MADRID (EP). El gigantesco vertedero de desechos plásticos que se arremolina en el océano Pacífico crece deprisa y abarca más que Francia, Alemania y España juntas, mucho más grande de lo que se pensaba anteriormente.
Un total de 1,8 billones de piezas de plástico que pesan 80.000 toneladas métricas se encuentran actualmente a flote en un área conocida como el Gran Parche de Basura del Pacífico (Great Pacific Garbage Patch o GPGP), y está empeorando rápidamente.
Estas son las principales conclusiones de un esfuerzo de mapeo de tres años realizado por un equipo internacional de científicos afiliados a The Ocean Cleanup Foundation, seis universidades y una compañía de sensores aéreos. Sus hallazgos fueron publicados este jueves en la revista 'Scientific Reports'.
El GPGP, ubicado a medio camino entre Hawai y California, es la mayor zona de acumulación de plásticos oceánicos en la Tierra. Convencionalmente, los investigadores han usado redes simples, de malla fina, típicamente de menos de un metro de tamaño, en un intento de cuantificar el problema.
Sin embargo, este método produce una gran incertidumbre debido a la pequeña superficie que se cubre. Además, estos métodos no podían medir la magnitud del problema en toda su extensión, ya que todas las redes de muestreo, pequeñas y grandes, no podían capturar objetos mayores que el tamaño de la red.
Con el fin de analizar el alcance total del GPGP, el equipo realizó el esfuerzo de muestreo más completo del GPGP hasta la fecha al cruzar el campo de residuos con 30 buques simultáneamente, complementado con dos estudios de aeronaves.
Para aumentar el área de superficie estudiada y cuantificar las piezas de plástico más grandes -objetos que incluyen redes de pesca desechadas de varios metros de tamaño-, un avión Hércules C-130 estaba equipado con sensores avanzados para recoger imágenes multiespectrales y escaneos 3D de la basura oceánica. La flota recolectó un total de 1,2 millones de muestras plásticas, mientras que los sensores aéreos escanearon más de 300 kilómetros de superficie oceánica.
Los resultados revelan que el GPGP, definido como el área con más de 10 kilos de plástico por kilómetros, mide 1,6 millones de kilómetros cuadrados, tres veces el tamaño de Francia continental (o la suma de las superficies de España, Francia y Alemania).
En esta área, se acumulan 1,8 billones de piezas de plástico, que pesan 80.000 toneladas métricas, el equivalente a 500 Jumbo Jets. Estas cifras son de cuatro a dieciséis veces más altas que las estimaciones anteriores. El 92% de la masa está representada por objetos más grandes; mientras que solo el 8% de la masa está contenida en microplásticos, definidos como piezas de tamaño inferior a 5 milímetros.
"Nos sorprendió la cantidad de objetos de plástico grandes que encontramos", señala en un comunicado Julia Reisser, científica jefe de las expediciones. "Solíamos pensar que la mayoría de los restos consisten en pequeños fragmentos, pero este nuevo análisis arroja una nueva luz sobre el alcance de los desechos", añade.
Al comparar la cantidad de microplásticos con las mediciones históricas del GPGP, el equipo descubrió que los niveles de contaminación plástica dentro del GPGP han estado creciendo exponencialmente desde que comenzaron las mediciones en la década de 1970.
Laurent Lebreton, autor principal del estudio, explica que "aunque no es posible sacar conclusiones firmes sobre la persistencia de la contaminación plástica en el GPGP, esta tasa de acumulación de plástico dentro del GPGP, que fue mayor que en las aguas circundantes, indica que la entrada de plástico en el parche continúa excediendo el flujo de salida".
Boyan Slat, fundador de The Ocean Cleanup y coautor del estudio, explicó la relevancia de los hallazgos para los planes de limpieza de su organización: "Para poder resolver un problema, creemos que es esencial entenderlo primero. Estos resultados nos proporcionan datos clave para desarrollar y probar nuestra tecnología de limpieza, pero también subraya la urgencia de abordar el problema de la contaminación con plástico".
"Dado que los resultados indican que la cantidad de microplásticos peligrosos aumentará más de diez veces si se deja fragmentar, ahora es el momento de comenzar", concluye.