sobre el sector valenciano de la música.
El documento, tal y como se especifica en su apartado de conclusiones, no busca “solo” cuantificar el impacto de la industria musical en distintos sectores económicos sino, a través de esto, “apoyar a las administraciones públicas y promotores en la justificación de inversiones y políticas que potencien este sector vital”. En este sentido, el informe ha querido dar respuesta a esa gran pregunta que durante muchos años ha sobrevolado al sector, la necesidad de cuantificar su impacto económico, aportando una mirada general que amplía estudios anteriores más limitados, en gran medida centrados en las recaudaciones de taquilla.
Para comenzar a componer la fotografía de lo que ha sido y es el escenario musical en la Comunitat Valenciana, un primer dato especialmente relevante, el del número de empresas musicales. Desde 2010 hasta 2023, el número de empresas musicales en España aumentó un 80,7%, pasando de 11.199 a 20.236, un crecimiento que en el caso de la Comunitat fue aún más notable, con un aumento del 111,9%, pasando de 1.000 a 2.119 empresas, lo que supone un 0,6% del total de empresas de la región frente al 0,28% que suponía en 2010.
En una primera lluvia de datos, el documento refleja que, en 2022, el sector aportó aproximadamente 2.000 millones de euros al PIB español, lo que representa el 0,16% del total nacional. En la Comunitat Valenciana, la contribución fue cercana a los 500 millones de euros, representando el 0,37% del PIB regional. Por lo que respecta los datos de empleo, en 2023, el sector dio trabajo a cerca de 72.000 personas en toda España y más de 10.000 en la Comunitat.
El president de la Generalitat ha aprovechado la presentación del Anuario para anunciar la creación de la dirección general de la Industria Musical Valenciana para “contribuir a una mayor profesionalización y promocionar el talento musical de la Comunitat Valenciana”. Esta nueva dirección general, en la que se está trabajando para después de verano, estará adscrita a Presidencia de la Generalitat y se encargará monográficamente de la industria de la música, una dirección que contará con un presupuesto propio que "favorecerá la estabilización y la desestacionalización de eventos generados por la industria musical valenciana”.
Mazón ha explicado que con esta iniciativa "queremos reflejar la apuesta de la Generalitat por el sector y apoyarles con incentivos fiscales, patrocinios y mecenazgos, así como la puesta en marcha de una formación profesional con ciclos específicos". De este modo, ha asegurado que “se trata de abordar de manera integral todos los retos pendientes de esta industria generadora de empleo y de riqueza, que forma parte de nuestra identidad como pueblo”.
En algo más de una década ha crecido de manera muy significativa la red empresarial en torno a la música en directo, años en los que también ha cambiado la manera de consumir y acercarse al público. No en vano, según los datos publicados por la Fundación SGAE en sus anuarios y recogidos en el informe, en los últimos años se ha detectado una bajada significativa en el número de espectadores en el sector de conciertos tradicionales frente al crecimiento en el caso de los macrofestivales.
En este sentido, en el ámbito de los conciertos tradicionales, el volumen de citas ha bajado un 57,8% desde el año 2005, mientras que el número de espectadores fue de 1,1 millones en 2022, un 42,5% inferior a la cifras de 2005. La otra cara de la moneda es la de los grandes festivales, que han experimentado un aumento “espectacular” en el número de asistentes, con un crecimiento del 557,6% en España y del 1.744,9% en la Comunitat Valenciana, sumando más de un millón de asistentes en 2022.
La recaudación por venta de entradas, en consecuencia, ha aumentado significativamente en el caso de los macrofestivales. Así, en 2022, la recaudación alcanzó los 221,3 millones de euros en España y los 45,9 millones en la Comunitat Valenciana, con un crecimiento acumulado desde 2005 del 1.160,5% y 1.035,9%, respectivamente.
Además del impacto directo, el informe pone el foco muy especialmente en el gasto asociado a la música en directo. En este sentido, el estudio refleja que del total gastado en la organizaciones de festivales en la Comunitat -113 millones- más de la mitad -59,2 millones- corresponden a pagos realizados en la región. El porcentaje sube hasta el 91% cuando hablamos del gasto en las salas de conciertos, lo que se traduce en 11,6 millones.
Por lo que respecta al consumo directo del espectador, el gasto medio diario por asistente en eventos en salas es de 48,5 euros, con la mayor parte dedicada a restauración y consumo en el local. Por su parte, el gasto medio diario de los asistentes a festivales asciende a 120 euros, siendo los conceptos más importantes el gasto en el propio festival (33%) y la restauración (20%).
Precisamente, del gasto total realizado por los dos agentes implicados en la celebración de los eventos musicales es la hostelería el sector más beneficiado, concentrando 450,9 millones de euros (65,7% del gasto total) y el 38,9% de todas las ventas adicionales generadas. En relación con el empleo, la hostelería sigue siendo el sector más favorecido, creando 5.499 empleos adicionales, que representan el 43,95% del total