La jueza archiva la investigación sobre la atención a los pacientes en la antigua Fe de València

VALÈNCIA. El juzgado de Instrucción número 21 de Valencia ha archivado la investigación abierta el pasado febrero sobre la atención a los pacientes de coronavirus ingresados en la escuela de enfermería del antiguo hospital La Fe. Las indagaciones se iniciaron tras una denuncia interpuesta por el PP, a la cual se unió otra de la presidenta de la asociación Defensor del Paciente, Carmen Flores. Esta última se presentó ante la Fiscalía, que también inició una investigación, pero remitió inmediatamente las diligencias a Instrucción 21 al tener conocimiento de que se trataba de los mismos hechos. 

El juzgado solicitó entonces a la Inspección de Sanidad que emitiera un informe sobre las posibles disfunciones en el trato a las personas que permanecían en el centro desde diciembre. Tras recibirlo, dio traslado a la Fiscalía para que se pronunciara sobre la procedencia del sobreseimiento de la causa, a lo que el Ministerio Público abogó por que así fuera. 

La juez, que acuerda el archivo definitivo de las actuaciones, considera que no existe infracción penal. Comparte, de este modo, el criterio de la Fiscalía, que señala en su escrito que "no consta lesión, empeoramiento o perjuicio alguno a ningún paciente, sanitario o persona derivada de la asistencia o atención prestada en el centro". 

No consta tampoco, a su juicio, "infracción de protocolo, procedimiento o norma de actuación sobre aspectos esenciales en la organización y asistencia de los pacientes y personal sanitario". "La baja temperatura apreciada en el agua caliente, debida a problemas en la instalación general, y las dificultades en su reparación, no fueron causadas por negligencia de persona alguna", argumenta. Contra la resolución cabe recurso. 

Testimonios de las deficiencias

La Generalitat informó en su momento de que habilitaba el antiguo hospital La Fe para pacientes leves de covid-19 –los cuales empezaron a llegar el 2 de diciembre– con el objetivo de rebajar la presión asistencial en otros departamentos. Sin embargo, varios testimonios hicieron públicas las graves deficiencias que existían en la atención a las personas que allí se encontraban ingresadas. 

Las denuncias que acabaron en la investigación judicial ahora archivada comenzaron tras conocerse una carta anónima de una enfermera que describía preocupantes situaciones de abandono de los pacientes e importantes carencias en las instalaciones, como la incomunicación de las habitaciones con el telefonillo del personal sanitario o la ausencia de agua caliente.