Problemas burocráticos detienen la excavación en el Cementerio Municipal de Paterna de la fosa 22, donde se ha hallado una quincena de cuerpos de represaliados
VALÈNCIA. La Justicia ha paralizado la exhumación de la fosa 22 que se está realizando en el Cementerio Municipal de Paterna por una cuestión burocrática, dilación que está afectando a los trabajos y que podría llevar al traste toda la excavación. Tras la denuncia presentada ante el juzgado de Paterna por la aparición de una quincena de cadáveres de supuestos represaliados por el franquismo, denuncia que fue presentada por la Diputación de Valencia y el equipo de profesionales que realizan la exhumación, desde la sede judicial enviaron un oficio al Instituto de Medicina Legal para que ya ellos designarán al forense que determinara la antigüedad de los huesos.
Este tendría que haber llegado la semana pasada y hasta su arribada los trabajos de excavación y exhumación de la fosa 22 debían quedar paralizados. Pero la sorpresa que se han llevado los equipos que trabajan en el cementerio paternero es que, diez días después de que se remitiera el oficio, en el Instituto de Medicina Legal desconocen que tendrían que haber enviado un forense. Desde el juzgado de Paterna se les aseguró que la comunicación se había realizado, y que si no había llegado a su destino era por asuntos que se escapaban de su competencia.
Sea como fuere, la fosa permanece ahora abierta, expuesta, con el deterioro que ello conlleva para los cuerpos de los represaliados que se han encontrado, a los que se les había retirado la cal que los cubría y que están ahora al aire libre.
En total, cuando la burocracia paralizó los trabajos se habían encontrado ya 18 cadáveres de los 38 fusilados por la represión franquista que se esperaban hallar. Todos ellos fueron asesinados el 28 de julio de 1939, a los pocos días de haber concluido la Guerra Civil. Entre los muertos, un maestro nacional o dos pilotos leales a la República, uno de ellos de Ourense.
El director arqueológico de la excavación, Miguel Mezquida, denunció este retraso burocrático que está poniendo en peligro la recuperación íntegra de los cuerpos. Los trabajos, subvencionados por la Diputación de València, comenzaron el pasado 2 de marzo. Tras delimitar el contorno de la fosa común, el equipo de expertos excavó las paredes cubiertas de cal para extraer los huesos humanos.
“Han sido incapaces de hacer una sola llamada o enviar un mensaje para comprobar que el oficio haya llegado bien, o para concretar la llegada del especialista del IML; tenemos la fosa abierta, con los cuerpos a la intemperie, y no son ni para descolgar un teléfono”, criticaba Mezquida. Asimismo, relató que habían remitido un escrito al decanato judicial protestando por un retraso que consideran injustificado y por la falta de interés demostrada, a su parecer, por el juzgado 1 de Paterna.